Ei-iE

Recopilación de datos y privacidad en la educación

Resolución del 10º Congreso Mundial

publicado 2 agosto 2024 actualizado 15 octubre 2024
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El 10° Congreso Mundial de la Internacional de la Educación (IE), reunido en Buenos Aires (Argentina) del 29 de julio al 2 de agosto 2024:

  1. En el 8º Congreso Mundial de la IE celebrado en Bangkok, las resoluciones presentadas sobre el Futuro de la profesión docente y sobre la Relación entre la tecnología de la información y la comunicación, la política docente y el aprendizaje del estudiante, ya apuntaban al creciente impacto de la tecnología y la inteligencia artificial (IA) en la educación. En los últimos años, también ha quedado cada vez más patente que la recopilación de datos asociada a esta digitalización plantea retos adicionales.
  2. El auge de la digitalización y las herramientas tecnológicas en el ámbito educativo están provocando que la educación se apoye cada vez más en la información obtenida. Esto podría ser útil, siempre y cuando los datos extraídos a través de esas herramientas se recopilen respetando la privacidad del alumnado y del personal docente, quede claro cómo y para qué se recopilan, qué ocurrirá con ellos después y durante cuánto tiempo se almacenarán, entre otras cosas. La recopilación de datos debería realizarse para mejorar la calidad de la educación, no para generar beneficios.
  3. La educación es un trabajo que involucra a personas. No se puede basar únicamente en datos. De hecho, los datos suelen ignorar los múltiples factores contextuales que influyen en la labor del personal docente y en el aprendizaje del alumnado. Los datos deberían estar siempre al servicio de la labor docente, no al revés.
  4. Hoy en día, las garantías sobre el manejo correcto y respetuoso de los datos relativos a la educación recopilados a nivel local, nacional y mundial son muy limitadas. Tampoco hay garantías de que estos datos no se utilicen para limitar la autonomía del personal educativo. Por eso es necesario que los sindicatos de la educación actuemos al respecto. Porque, una vez más, es fundamental que "el personal educativo y sus sindicatos asuman el liderazgo".

Considerando que

  1. Las herramientas digitales y la inteligencia artificial han llegado para quedarse, también en la educación, y siguen evolucionando rápidamente;
  2. Ofrecen oportunidades, pero también plantean grandes retos;
  3. El uso de herramientas digitales y la IA también implica la recopilación de datos a gran escala del alumnado y del personal docente;
  4. En muchos casos no queda claro a quién pertenecen esos datos, qué datos se recopilan, cuánto tiempo se conservan y qué implicaciones tienen para la privacidad del alumnado y del personal docente;
  5. La definición de "privacidad" y cómo debería protegerse a escala mundial puede diferir;
  6. El tratamiento de esos datos puede otorgar a las empresas privadas y a los gobiernos un gran poder sobre los planes de estudios y las metodologías didácticas en la educación, conducir a una gran estandarización de la enseñanza y poner en riesgo la autonomía del profesorado y la libertad pedagógica;
  7. La digitalización y la recopilación de datos no son neutrales. Influyen en la concepción de lo que es una (buena) educación y en la configuración del proceso de enseñanza y aprendizaje.

Preocupado por

  1. Salvaguardar los derechos humanos y de la infancia, especialmente en lo que respecta a la protección de la privacidad del personal docente y el alumnado;
  2. El hecho de que se instale un enfoque demasiado técnico de la educación. Trabajar en la educación es trabajar con personas;
  3. El impacto de las multinacionales con fines de lucro y los gobiernos en el contenido de la educación y en el trabajo y la autonomía del personal educativo;
  4. El hecho de que los sesgos y los estereotipos contenidos en los macrodatos pueden dar lugar a resultados discriminatorios, también en el ámbito educativo;
  5. La excesiva unilateralidad en el uso de los datos generados por la IA en la evaluación del profesorado y el alumnado.

El 10º Congreso Mundial insta a la IE y a sus organizaciones miembros a:

  1. Continuar con la investigación permanente y las acciones de presión sobre el uso de la IA, las herramientas tecnológicas y la recopilación de datos en la educación en todo el mundo;
  2. Establecer una definición clara de lo que significa "privacidad";
  3. Destacar siempre que el derecho a la privacidad forma parte de los derechos universales de la infancia y de los derechos humanos;
  4. Establecer directrices (éticas) para el uso de la IA;
  5. Priorizar el principio del control humano y la participación humana en todos los casos y procesos, especialmente al emplear datos para evaluar al personal y al alumnado;
  6. Organizar una campaña a gran escala de educación y sensibilización entre todas las organizaciones miembros de la IE en torno a:
  1. la importancia de la privacidad a la hora de incorporar, adquirir y utilizar herramientas digitales;
  2. el impacto que los gobiernos y las multinacionales pueden tener mediante la recopilación de datos en el contenido educativo, la libertad pedagógica y la autonomía del personal educativo.
  1. Exigir que cualquier herramienta digital nueva para la educación se someta a una EIPD (evaluación de impacto sobre la protección de datos). Los creadores deberían estar obligados a hacer público dicho análisis de riesgos. De esta forma, los centros educativos, grupos y consejos escolares podrían adaptar sus políticas de adquisición en función de los resultados de la EIPD.
  2. Capacitar a las organizaciones miembros de la IE para negociar las cuestiones de privacidad con los gobiernos y las empresas a la hora de adquirir herramientas digitales;
  3. Animar a las organizaciones miembros a exigir transparencia en el uso de los datos a los creadores de herramientas digitales;
  4. Proporcionar a las organizaciones miembros herramientas que les permitan incorporar el uso de los datos en el diálogo social, incluso a nivel local. Debemos garantizar la transparencia asegurando la protección contra el uso comercial o punitivo de los datos recopilados en el ambiente laboral, así como el derecho al olvido.
  5. Aprovechar todas las oportunidades posibles, como sindicato mundial de la educación, para hacer valer el derecho a la privacidad del alumnado y del personal educativo ante los gobiernos de todo el mundo, a través de organizaciones supranacionales como la ONU, en cumbres como la del G8, y ante las empresas privadas y los principales actores de la tecnología educativa. Debería adoptarse como norma la minimización de datos.
  6. Seguir insistiendo, como sindicato mundial, en la importancia de los y las profesionales de la educación como únicos y verdaderos profesionales de la educación. Los datos, la IA y otras herramientas tecnológicas deberían estar al servicio de los y las profesionales, no al revés. Primero lo humano, no lo digital.