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Bélgica: las próximas elecciones ponen en peligro el futuro del Pacto de excelencia en Valonia y Bruselas

publicado 31 agosto 2018 actualizado 5 septiembre 2018
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El comienzo del año escolar en Bélgica y la cercanía de las elecciones han empujado a los sindicatos de docentes a iniciar una carrera contrarreloj para dar cuerpo al Pacto de excelencia, cuyo objetivo es garantizar la educación de calidad para todos/as.

Los/las 900.000 estudiantes de la Comunidad Francesa de Bélgica vuelven a las aulas, al igual que sus 100.000 profesores/as. Este regreso a la escuela es el último bajo la legislatura que determinó el 'Pacto de excelencia en educación'. Durante más de tres años, las diferentes partes interesadas en el sector de la educación, es decir, las instancias encargadas de la organización, los sindicatos de docentes y las asociaciones de padres, han trabajado muy duro para conformar la escuela del futuro, con el objetivo de hacerla más eficiente y menos desigual.

Sindicatos de docentes: “Como partes del Pacto, ¡hemos hecho nuestro trabajo!”

Aunque algunas medidas ya han tomado forma, en particular la contratación de docentes adicionales y la prestación de un mejor apoyo administrativo a los altos cargos en la educación básica, la mayor parte de los textos legislativos necesarios para esta reforma todavía no ha sido aprobada.

“Ahora la pelota está claramente en el tejado de los responsables políticos. ¡Son ellos los que tienen que actuar!”, insiste Eugène Ernst, del sindicato de docentes CSC-Enseignement. “Como partes del Pacto, ¡hemos hecho nuestro trabajo!”

“Si la labor del Pacto ha llevado mucho más tiempo de lo previsto es porque hemos tenido que celebrar muchas consultas para garantizar que todo el mundo esté de acuerdo. Por lo tanto, habida cuenta de las próximas elecciones locales, que tomarán todo el tiempo y la energía de los/las dirigentes políticos/as hasta mediados de octubre de 2018, y posteriormente la campaña para las elecciones legislativas, regionales y europeas el 26 de mayo 2019, contamos como máximo con seis meses para alcanzar un acuerdo y votar el mayor número posible de textos, así que es una 'verdadera carrera contrarreloj'".

Una lista de tareas pendientes impresionante

Tampoco queda mucho tiempo para completar la lista de tareas pendientes del Pacto: el decreto sobre las directrices para escuelas que todavía se encuentran en dificultades, el establecimiento de la reforma de las inspecciones o la validación del decreto para la contratación de directores/as de escuela.

En mayo de 2018, la redefinición programada del volumen de trabajo en el marco del Pacto suscitó la oposición de los sindicatos, que amenazaron con ir a la huelga. También es necesario alcanzar un acuerdo en esta área. La reforma de la formación inicial para docentes, que se supone que aumentará de tres a cuatro años, todavía no ha sido validada formalmente.

La reforma de la formación inicial para docentes, que se supone que aumentará de tres a cuatro años, todavía no ha sido validada formalmente. Los parámetros del futuro programa básico (destinado a garantizar la continuación de la educación desde la educación infantil hasta el tercer año de escuela secundaria) todavía se están elaborando, aunque esta reforma debería, en teoría, comenzar en las escuelas infantiles al comienzo del año escolar en 2019.

Además, todavía es necesario que haya una división en la educación entre las autoridades organizativas y el organismo regulador de la Comunidad Francesa de Bélgica, con la dificultad adicional de que el Partido Socialista (PS) y el Centro Democrático Humanitario (CDH) deben obtener el apoyo de la oposición, el Movimiento Reformista (MR), ya que la reforma exige una mayoría de dos tercios.

Las preocupaciones de las partes interesadas del sector de la educación

Como consecuencia, aunque el proceso del Pacto ha avanzado mucho, estamos muy lejos de haber alcanzado un punto de no retorno y no existe ninguna garantía de que la próxima coalición en el poder en la Comunidad Francesa llevará a cabo la tarea con el mismo espíritu, y exactamente con los mismos planes.

“Si los textos y los decretos no se aprueban antes de que acabe la legislatura, ¡creo que será el fin del Pacto!”, predice categóricamente Joseph Thonon, presidente comunitario de la Centrale générale des services publics(CSGP)-Enseignement.

Y sin embargo, desde que el CDH repudiara públicamente al PS el año pasado, todo el mundo espera un cambio de mayoría después de 2019, con el MR a la cabeza.

Por su parte, el MR ha repetido muchas veces que no desea en absoluto ampliar el programa básico hasta la edad de 15 años, una medida que forma parte del equilibrio delicado negociado por los autores del Pacto, que siempre han presentado la estructura como una unidad indisoluble.

“Por lo tanto, quedan muchas preguntas por contestar en relación con el futuro del Pacto”, señala Ernst. “No sabemos realmente qué va a pasar y tenemos curiosidad de ver cómo saldrán las cosas. Pero está claro que no vamos a permitir que pase cualquier cosa”.

Por este motivo, los sindicatos esperan que, a pesar de la diferencia de posiciones, los distintos partidos lleguen a un acuerdo tácito entre bastidores para que el Pacto tenga éxito, independientemente de la incertidumbre electoral.

Los/las políticos/as están dispuestos/as a acelerar el ritmo legislativo

Los/las políticos/as, claramente muy conscientes de lo que está en juego y de la urgencia, podrían acelerar el proceso muy rápidamente.

Así, actualmente circula la idea dentro del parlamento de la Comunidad Francesa de Bélgica de celebrar una reunión con la Comisión de Educación para aprobar el decreto sobre la orientación de las escuelas antes de la reapertura oficial del parlamento el 6 de septiembre de 2018. En ese caso, sería posible poner en marcha el proceso legislativo para trabajar en los numerosos decretos relacionados con el Pacto de aquí a la primavera del año que viene.