Sindicalistas de la educación de Burundi, Malí, Senegal, Togo, Uganda y Zimbabue se reunieron en Malawi para conocer iniciativas locales efectivas para erradicar el trabajo infantil. Del 1 al 6 de diciembre de 2024, personas coordinadoras y jefaturas de proyecto que dirigen la labor sindical contra el trabajo infantil tuvieron la oportunidad de intercambiar conocimientos y buenas prácticas durante una visita de estudio transformadora.
Las personas participantes visitaron varias escuelas de la zona libre de trabajo infantil de Chigudu, creada por el Teachers Union of Malawi (TUM) y el PSEUM, ambas organizaciones afiliadas de la Internacional de la Educación en Malawi, y participaron en sesiones de intercambio de conocimientos destinadas a mejorar las estrategias sindicales para erradicar el trabajo infantil y promover la educación de calidad. Uno de los participantes describió la visita de estudio como un "viaje de descubrimiento y colaboración", y destacó su profundo impacto en todas las personas asistentes.
Las visitas sobre el terreno a tres escuelas de la zona libre de trabajo infantil de Chigudu permitieron observar de primera mano los avances logrados gracias a la colaboración local e internacional. A pesar de los desafíos, como la insuficiencia de infraestructuras, la elevada ratio de alumnado por docente, la falta de libros de texto y la falta de servicios básicos como agua y aseos diferenciados por género, la matriculación en la zona libre de trabajo infantil aumentó de 9 000 a más de 10 700 estudiantes a lo largo del proyecto.
Durante las visitas sobre el terreno, el alumnado interpretó obras de teatro y canciones como muestra de su compromiso con la lucha contra el trabajo infantil. Sus actuaciones estaban basadas en la metodología SCREAM (Apoyar los derechos de los niños a través de la educación, las artes y los medios), ampliamente utilizada por los sindicatos de docentes de Malawi y Uganda en la lucha contra el trabajo infantil y la violencia de género en el ámbito escolar. Este enfoque interactivo utiliza herramientas creativas como el teatro, el arte, la música y los medios de comunicación para sensibilizar a jóvenes, docentes y comunidades sobre los derechos de la infancia y promover su defensa.
Las reuniones con personas directoras, docentes, líderazgos comunitarios y representantes escolares enriquecieron aún más la experiencia al proporcionar información sobre las estrategias implementadas en la zona libre de trabajo infantil.
Durante las sesiones de diálogo social, las personas participantes conversaron con padres, madres, autoridades comunitarias, representantes de asociaciones de padres y docentes, y asociaciones de madres y docentes para debatir cuestiones relacionadas con la educación. Promover el diálogo social a través de las estructuras locales con el fin de potenciar la participación democrática es un componente clave del proyecto sobre trabajo infantil en Malawi.
Las sesiones interactivas complementaron las visitas sobre el terreno. Estas actividades animaron a los y las participantes a intercambiar experiencias y desarrollar soluciones prácticas para sus respectivos países. Un punto clave fue el énfasis en la promoción de la responsabilidad y la rendición de cuentas gubernamental, respaldado por las asociaciones de madres. Además, también se propuso integrar la educación sobre el cambio climático en las iniciativas de sensibilización sobre el trabajo infantil, y se destacó su creciente importancia para los derechos y la educación de los niños y las niñas.
El viaje de estudio puso de relieve el papel fundamental de la colaboración y las iniciativas de base en la lucha contra el trabajo infantil. Los y las participantes expresaron su gratitud al pueblo de Malawi por su hospitalidad y su compromiso con esta causa. Al hacer balance de la misión, uno de los coordinadores del proyecto comentó: "esta experiencia reafirma que formamos parte de un movimiento más amplio que lucha por el cambio. Juntos podemos crear un futuro mejor para todos los niños y las niñas".
La misión sobre el terreno fue organizada y financiada por la Internacional de la Educación, la fundación alemana GEW Fair Childhood y las holandesas AOb y FNV Mondiaal.