[En 2015, los gobiernos se comprometieron a lograr una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todas las personas antes de 2030 (Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, ODS 4). Cuatro años más tarde, el mundo no parece estar en condiciones de lograr ese objetivo. Esta serie de miniblogs ilustra algunos de los muchos obstáculos que impiden que se alcance el ODS 4 desde el punto de vista de los y las docentes y del personal de apoyo educativo]. A lo largo de las próximas dos semanas se publicarán cinco casos prácticos de Marruecos, Filipinas, Turquía, el Reino Unido y Ghana, coincidiendo con el Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas, en el que se realizará por primera vez una revisión en profundidad del ODS 4.
Hoy los líderes que se reúnen en el Foro Político de Alto Nivel que se celebra en Nueva York evaluarán el progreso en relación con el ODS 4. Para conmemorar la ocasión, la Internacional de la Educación ha preguntado a docentes y personal de apoyo educativo sobre la situación respecto a la educación de calidad para todas las personas y la repuesta ha sido clara: el mundo no va por buen camino para lograr el ODS 4 de aquí a 2030. No hay suficientes gobiernos que hayan tomado las medidas necesarias para lograr este objetivo y algunos han puesto en marcha políticas directamente contrarias al programa.
Aumenta la privatización de la educación y hay recortes en la financiación de la educación pública, lo cual impide que las personas en situación de vulnerabilidad accedan a una educación de calidad. Los y las docentes y el personal de apoyo educativo no gozan de buenas condiciones laborales ni de empleo (contratos precarios, entornos laborales poco seguros, cargas de trabajo elevadas, salarios reducidos...) y continúa reduciéndose la consideración que se tiene de su labor. Se violan los derechos sindicales y humanos básicos de los docentes y no se los incluye de forma adecuada en la elaboración de políticas. La discriminación en contra de las minorías se ha multiplicado con el auge de la extrema derecha y los y las estudiantes vulnerables no reciben el apoyo necesario para acceder, aprovechar y permanecer en el ámbito educativo. A menudo los docentes no disponen de la autonomía profesional o del apoyo necesarios para instruir a sus estudiantes acerca de la educación para el desarrollo sostenible, incluyendo el cambio climático, y se sigue relegando el tema a un segundo plano a pesar de desempeñar un papel clave en el programa de los ODS.
Esta serie de miniblogs muestra lo lejos que estamos de lograr el ODS 4 en algunos países. En Marruecos el gobierno ha contratado recientemente a 55 000 docentes con contratos precarios; en Filipinas se niega a los y las estudiantes indígenas el derecho a una educación pertinente, segura y de calidad en escuelas lumad; en Turquía se violan los derechos sindicales y humanos y se encarcela a quienes trabajan en el entorno académico; en el Reino Unido se ha reducido la financiación para educación, el ODS 4 no es una prioridad en la esfera nacional y la financiación públicase utiliza para apoyar la educación privada; y en Ghana, en lugar de financiar y reforzar de manera sostenible el sistema educativo público, el gobierno participa en nuevas iniciativas para privatizar la educación.
Hay muchos obstáculos, pero aún se puede lograr el ODS 4 de aquí a 2030. Aún es posible cambiar de ruta, recuperar el tiempo perdido y garantizar una educación de calidad para todas y todos antes de 2030 si los gobiernos toman medidas urgentes ya y se toman en serio su compromiso con el ODS 4.
Para poder volver a ponerse en marcha, los gobiernos deben demostrar que su compromiso con los ODS es más que palabras vacías, más que el uso de la terminología de los ODS en políticas existentes y más que los informes de progreso positivo que se publican de cara a la comunidad internacional. Es urgente que los gobiernos se aseguren de que cuentan con planes claros, realistas y con financiación para la aplicación de medidas de aquí a 2030. Deben disponer de mecanismos de coordinación adecuados y de liderazgo en los gobiernos para monitorizar e impulsar las medidas. Deben respaldar sus promesas con inversión para garantizar que se priorizan y se financian adecuadamente los ODS. Deben reevaluar de manera crítica las políticas existentes y cambiar los elementos que dificulten la consecución de los ODS. Lograr el ODS 4 no será posible si se atacan la democracia, los derechos humanos o la educación pública.
Por último, para volver a ponerse en marcha para lograr el ODS 4 los gobiernos deben escuchar y empoderar a quienes trabajan en el terreno, los docentes y el personal de apoyo educativo, que, como expertos en educación, son las personas más cualificadas para identificar éxitos y obstáculos. Esta serie de miniblogs muestra cómo los sindicatos de educación contribuyen de forma activa a la consecución de los ODS defendiendo los derechos básicos de estudiantes y docentes y promoviendo el respeto de los principios transformadores de los ODS. Aunque cumplir los ODS es una responsabilidad de los gobiernos, los y las docentes y sus sindicatos son partes políticas clave para impulsar el progreso hacia el ODS 4 y hacia un mundo mejor para todas las personas.
Queda esperanza. Podemos volver a ponernos en marcha para lograr el ODS 4, pero nos estamos quedando sin tiempo. La Internacional de la Educación insta a los gobiernos a actuar ya.
[Descargar «Off Track: los y las docentes evalúan el progreso realizado hacia el ODS 4» aquí y el resumen en francés, inglés y español
Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.