La lucha entre la cadena de centros privados Bridge International Academies y las autoridades ugandesas dista de llegar a su fin, ya que la empresa sigue manteniendo abiertos sus centros, a pesar de las advertencias del gobierno para que cumplan con los estándares mínimos.
El comienzo del nuevo año escolar en Uganda ha reavivado el conflicto entre el gobierno ugandés y la empresa de educación con ánimo de lucro Bridge, que se niega a cumplir con la petición de las autoridades de cumplir con los estándares nacionales mínimos en materia de infraestructura, currículo y cualificación de los docentes.
En un comunicado de prensa del 6 de febrero de 2018, el Gobierno de Uganda reiteró que «no se permitirá a los centros Bridge que abran sus puertas en este año escolar (2018)». Sin embargo, Bridge International Academies, que dispone de 63 centros en Uganda, ha ignorado la orden y ha reabierto sus puertas esta semana.
Y lo ha hecho a pesar de la carta enviada por el Gobierno de Uganda el 29 de enero advirtiendo a la empresa de que no permitirían la apertura de sus centros, así como una orden judicial de noviembre de 2016 autorizando el cierre de las escuelas que no fue recurrida por Bridge.
La noticia sobre la decisión de la empresa ha causado revuelo dentro y fuera de Uganda. El Ugandan National Teachers Union (UNATU), miembro de la Internacional de la Educación (IE), ha manifestado su preocupación y ha exigido que se respete la decisión del gobierno durante la 3ª Conferencia Mundial de la Mujer de la IE, a la que han asistido cuatrocientos delegados sindicales de todo el mundo.
La Internacional de la Educación ha publicado una declaración como muestra de su apoyo al UNATU y para hacer hincapié en el derecho de todos los niños ugandeses a una educación gratuita de calidad.