Hoy, la Internacional de la Educación, en un seminario web conjunto con ActionAid y la Internacional de Servicios Públicos, instó al Fondo Monetario Internacional (FMI) a dejar de aconsejar a los países que recorten o congelen la masa salarial del sector público.
El FMI concede préstamos con “compromisos” de los Gobiernos para aplicar medidas de austeridad nuevas o renovadas
En el contexto de la pandemia de COVID-19, aunque el FMI actuó con rapidez ante las necesidades urgentes de los países con la concesión de préstamos de emergencia a corto plazo, un nuevo estudio indica que los préstamos distribuidos entre abril y julio de este año contienen “compromisos” de los Gobiernos para aplicar medidas de austeridad nuevas o renovadas tan pronto como la crisis de salud actual alcance su punto más crítico, sin tener en cuenta apenas cualquier período de recuperación.
Las denominadas medidas para aumentar la “eficiencia” obstaculizan la capacidad de los Gobiernos de garantizar el derecho a la educación
Las limitaciones a la masa salarial del sector público son un elemento fundamental de las políticas de austeridad y han tenido efectos desastrosos en el sector de la educación. En el seminario web, Haldis Holst, Secretaria General Adjunta de la Internacional de la Educación, señaló las diversas maneras en que las limitaciones a la masa salarial afectan tanto al personal laboral del sector educativo como al alumnado sobre el terreno. Explicó que, en el sector de la educación, las limitaciones a la masa salarial del sector público dan lugar a la escasez de docentes, recortes salariales, la desprofesionalización y, finalmente, el deterioro de la calidad de la educación. Esto afecta en mayor medida al alumnado más vulnerable y puede conducir a un incremento en la privatización de la educación. “No se trata solo de presupuestos, sino de personas”, sostuvo, además de destacar que estas denominadas medidas para aumentar la “eficiencia” obstaculizan la capacidad de los Gobiernos de garantizar el derecho a la educación de niñas y niños.
La Internacional de la Educación cree que la única manera de salir de la crisis de la educación producto de la pandemia de COVID-19 y volver a la senda del logro del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4 para 2030 es incrementando el gasto en educación. La inversión urgente en educación no solo es crucial para dar a cada niño y niña la educación que se merecen, sino que también es importante invertir en educación de modo que se impulse más la recuperación social y económica. Holst declaró que “cuando se trata de la educación, no podemos reducir costos. En lugar de eso, debemos invertir en educación ahora para tener logros a largo plazo”.
El FMI pone a los países una “camisa de fuerza”
Leo Baunach, Director de la oficina de Washington de la Confederación Sindical Internacional y la Agrupación Global Unions, explicó cómo el FMI, pese a que ya no “exige” técnicamente a los Gobiernos que recorten la masa salarial, pone a los países una “camisa de fuerza” al presionarlos para suprimir el gasto como parte de ajustes económicos más amplios.
La Secretaria General de la Internacional de Servicios Públicos, Rosa Pavanelli, también enfatizó que, básicamente, “esta es una crisis sistémica”, y Holst, en su intervención de clausura recordó crucialmente al público participante que “la economía es política”, y que cuando se trata de fórmulas para el crecimiento, no hay una solución que sirva para todos los casos. Los países deben decidir sus propias vías de recuperación, poniendo a las personas en el centro de cualquier plan.
Declaraciones sindicales en favor de una mayor inversión para lograr los ODS y en contra de las medidas de austeridad
Dado que las Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial tendrán lugar este fin de semana, la Internacional de la Educación se ha sumado a la Agrupación Global Unions para elaborar una declaración en la que se hace un llamado a las instituciones financieras internacionales para que apoyen las inversiones públicas. La declaración sostiene que las Reuniones Anuales deberían ser un punto de inflexión, por medio de un plan global para financiar plenamente los ODS. Lo más importante es que, además, pide poner fin a la promoción de los recortes de la masa salarial en el sector público que amenaza la provisión de una educación de calidad, y que la Corporación Financiera Internacional, miembro del Grupo del Banco Mundial, haga permanente la congelación de las inversiones en las escuelas primarias y secundarias con fines de lucro.
La Internacional de la Educación también se ha unido a sindicatos y organizaciones de la sociedad civil de múltiples sectores para realizar una declaración que exige al FMI que deje de promover políticas de austeridad en todo el mundo.