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Photo: Javier Entrerriano / Flickr
Photo: Javier Entrerriano / Flickr

“Los sindicatos de la educación y la lucha por la democracia”, por Hugo Yasky.

publicado 25 julio 2019 actualizado 24 julio 2019
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“Rumbo al Centenario de Paulo Freire cuyas enseñanzas siguen impregnando nuestras acciones, el Movimiento Pedagógico Latinoamericano, la IEAL y las organizaciones nacionales que la integran somos la expresión de la voluntad colectiva de defender la educación como un derecho social y un instrumento gravitante para la emancipación de nuestros pueblos”. (Extracto de la Declaración de la XII Conferencia Regional de la Internacional de la Educación América Latina, abril de 2019).

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A inicios de este siglo, la clase trabajadora del mundo puso los ojos en América Latina al comprobar cómo nuestros pueblos iban colocando en el poder a gobiernos del campo democrático y popular. Estos gobiernos fortalecieron las políticas públicas, las industrias nacionales y la integración regional, al tiempo que buscaban construir proyectos políticos distintos del consenso de Washington que habían generado en la región contextos de desigualdad y de exclusión lacerantes.

Ese periodo democrático permitió un gran avance en materia de derechos humanos, generación de empleo, mejora en la cobertura educativa y de erradicación de la pobreza, pero no estuvo libre de tensiones y contradicciones en el movimiento social y sindical, ni mucho menos, de una gestión constante de los grupos de derecha, dueños de la prensa conservadora, quienes buscaban volver al poder y retomar sus proyectos políticos hegemónicos.

Tras más de una década de democracias populares, los gobiernos neoliberales y neoconservadores han vuelto al poder en América Latina. Al igual que ocurre en Europa, EEUU y países del Asia, gobiernos como el de Honduras, el de Brasil y el de Argentina, se nutren de discursos de odio, mientras impulsan una agenda de profundos retrocesos en materia de derechos, retrocesos que afecta principalmente a la clase trabajadora.

No en vano, este Congreso Mundial de la IE pone la atención de 32 millones de docentes en las amenazas a la democracia, los derechos sindicales y la privatización de la educación. En América Latina, estas amenazas son encabezadas por los gobiernos neoliberales, que se acompañan de discursos de “transparencia” y de “gestión de calidad” y quieren maquillar el desmantelamiento del Estado y su ataque a las políticas públicas, como soluciones meramente “técnicas” e incluso “apolíticas”, cuando en realidad están imponiendo proyectos de un signo neoliberal con una clara ideología anti derechos. Al igual que se planteó en la década de los 80´s y 90´s, los sectores conservadores ven en el Estado y en el acceso universal y gratuito a los servicios públicos, un obstáculo para hacer negocios. Desde hace un tiempo, los neoliberales adquirieron nuevas habilidades y ahora, en lugar de querer arrasar con el Estado, buscan reducirlo al “mínimo necesario” que les permita gobernar con el formato de las Alianzas Público- Privadas(APP) y aumentar el lucro privado a través de los fondos públicos.

En casi toda la región, los Ministerios de Educación han naturalizado las alianzas público-privadas y las presentan como la vía para lograr la supuesta calidad, la cobertura y para traer una supuesta “innovación” alasaulas. En República Dominicana, Costa Rica, Colombia, Perú y Uruguay, las APP son una forma legal en que las empresas privadas y ONG´s lucran con fondos públicos mediante la venta de diseño de currículo, capacitación y evaluación docente, diseño de materiales educativos y plataformas digitales, etc.

Dichas alianzas público- privadas a favor del lucro y de la comercialización de los derechos están respaldadas y muchas veces diseñadas, por los actores globales como la Organización para la Cooperación yel Desarrollo Económico (OCDE) y las instituciones del Breton Woods (Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial) que insisten en condicionar la entrega de fondos a reformas regresivas del Estado yal recorte en inversión pública.

