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La Internacional de la Educación reclama una intervención humanitaria y apoyo a la educación en el norte de Siria

publicado 6 diciembre 2024 actualizado 16 diciembre 2024
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En un llamamiento urgente a la comunidad internacional, la Internacional de la Educación (IE) y su organización afiliada en Siria, el Sindicato de Docentes del Noreste de Siria (UNTES), instan a las Naciones Unidas y a UNICEF a tomar medidas inmediatas para responder a la creciente crisis humanitaria en el norte del país. Esta petición se produce tras una serie de violentos ataques militares que han dejado a la población civil expuesta a abusos y desplazamientos masivos.

En un llamamiento urgente a la comunidad internacional, la Internacional de la Educación (IE) y su organización afiliada en Siria, el Sindicato de Docentes del Noreste de Siria (UNTES), instan a las Naciones Unidas y a UNICEF a tomar medidas inmediatas para responder a la creciente crisis humanitaria en el norte del país. Esta petición se produce tras una serie de violentos ataques militares que han dejado a la población civil expuesta a abusos y desplazamientos masivos.

El 27 de noviembre de 2024, grupos armados, entre los que se encuentran Hay'at Tahrir al-Sham (HTS) y mercenarios sirios respaldados por Turquía, lanzaron una ofensiva devastadora sobre Alepo y sus zonas circundantes. La retirada sin resistencia de las fuerzas del ejército sirio ha empeorado la situación, dejando a las comunidades locales, especialmente a la población kurda, completamente desprotegidas. Más de 300 000 personas en Alepo y Tal Rifaat, entre ellas personas desplazadas de Afrin, permanecen atrapadas en la zona de conflicto, donde son víctimas de detenciones arbitrarias, abusos y de las duras condiciones invernales.

Las Fuerzas Democráticas Sirias han solicitado apoyo internacional para abrir corredores humanitarios, pero los esfuerzos para hacer llegar la ayuda se ven obstaculizados por los grupos respaldados por Turquía. Las organizaciones locales informan de una alarmante escasez de alimentos, suministros médicos y refugio, lo que agrava aún más esta crisis humanitaria.

A esto se suma el colapso del sistema educativo en el norte del país. Las escuelas han cerrado, y han dejado a miles de estudiantes y docentes sin acceso a la educación. El Sindicato de Docentes del Noreste de Siria (UNTES) denuncia el impacto devastador que esto está teniendo en la infancia de la región, que está perdiendo oportunidades de aprendizaje fundamentales.

Esta emergencia humanitaria y educativa exige una intervención urgente. Las organizaciones reclaman las siguientes medidas:

  • Ayuda humanitaria: apertura inmediata de corredores humanitarios y aplicación de las leyes internacionales para prevenir abusos y violencia contra civiles, con mecanismos de vigilancia y denuncia de violaciones de los derechos humanos.
  • Apoyo a la educación: reparación de escuelas dañadas, implementación de programas alternativos de aprendizaje y provisión de capacitación y apoyo psicológico para docentes.
  • Servicios psicosociales: fortalecimiento de los servicios de salud mental, especialmente dirigidos a niñas y niños que sufren traumas derivados del conflicto.

El llamamiento subraya la necesidad de esfuerzos coordinados entre organizaciones internacionales, gobiernos, sindicatos y comunidades locales para abordar esta profunda crisis. También insta a la ONU y a agencias como UNICEF a que intensifiquen su participación y ejerzan presión sobre las partes en conflicto para que cesen las hostilidades y se priorice la protección y el bienestar de la población civil.

Para aliviar el sufrimiento de las personas afectadas por este conflicto devastador y restaurar la estabilidad en la región, es esencial que la comunidad internacional actúe de inmediato.