El apoyo a los derechos de los trabajadores y los derechos de las mujeres contribuiría a garantizar una economía mundial más justa. Así lo expresó la Secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, en un discurso pronunciado en el Diálogo Político sobre Igualdad de Género y la Potenciación de la Mujer en Camboya los días 12 y 13 de julio.
Clinton dejó claro que, bajo su punto de vista, respetar el rol y los derechos de las mujeres y los hombres trabajadores “no sólo es lo correcto y lo ético” sino que es también lo estratégico e inteligente desde el punto de vista económico.
Clinton indicó que la comunidad internacional y el derecho internacional reconocen que los trabajadores y trabajadoras de todo el mundo, independientemente de sus ingresos y estatus, disponen de determinados derechos universales, incluyendo el derecho a crear y afiliarse a un sindicato y a negociar colectivamente.
“El trabajo infantil, el trabajo forzoso, la discriminación basada en el género, la raza, la etnia, la religión y otros factores, deberían estar universalmente prohibidos”, expresó. Defender estos derechos laborales y mejorar las condiciones de trabajo ha sido una inversión económica inteligente, así como un valor muy importante, dijo.
Resultados económicos
La Secretaria de Estado dijo que respetar los derechos de los trabajadores/as da lugar a unos resultados económicos positivos a largo plazo, incluyendo unos niveles superiores de inversión extranjera directa.
La integración de los trabajadores, sobre todo de las mujeres, en la economía formal ha conducido a una disminución de la desigualdad y a un incremento de la movilidad, a un aumento en el pago de impuestos, y a que los países y comunidades sean más fuertes y más capaces de responder a las crecientes expectativas de sus pueblos.
Señaló que, cuando las mujeres tienen la oportunidad de participar en la vida económica y política de sus comunidades, no sólo mejora efectivamente su vida, sino que también mejora la vida de sus familias. “El comercio florece, la inestabilidad disminuye y se observa una mejora generalizada de las sociedades y las naciones”, dijo.
Obstáculos obsoletos
La Sra. Clinton denunció el hecho de que todavía haya barreras legales y sociales obsoletas que siguen limitando la participación de las mujeres en los negocios y en la política.
Según el Banco Mundial – añadió – en más de 100 países hay leyes que restringen la actividad económica de la mujer, ya sea para abrir una cuenta bancaria propia, para firmar un contrato, para poseer tierras o para dedicarse a una profesión de su elección.
Recalcó el hecho de que millones de mujeres en el sudeste asiático se encuentren atrapadas en la economía informal, trabajando en campos o en fábricas con un sueldo muy bajo y con escasas protecciones. Algunas de ellas, dijo, lo tienen incluso peor: son víctimas del trabajo forzoso, de la prostitución forzosa o de otras formas de esclavitud moderna.
En su discurso, Clinton expresó que, con mucha frecuencia, los debates sobre estas cuestiones están al margen del debate internacional. Hay discusiones paralelas por separado sobre los derechos de las mujeres, sobre la mitigación de la pobreza, y luego otra discusión sobre economía internacional.
"Todas estas cuestiones están relacionadas, y la gente tiene que empezar a pensar en ellas de manera integrada”, añadió.
Un medio para alcanzar un fin
“¿Para qué sirve la economía?”, preguntó. “Una economía es un medio para alcanzar un fin. No es un fin en sí mismo. Una economía sirve para que las personas puedan aprovechar mejor sus propias vidas y ganarse la vida”, dijo.
Clinton considera que los mejores sistemas económicos son aquellos que proporcionan las mayores oportunidades al mayor número de personas. Las economías deberían estar al servicio de las personas y no sólo de las personas en las altas esferas sino las personas de toda la sociedad, prosiguió.
“Si los resultados del duro trabajo de las personas de una sociedad no se reparten entre todas las personas sino que van directamente a la cima, nadie podrá percibir el tipo de progresos que se pueden conseguir”, concluyó.
Para consultar el texto completo del discurso de la Secretaria de Estado de EE.UU.(en inglés), hacer clic aquí.