Basta estudiar las agendas que tienen en educación la OCDE, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), paracomprobar que estas reformas reproducen las recetas fracasadas de la década de los 90´s y una vez más,impulsan políticas basadas en el recorte y la desregulación.Las organizaciones sindicales estamos enfrentando además, una tendencia que crece dentro de los gobiernos como es la presencia permanente del sector privado empresarial y de las organizaciones no gubernamentales (ONG´s) en las mesas donde se diseñan y se definen las políticas educativas. Esta tendencia está legitimada por el Sistema de Naciones Unidas y las burocracias de la cooperación internacional, las cuales muchas veces incluso promueven a estos sectores como sustitutos de las organizaciones sindicales. Para ello apelan a una novedosa definición de “sociedad civil” que deja afuera a las representaciones de los educadores y le confiere un protagonismo excluyente a los empresarios y a las fundaciones financiadas por las corporaciones.

Los organismos financieros internacionales, la cooperación al desarrollo (impulsada por distintas organizaciones que se auto denominan filantrópicas) y los grupos empresariales con el beneplácito de las autoridades educativas,quieren convertir a los sistemas educativos desde México hasta Tierra del Fuego, en una suerte de laboratorios donde ellos pueden experimentar con políticas y programas que convierten a la escuela pública y al proceso educativo en espacios de comercio, de control de pensamiento, de exclusión y de disciplinamiento de trabajadores y de estudiantes.Los gobiernos neoliberales profundizan el endeudamiento de nuestros países y adquieren nuevos compromisoscon e BID y el Banco Mundial para implementar políticas educativas que desmantelan el sistema de educación pública, destruyen el trabajo en el sector educativo y sostienen el lucro privado con fondos públicos.

Es por eso que permanentementea nuestras escuelas y nuestros colegios llegan iniciativas que eliminan contenidos educativos, limitando la malla curricular al aprendizaje de la lengua, las matemáticas y algunas competencias para el empleo; condicionan el financiamiento educativo al desempeño y fomentan la competencia por fondos entre centros educativos y entre docentes; desconocen el valor del trabajo docente e imponen relaciones de trabajo desreguladas y precarias, y también desconocen el sentido del encuentro con otros en los espacios educativos, sustituyendo los momentos presenciales por la educación a distancia y en plataformas digitales. En países como México y Brasil, las IFI´s han apoyado reformas que eliminan más del 60% de los contenidos curriculares en secundaria y en esa misma línea, la OCDE le ha recomendado a Uruguay, Costa Rica y a Colombia enfocar el proceso educativo en competencias para el empleo.Todo esto sucede al tiempo que se insiste en someter a nuestros sistemas educativos a procesos de evaluación estandarizada y se libra una batalla permanente contra la educación pública y contra las y los trabajadores de la educación, desde los medios de comunicación conservadores.

En tiempos de democracia y de elecciones libres, estos gobiernos quieren imponer la educación disciplinadora, colonialista y alienada que tan útil les es a las dictaduras y a los gobiernos totalitarios. Ante este tipo de iniciativas mercantiles y anti pedagógicas, las y los trabajadores de la educación vamos siendo cada día mas despojados de nuestra libertad de pensamiento y la creatividad pedagógica para encasillarnos dentro del modelo estandarizado del docente ejecutor de curriculas mínimas que “mide” ambas evaluaciones

Ante estos experimentos, las y los docentes hemos respondido reforzando nuestro quehacer en el aula para acompañar a nuestros estudiantes en la construcción de su propio pensamiento crítico, que los oriente siempre hacia la búsqueda permanente de la libertad y de los derechos.

Ahora más que nunca es necesario guiarnos por el mandato del Movimiento Pedagógico Latinoamericano, para detener el comercio y la privatización de la educación pública, construir pensamiento crítico con las comunidades educativas y sobre todo,expresar este pensamiento en el proceso deconstrucción del modelo pedagógico y de las políticas educativas en nuestros países.

Dentro de cuatro años, nuestro Congreso Mundial de la Internacional de la Educación se celebrará en América Latina. Desde ya, damos la bienvenida a las y los trabajadores de la educación del mundo, para reforzar nuestro compromiso internacionalista y idear propuestas para organizar, representar y movilizar a todas las trabajadoras y trabajadores y construir, una vez más, las democracias que ofrezcan suelos fértiles para la libertad, la soberanía, los derechos y las utopías.

Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.