Ei-iE

Internacional de la educación
Internacional de la educación

Las escuelas públicas camerunesas carecen de docentes aun cuando miles de docentes debidamente formados se encuentran desempleados. Lamentable discordancia, cuando numerosos países africanos carecen de docentes cualificados.

Cuatro docentes para seis clases: ésta es la realidad de la escuela pública de Balépipi, (aproximadamente 300 km al noroeste de Douala). Integrada por tres barracas de adobe, carece de profesores y profesoras, como tantas otras escuelas de Camerún. Una situación que sería bastante corriente en Africa de no ser porque, al mismo tiempo, miles de profesores y profesoras con la debida formación se encuentran desempleados, o han abandonado la pizarra para reclamar el pago de más de treinta meses de salarios atrasados.

A finales de diciembre, los padres de alumnos/as de la escuela de Balépipi despidieron al profesor al que ellos mismos pagaban 10.000 francos CFA (15 euros) al mes (7 meses sobre 12) con la esperanza de conseguir el nombramiento de un profesor más cualificado cuyo salario fuera pagado por el Ministerio de Educación básica. El esperado docente nunca llegó, pese a que los padres entregaron los 70.000 francos CFA equivalentes al salario anual del profesor despedido al responsable local del Ministerio para acelerar el proceso. Cansado de esperar, el director de la escuela, que imparte ya el curso medio de 2º año, se ocupa además del curso preparatorio.

Camerún cuenta oficialmente con unas 11.000 escuelas primarias públicas con 55.266 profesores y profesoras encargados de casi 3 millones de alumnos/as, lo que representa una media de un docente por 54 alumnos/as. Una proporción que sobrepasa la norma fijada por la UNESCO, que es de un profesor por cada 45 alumnos/as.

Promesas incumplidas Justin Nkodo, un estadístico que trabajó en el proyecto del mapa escolar en 2000, recuerda los puntos negros ya observados en la época. "Cuando se dejan las ciudades para pasar a las zonas rurales, cualquiera que sea la región, puede medirse el desastre: escuelas con una sola clase (un solo docente se ocupa de las seis clases), cursos dobles impartidos por personas sin formación, establecimientos donde más del 85% de los que enseñan lo hacen gratuitamente, etc. Al leer las estadísticas oficiales actuales, cabe preguntarse si el gobierno se burla de la comunidad educativa."

En Camerún, sin embargo, no faltan docentes cualificados. Desde la reapertura en 1995/1996 de las escuelas de magisterio, cerradas seis años antes en el marco del ajuste estructural, se ha dado formación a unos 20.000 docentes. Sólo 1.700 se integraron en la función pública. Alrededor de 14.000 fueron contratados desde 1997/1998 como profesores adjuntos con un salario mensual de 56.400 francos CFA (86 euros) 10 de cada 12 meses. Los otros, más de 4.000, sencillamente están desempleados. La contratación de estos profesores/as adjuntos se hizo con la promesa de integrarles a la función pública al cabo de cuatro años. Un plazo que se cumplió desde hace tiempo para los primeros contratados que acumulan además entre 10 y 40 meses de salarios atrasados.

Exasperados por estas promesas incumplidas, los profesores/as deciden con regularidad parar los cursos, salen a la calle y hacen sentadas ante las oficinas públicas.

"Dificultades presupuestarias" A finales de 2002, en un discurso a la nación, el Presidente Paul Biya anunció la contratación de 30.000 docentes. Se adoptó entonces un plan, que consistía en integrar a todos los adjuntos y contratar progresivamente a los desempleados. Sin embargo, este proyecto tropezó con dificultades presupuestarias expuestas por el Ministro de Hacienda. Según algunos altos responsables del Ministerio de Educación básica, el gobierno habría congelado la contratación de los profesores/as para someterse a las restricciones presupuestarias impuestas por el Banco Mundial y el FMI.

En realidad, matiza Jean- Paul Njoya, asesor del Banco Mundial sobre la estrategia sectorial de la educación en Camerún, las instituciones financieras internacionales "rara vez indican qué línea presupuestaria debe reducirse. El Estado puede inclusive oponerse a las orientaciones de estas instituciones".

Los dos ministerios encargados de la enseñanza secundaria y de la educación básica tienen, junto con el Ministerio de Defensa las dotaciones presupuestarias más elevadas. La enseñanza básica recibe también financiaciones de conformidad con la Iniciativa para los países pobres muy endeudados en la que puede participar Camerún. Recursos que, no obstante, están muy por debajo de las necesidades cada vez más evidentes.