
El personal docente de Sudán del Sur conforma los cimientos del sistema educativo y presta un apoyo fundamental en uno de los contextos más difíciles del mundo. Sin embargo, a pesar de desempeñar un papel indispensable, se enfrenta a una inestabilidad económica generalizada, retrasos crónicos en el pago de los salarios y sueldos muy por debajo de un nivel de vida digno. Estos problemas desestabilizan el sistema educativo, contribuyen al absentismo y al abandono de la profesión por parte del profesorado y al deterioro de los resultados del alumnado, lo cual agrava aún más la crisis educativa del país.
Un nuevo estudio examina la situación actual de los salarios del profesorado en Sudán del Sur y evalúa si son adecuados para cubrir sus necesidades básicas y garantizar la estabilidad del sistema educativo a largo plazo. El estudio —realizado por un equipo de investigación de Education Action in Crisis (EAC) y el Center for African Education, del Teachers College de la Universidad de Columbia, y encargado por la Internacional de la Educación— tiene por objeto detallar las estructuras de pago existentes para los distintos perfiles de profesorado, identificar los principales retos y analizar posibles soluciones para abordar los problemas relacionados con el pago salarial del personal docente de la región. Además, también analiza estrategias de gobernanza para abordar los obstáculos estructurales que limitan la retención y el desempeño del profesorado.
Sudán del Sur: una nación en crisis
El sistema educativo de Sudán del Sur está condicionado por varias crisis superpuestas, como las situaciones de conflicto, los desplazamientos y la grave inestabilidad económica actuales. Estos retos tienen un impacto significativo en el personal docente y su capacidad para impartir una educación de calidad. Desde diciembre de 2024:
- el 76 % de la población necesita ayuda humanitaria;
- 7,1 millones de personas sufren hambre extrema;
- 1.281 escuelas se han visto obligadas a cerrar debido a la escasez de docentes, los conflictos y la falta de estudiantes.
De toda la fuerza docente del país:
- el 37 % son voluntarios no remunerados;
- el 37,4 % carece de cualificaciones oficiales;
- solo el 30 % del profesorado está en nómina del gobierno.
Estas brechas generan consecuencias graves. La falta de pagos regulares, que a menudo se extiende durante meses, socava el compromiso, favorece el absentismo y provoca agotamiento emocional del profesorado. Muchos abandonan por completo la profesión o buscan un empleo alternativo para mantener a sus familias, lo cual genera una mayor inestabilidad en el sistema educativo.
La incapacidad para abordar estos problemas estructurales pone de manifiesto una ruptura profunda del contrato social entre el gobierno y su fuerza docente. Este contrato social —el acuerdo implícito de que el profesorado presta un servicio público esencial a cambio de una remuneración y un apoyo justos— ha sido desatendido. Al no cumplir con sus obligaciones, el Estado genera desconfianza y deja en entredicho los cimientos de su sistema educativo, perpetuando así los ciclos de pobreza e inestabilidad.
Un sistema bajo presión
El sistema de remuneración del profesorado de Sudán del Sur está fragmentado y carece de los medios necesarios para responder a las necesidades de sus docentes. Las estructuras de pago se dividen en tres categorías principales, cada una con sus propios retos:
1. Profesorado funcionario
El profesorado empleado por el gobierno cobra a través del sistema nacional de nóminas, basado en escalas salariales oficiales. Sin embargo, los retrasos y la irregularidad en los pagos son habituales debido a las limitaciones financieras y a la ineficacia administrativa. Muchos docentes del sistema público se ven en la obligación de buscar trabajos adicionales para complementar sus ingresos.
- Rango mensual oficial: 9.512–167.712 SSP (aproximadamente 3–58 $)
- Rango comunicado por el profesorado: 15.000–100.000 SSP (aproximadamente 5–35 $)
2. Profesorado voluntario
El profesorado voluntario, que generalmente trabaja en zonas afectadas por crisis, es contratado por ONG o socios en el ámbito humanitario. Este profesorado recibe estipendios o incentivos en lugar de salarios, y su remuneración está vinculada a proyectos a corto plazo. Los pagos son irregulares y su remuneración suele ser considerablemente inferior a la del profesorado funcionario, lo cual pone en riesgo su estabilidad laboral.
- Incentivo estándar: 40 $ al mes (determinación del clúster de educación)
3. Profesorado con incentivos
En los campamentos de refugiados, el profesorado que trabaja mediante un sistema de incentivos —que suelen ser los propios refugiados— son financiados por organizaciones como ACNUR y organizaciones sin ánimos de lucro. Reciben estipendios en metálico y ayudas en especie. Los pagos están vinculados a los ciclos de programación humanitaria, y muchos docentes con incentivos carecen de reconocimiento oficial de sus cualificaciones. Curiosamente, en Sudán del Sur, el profesorado refugiado recibe una remuneración superior a la de sus compañeros locales, aunque sigue estando por debajo de lo que se considera un salario digno.
- Rango estándar: 100-150 $ al mes (docentes), 250 $ (directores/as)
- Rango comunicado: 40-500 $
El coste humano de la falta de inversión
El profesorado de Sudán del Sur se enfrenta a grandes problemas económicos que afectan tanto a su rendimiento profesional como a su bienestar personal. Muchos tienen problemas para cubrir sus necesidades básicas, mantener a sus familias o ahorrar para situaciones de emergencia.
