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Photo: UNICEF/Kim
Photo: UNICEF/Kim

por Etienne-Paulin Songoli

Los derechos humanos son una cuestión recurrente en el sector de la educación en la República Centroafricana. Las problemáticas abordadas conciernen tanto a la condición del personal docente como a la calidad de las infraestructuras y los métodos pedagógicos.

La República Centroafricana es un país enclavado en África Central, con 4,5 millones de habitantes y un área de 623 000 km2 (más grande que Francia). Nuestro país es rico en recursos naturales, principalmente uranio, oro, diamantes y petróleo. El sistema educativo está muy dañado debido al escaso presupuesto que se le asigna. Las infraestructuras escolares son muy limitadas, lo cual ha provocado la proliferación de las escuelas privadas.

El actual presidente desde 2016, Faustin-Archange Touadera,  y su primer ministro, Mathieu-Simplice Sarandji, han incrementado el presupuesto para la educación de un 8 % a un 15 % del PIB. Posiblemente porque ambos fueron docentes y conocen bien los problemas a los que se enfrenta la educación.

El país es víctima de varios conflictos regionales y religiosos. Muchas escuelas situadas en las zonas de conflicto han tenido que cerrar sus puertas porque el personal docente y el alumnado han huido hacia la RDC, Camerún o a la República del Congo. También hay muchos desplazados internos. El pasado mes de septiembre, las comunidades de Alindao, al este del país, sufrieron ataques de milicias armadas, que cometieron abusos a lo largo de docenas de kilómetros y desplazaron masivamente a las poblaciones de los pueblos cercanos. A pesar del despliegue de cascos azules de la MINUSCA, las bandas armadas siguen activas en muchas regiones del país. La violencia y la inestabilidad han debilitado a todas las instituciones nacionales, incluida la educación.

El estatus del personal educativo ha empeorado mucho y no hay suficientes docentes formados/as. Aunque los salarios son bajos, el personal sufre grandes retrasos en los pagos. Estos retrasos comenzaron en 1992-1993 y desde entonces siguen acumulándose, y la escala salarial no ha cambiado. Los salarios de 2001-2002 siguen impagados a día de hoy.

Esta situación favorece la corrupción y el abandono de la profesión.

La formación sigue siendo un punto de mejora, muchos/as docentes reciben un programa de formación acelerado de nueve meses, a menudo financiado por nuestros socios de cooperación al desarrollo. Muchos/as agentes educativos superiores, titulares de un simple certificado de estudios secundarios, son contratados por establecimientos privados sin tener ninguna formación especializada.

Normalmente, el personal educativo de primaria tiene un título de estudios superiores (bac+2) de una École Normale (la institución de formación docente). En el primer ciclo de secundaria, formación técnica y alfabetización, el personal docente tiene una diplomatura (bac+3) y el personal del segundo ciclo de secundaria tiene una licenciatura (bac+4), todos de la École Normale Supérieure.

También hay muchos docentes interinos o con contratos definidos, a veces de los ministerios de Salud, Aguas y Bosques o Economía y Finanzas.

Las mujeres apenas están representadas, aunque ahora cada vez hay más mujeres interesadas en la docencia. También hay más mujeres nombradas directoras de escuelas de primaria, administradoras (un puesto que suelen ocupar las mujeres en la República Centroafricana) y bedeles en los establecimientos de secundaria, directoras, directoras generales, jefas de servicio y jefas de departamento en el Ministerio de Educación Nacional.

Las condiciones de enseñanza, y por tanto las condiciones de aprendizaje, son muy difíciles, con una ratio estudiantes/docente muy alta, falta de docentes, instalaciones inadecuadas y materiales didácticos inapropiados.

Esta situación debería propiciar la movilización sindical pero, desafortunadamente, la proliferación de sindicatos de docentes no permite un diálogo constructivo con las autoridades. Actualmente hay más de trece sindicatos de docentes, de los cuales solo uno está afiliado a la IE: el Syndicat National des Enseignants Autonomes de Centrafrique(SYNEAC), al cual represento. Nuestro sindicato ha participado regularmente en los diálogos, incluido el Gran Debate Nacional de 1992, el Diálogo Nacional de 2004 y el Foro de 2016. Algunas de estas negociaciones entre el gobierno y el sindicato han tenido como resultado declaraciones conjuntas, pero la implementación de los acuerdos todavía no ha tenido lugar.

Etienne-Paulin Songoli  es Secretario Genreal del Syndicat national des enseignants autonomes de Centrafrique (SYNEAC). Primero maestro de primaria, después profesor de matemáticas y más tarde administrador escolar y universitario tras una formación en administración pública en la École Nationale d’Administration (ENA) en Francia.

Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.