Un mes insistiendo para que dos hermanas vayan a la escuela
“Este proyecto ha sido una motivación para todos. Gracias a la formación de CGTEN-Anden he aprendido a utilizar estrategias para que los niños no dejen la escuela, para que se sientan a gusto en clase, para que la escuela les resulte atractiva. Mis compañeros y yo hemos compartido con los padres todo lo que hemos aprendido en el curso para que llegue a todas partes el mensaje ‘No al trabajo infantil’”.
En la escuela Santa Rosa, uno de los primeros éxitos que tuvimos fue la llegada de dos hermanas, de 4 y 7 años, que nunca habían ido a la escuela. Me hizo falta muchísima paciencia para conseguirlo. La primera vez que visité a la familia solo estaba en casa la tía, que me dijo que los padres de las niñas se habían ido unas semanas a otro sitio, para trabajar recogiendo café. Hablé a la tía del proyecto que teníamos, le dije que queríamos que las niñas se apuntasen a la escuela. Llamó por teléfono a la madre, que prometió que sus hijas irían a la escuela en cuanto volvieran al pueblo.
A partir de ese momento una compañera y yo fuimos todos los días a la casa para asegurarnos de que cumplirían su promesa. Al cabo de un mes la madre volvió a casa con las niñas. Nos tomamos un café y dijo que las mandaría a la escuela al día siguiente. Así fue como Marta Rivera (primaria) y María (maternal) llegaron por primera vez a la escuela. Les encanta y nosotros estamos muy encima para asegurarnos de que siempre sea así.