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Taiwán: el sindicato de la educación pone de relieve la desigualdad de condiciones durante su campaña por una educación de calidad

publicado 11 enero 2021 actualizado 14 enero 2021
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El gobierno taiwanés está ampliando la brecha social y fomentando la privatización del sector de la educación de la primera infancia (EPI), según indica la National Teachers’ Association (NTA) en su resumen anual.

Las autoridades públicas apoyan el inglés como segundo idioma (ESL, por sus siglas en inglés) en Taiwán, de acuerdo con la política bilingüe de 2030 de la NTA. En virtud de esta política, el Ministerio de Educación está ampliando la enseñanza de inglés como segundo idioma a la educación de la primera infancia de manera no obligatoria, permitiendo que las instituciones privadas de EPI ofrezcan costosos cursos bilingües sobre temas específicos, de medio día o incluso de todo el día. La NTA manifiesta que esto genera enormes ganancias para los establecimientos de EPI y el personal docente del sector privado.

La NTA ha reafirmado su compromiso a favor de la educación pública en todos los niveles y considera que la enseñanza de inglés como segundo idioma en la EPI constituye una iniciativa del Gobierno destinada a privatizar la educación de manera encubierta. Asimismo, ha puesto de relieve la necesidad de contar con docentes de inglés y mandarín cualificados y de garantizar el tiempo y los recursos necesarios para que los niños y niñas puedan aprender y jugar, en lugar de únicamente memorizar términos extranjeros.

Educación superior: defensa de unas condiciones de vida y de trabajo dignas

El personal docente atípico del sector de la educación superior, es decir, el profesorado contractual, el personal educativo contratado a tiempo parcial, así como el profesorado adjunto, se han convertido en algo generalizado, sostiene la NTA en su revista.

Cerca del 90 por ciento del personal de los establecimientos educativos privados y el 20 por ciento del personal de los establecimientos educativos públicos son contratados bajo unas condiciones laborales injustas, asociadas a una falta de protección jurídica, ha señalado el sindicato.

Todo ello ha dado lugar a la pérdida de docentes e investigadores altamente cualificados, lo que ha provocado que una carrera en la educación superior resulte poco atractiva, afirmó el sindicato. Además, añadió que esto socava las condiciones laborales de la profesión docente en su conjunto. El sindicato respalda al personal docente de la educación superior, defiende las condiciones de trabajo dignas que merecen y les proporciona la asistencia necesaria en términos de sindicación y de preparación de acciones sindicales.