El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) celebrarán sus Reuniones de Primavera de 2012 en Washington, EE.UU., del 20 al 22 de abril. Los sindicatos mundiales, incluida la IE, representarán a los trabajadores en este evento clave.
Los sindicatos mundiales han publicado una declaración en la que defienden firmemente dos prioridades: un crecimiento basado en el trabajo y la reducción de la desigualdad. Para alcanzar estos objetivos fundamentales, la declaración proporciona un análisis exhaustivo del contexto actual, así como recomendaciones concretas para la recuperación económica.
Préstamos de emergencia
En la declaración, los sindicatos mundiales apoyan los préstamos de emergencia con tipos de interés bajos para que los países puedan evitar los desorbitados cargos por préstamo de las instituciones financieras privadas. Esta fuente de préstamo podría facilitarse a través de acuerdos regionales específicos, para la zona euro, por ejemplo, o mediante un acuerdo global gestionado por el FMI.
Cabe mencionar especialmente a Europa debido a su recesión económica renovada. De acuerdo con la declaración, "la zona euro probablemente requerirá muchos más recursos de los asignados hasta el momento". Sin embargo, también señala que "todavía no se ha adoptado ninguna decisión firme para incrementar los recursos financieros del fondo durante la última crisis".
Protección de las normas laborales básicas
Por otro lado, esta ayuda financiera debe apoyar estrategias de crecimiento "dando prioridad a las políticas con mayor impacto laboral", en lugar de "imponer una contracción económica a través de políticas de austeridad".
De hecho, los programas del FMI se centran principalmente en reformas orientadas a "flexibilizar" los mercados laborales. Esta medida está orientada en la dirección equivocada. La Organización Internacional del Trabajo estima que el número total de trabajadores en situación laboral vulnerable ha aumentado a 23 millones desde 2009.
Los sindicatos mundiales insisten en que la aplicación de medidas desreguladoras para incrementar la flexibilidad y reducir los gastos laborales resultan en un mayor desempleo a corto plazo. Un importante estudio de la OCDE concluyó que las reformas legislativas orientadas a incrementar la flexibilidad del mercado no tenían un impacto significativo en los índices de empleo, pero sí resultaban en una mayor desigualdad salarial.
Desarrollo de la protección social
La estrategia del Banco Mundial en materia de protección social y laboral 2012-2020 ha sido acogida positivamente, pero la declaración de los sindicatos mundiales destaca que todavía debe seguir desarrollándose. Por ejemplo, el BM debería garantizar "la aplicación de sus medidas sobre las reformas de las pensiones y las prestaciones por desempleo".
Por eso, los sindicatos mundiales invitan al BM a proponer un "año objetivo global" para la aplicación universal de un piso de protección social, es decir, un conjunto básico de derechos sociales. El BM también debería esforzarse más para ayudar a los países "a conseguir una financiación adecuada para los programas de protección social mediante la aplicación de, por ejemplo, políticas fiscales".
Regulación del sector financiero
Una de las demandas clave de los sindicatos mundiales a las instituciones financieras internacionales es que aborden las causas subyacentes de la crisis mediante una profunda reforma financiera del sector. Para ello, instan a estas instituciones a adoptar una acción coordinada con vistas a regular adecuadamente el sistema financiero mundial.
Esta acción coordinada implica un amplio abanico de medidas concretas, como aplicar un impuesto sobre las transacciones financieras, disociar las inversiones de riesgo de las operaciones bancarias corrientes, controlar la economía financiera sumergida, luchar contra la evasión fiscal por parte de las multinacionales y regular estrictamente a las agencias de calificación de riesgos.
Transparencia de la gobernanza
Por último, la declaración insta tanto al FMI como al BM a reconocer los graves problemas socioeconómicos y de gobernanza en Oriente Medio y el Norte de África durante la última década.
Los sindicatos mundiales exigen una mayor transparencia en relación con las negociaciones salariales y los programas de las instituciones financieras internacionales en estas regiones. En estos países están surgiendo nuevas estructuras de gobernanza, por lo que "los programas deberían seguir, y no dirigir, los diálogos nacionales orientados a establecer estrategias de desarrollo".
Con vistas a reducir la desigualdad a nivel mundial, también es necesario que las estructuras de gestión de ambas instituciones muestren transparencia y responsabilidad, así como una mayor representación de los países en desarrollo en sus órganos de gobierno.
Para leer la Declaración completa de los Sindicatos Mundiales para las Reuniones de Primavera 2012 del FMI y el Banco Mundial, pinche aquí