Por ejemplo, Nyawira Ladu [1], profesora voluntaria en un campamento de refugiados, gana solo 300 dólares después de impuestos. Tiene dos hijos que estudian en Uganda, y su salario apenas cubre las tasas escolares, por lo que se ve obligada a pedir dinero prestado para llegar a fin de mes. A pesar de llevar más de una década impartiendo clase, Nyawira no consigue escapar de la presión económica ni invertir en su propio desarrollo profesional.
Esta inestabilidad económica repercute directamente en la motivación y la retención del personal docente. La falta de una remuneración estable reduce las probabilidades de que el profesorado prepare las clases, asista a clase con regularidad o permanezca en la profesión a largo plazo. Los y las estudiantes son los principales afectados, ya que el profesorado, mal preparado y con ausencias recurrentes, no logra garantizar un entorno de aprendizaje estable y enriquecedor. Esto genera un efecto en cadena en todas las comunidades, negando al estudiantado las oportunidades necesarias para acceder a un futuro mejor y, a menudo, empujándoles al abandono escolar.
Este sistema fragmentado es un reflejo de deficiencias muy profundas en la gobernanza. La incapacidad de ofrecer una remuneración regular y justa al profesorado pone de relieve la ruptura de la confianza institucional, un indicativo del fracaso del contrato social. Esta falta de confianza disuade al profesorado de invertir en su profesión, lo cual debilita todo el sistema educativo y contribuye a su colapso. Estos retos van más allá de simples problemas logísticos, son un reflejo del fracaso moral y estructural de un contrato social que debería dar prioridad al bienestar tanto del personal docente como del estudiantado.
El camino adelante: pasar de la reflexión a la acción
Este estudio propone estrategias prácticas y viables para abordar los problemas de remuneración del profesorado en Sudán del Sur y allana el camino para lograr mejoras sostenibles en la educación.
1. Aumentar la financiación de la educación
Abordar la escasez de recursos garantizando compromisos financieros más firmes tanto por parte del gobierno como de los donantes internacionales. Dar prioridad a la remuneración del profesorado como pilar esencial del desarrollo educativo.
2. Agilizar los sistemas de nóminas
Revisar los procesos burocráticos ineficientes para reducir los retrasos salariales. Implantar sistemas de pago digitales puede garantizar pagos regulares y fiables.
3. Revalorizar la profesión docente
Mejorar la situación social y económica del profesorado mediante el reconocimiento de sus contribuciones. Ofrecer oportunidades de desarrollo profesional para mejorar los índices de retención y atraer nuevos talentos a la profesión.
Recomendaciones
Para abordar los retos estructurales y satisfacer las necesidades de los distintos perfiles de docentes —funcionarios del gobierno, apoyados por los socios del clúster y apoyados por ACNUR—, este estudio recomienda un enfoque multifacético:
Conciliación de los atrasos salariales
- Liquidar los salarios pendientes al profesorado en nómina del gobierno.
- Mejorar la coordinación entre el Ministerio de Educación General e Instrucción (MoGEI), el Ministerio de Finanzas y Planificación (MoFP) y los donantes para garantizar que los atrasos salariales se desembolsen de manera efectiva.
Intervenciones inmediatas
- Para el profesorado en nómina del gobierno: Reanudar los pagos de manera inmediata y aumentar progresivamente los salarios hasta alcanzar un nivel digno para vivir.
- Para el profesorado que recibe el apoyo de los socios del clúster: Armonizar los salarios entre los distintos socios ejecutores y garantizar pagos mensuales puntuales, ajustados a la inflación.
- Para el profesorado que recibe el apoyo de ACNUR: Proporcionar salarios estables, acordes con la experiencia y las cualificaciones, y desarrollar mecanismos de armonización salarial intersectorial.
- Implantar sistemas de pensiones y seguros para todos los perfiles con el fin de mejorar su estabilidad económica.
- Agilizar los sistemas de pago digitales y manuales para garantizar que los salarios se desembolsen de manera justa y puntual.
Soluciones a largo plazo
- Para todos los perfiles de docentes: Desarrollar un Sistema de Información sobre la Gestión de la Educación (EMIS) y un Sistema de Información sobre la Gestión de la Educación de los Refugiados (REMIS) que permitan hacer un seguimiento de las nóminas, las cualificaciones y las asignaciones del profesorado.
- Para el profesorado voluntario y refugiado: Ampliar las vías de certificación para permitir al profesorado experimentado regularizar sus funciones y acceder a los sistemas gubernamentales.
- Para el profesorado sindicalizado: Reforzar el sindicato de docentes y promover una colaboración más amplia entre las partes interesadas para optimizar los recursos, defender las necesidades del profesorado y garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
Estas estrategias específicas tienen por objeto crear un sistema de remuneración sólido e inclusivo que responda a las diversas necesidades del personal docente de Sudán del Sur.
Invertir en el profesorado para reconstruir Sudán del Sur
La ruptura del contrato social entre el gobierno de Sudán del Sur y sus docentes (entre otros funcionarios) ha debilitado la estabilidad del sistema educativo. El personal docente es el pilar fundamental del sistema educativo de Sudán del Sur, pero las actuales estructuras salariales no les proporcionan el apoyo adecuado. Para restablecer la confianza y la estabilidad es fundamental abordar los atrasos salariales, armonizar los sistemas de pago y reforzar la gobernanza.
Al priorizar el bienestar del personal docente, Sudán del Sur puede reconstruir este contrato social fundamental y crear un sistema educativo resiliente y próspero. Este estudio ofrece una hoja de ruta para la reforma estructural con el fin de garantizar que el profesorado reciba apoyo, motivación y capacitación para desempeñar sus funciones. Invertir en el personal docente no solo es una obligación moral, sino un paso crucial para reconstruir el futuro de la nación.
Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.