
Una delegación compuesta por 16 mujeres sindicalistas de la educación, provenientes de 12 países, participa en el 69º periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU para reclamar mayores inversiones en la educación pública, como un elemento clave para lograr la equidad de género en todo el mundo. La Comisión, que se reúne en Nueva York entre el 10 y el 21 de marzo, constituye el foro global más importante para promover la igualdad de género y los derechos de las mujeres a nivel global.
2025 marca el 30º aniversario desde la histórica adopción de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, el plan más progresista que jamás ha existido para promover los derechos de las mujeres. El 69º periodo de sesiones de Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU (UNCSW69 por sus siglas en inglés) se centrará en revisar la implementación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, evaluando los progresos logrados y los desafíos restantes.
En una entrevista con Mundos de la Educación, la secretaria general adjunta de la IE, Haldis Holst, subrayó que “resulta absolutamente esencial que la Internacional de la Educación y nuestras organizaciones afiliadas estén presentes en la UNCSW69. La mayoría de los 33 millones de personas afiliadas a nuestros sindicatos son mujeres y tenemos el mandado de defender e impulsar sus derechos a escala global. Además, muchos de los temas que se tratan en la UNCSW afectan al mundo del trabajo y son muy importantes para el personal de la educación. Como sindicatos, debemos estar allí para dar voz a las mujeres que impulsan la educación en todo el planeta”.
Representación de la Internacional de la Educación en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU
Durante una serie de eventos organizados en torno a la UNCSW69, la delegación de la Internacional de la Educación hará hincapié en la necesidad imperativa de invertir en una educación pública de calidad y gratuita, para garantizar el acceso a todas y todos, incluidas las personas más marginadas, y asegurarse de que se valore y respete al personal educativo. Este llamamiento a la acción es secundado por sindicalistas de la educación en el mundo entero, movilizándose en la campaña de la Internacional de la Educación ¡Por la pública! Creamos escuela.
“Somos conscientes de que la equidad de género requiere una educación inclusiva y de calidad para todas y todos. Abogamos por que los Gobiernos garanticen que todas las mujeres y niñas tengan un acceso igualitario a una educación gratuita, inclusiva y de calidad y a la formación permanente. Estamos reclamando salarios competitivos, condiciones laborales justas y desarrollo profesional continuo para el profesorado, una profesión eminentemente femenina en muchas partes del mundo y que constituye el factor único más importante para lograr una educación de calidad. Hay que paliar el déficit mundial de profesorado aplicando las Recomendaciones de las Naciones Unidas para conseguir una profesión docente fuerte y resiliente”, indicó Holst.
La Internacional de la Educación aboga asimismo por que los Gobiernos colaboren con el personal educativo y con sus sindicatos para combatir la violencia de género en el entorno escolar y lograr que las comunidades escolares sean espacios seguros para alumnos, docentes y personal de apoyo educativo
El movimiento sindical internacional reclama un Nuevo Contrato Social basado en una agenda transformadora respecto al género
La Internacional de la Educación aúna también fuerzas con el movimiento sindical internacional más amplio con ocasión de la UNCSW69. Reunidos en la Agrupación Global Unions, reclaman una acción urgente para un Nuevo Contrato Social transformador en materia de género. Piden que se respeten los derechos laborales de las mujeres, que se ponga fin a la violencia de género y que se lleven a cabo reformas integrales en el ámbito de los cuidados, la transición digital y la equidad salarial. Estas medidas apuntan a desmantelar las barreras estructurales y lograr una verdadera justicia de género frente a las múltiples crisis mundiales.
Un elemento centrar de las reivindicaciones sindicales es el llamamiento a los Gobiernos para la ratificación y aplicación efectiva del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo, a fin de acabar con la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.
Adicionalmente, el movimiento sindical internacional trabajará para asegurarse de que la Declaración de Beijing+30 (el documento de resultados del 69º periodo de sesiones) ponga de relieve el vínculo existente entre la igualdad de género y una paz sostenible. En contextos de conflicto armado, la participación igualitaria y la plena implicación de las mujeres en todas las labores enfocadas a la promoción de la paz y la seguridad –incluidas las negociaciones de paz y los servicios públicos esenciales de primera línea– deben respaldarse mediante una financiación adecuada. Al mismo tiempo, es preciso garantizar la protección de las mujeres frente a la violencia en las zonas de conflicto, Las escuelas han de constituir refugios seguros y el profesorado contar con el apoyo necesario. Las oportunidades económicas para las mujeres en el proceso de reconstrucción posterior a un conflicto son igualmente importantes, como lo es la promoción del trabajo decente como vía hacia una paz y estabilidad sostenibles.