Doce organismos de las Naciones Unidas se unieron para hacer un llamamiento a la acción destinado a poner fin a la violencia y la discriminación contra las personas adultas, adolescentes y niños lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales.
La declaración conjunta de la ONU “Poner fin a la violencia y la discriminación contra las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersex” ha sido respaldada por las siguientes 12 entidades de las Naciones Unidas: la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), ONU Mujeres, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Esta es la primera vez que tantos miembros de la familia de las Naciones Unidas se han unido en defensa de los derechos básicos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales”, señaló el jefe de Asuntos Globales de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Charles Radcliffe. “Es a la vez una expresión de compromiso por parte de las agencias de la ONU, y un poderoso llamado a la acción para los gobiernos de todo el mundo a hacer más para enfrentar la violencia homofóbica y transfóbica, así como la discriminación y los abusos contra las personas intersexuales.”
La declaración pone de relieve el vínculo entre las violaciones contra los derechos humanos de las personas LGBTI y los problemas de salud, la ruptura familiar, la exclusión social y económica y la pérdida de oportunidades para el desarrollo y el crecimiento económico. Los temas clave abordados por la declaración son: proteger a las personas frente a la violencia; derogar las leyes discriminatorias; proteger a las personas contra la discriminación; y el apoyo de la ONU.
“La declaración conjunta de la ONU envía un mensaje importante y oportuno a los gobiernos para poner fin a la violencia y la discriminación, en particular en el sector de la educación. Contribuir a una educación de calidad para entornos de enseñanza y aprendizaje más seguros exige el respeto de los derechos, así como de las leyes y políticas de protección, es decir, disposiciones explícitas contra la discriminación, directrices y formación para los responsables políticos, administradores, docentes y personal de la educación”, indicó el Secretario General de la IE Fred van Leeuwen.
Esta declaración conjunta de la ONU se hace eco al Documento de política sobre derechos humanes y sindicales de la Internacional de la Educación (IE) y la Resolución de la IE sobre los derechos de las personas LGBTI, adoptados por el 7º Congreso Mundial de la IE celebrado en julio de 2015 en Ottawa, Canadá.
El Documento de política, un importante instrumento adoptado por la IE y sus organizaciones afiliadas, proporciona el marco para las políticas y los programas destinados a favorecer las condiciones para la promoción de la justicia social, la erradicación de la pobreza y contra todas las formas de discriminación, incluida la orientación sexual y la identidad de género.
La resolución de la IE reconoce que el movimiento sindical “tiene un poder extraordinario para defender los derechos de las personas LGBTI y para trabajar en solidaridad con la comunidad internacional”y que las escuelas, las universidades y las instituciones de educación superior “desempeñan un papel decisivo en la educación de sus alumnos, su personal y las comunidades en relación con la identidad y la expresión de género y contra la homofobia y la transfobia”.