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UN Photo/Eskinder Debebe
UN Photo/Eskinder Debebe

El profesorado, en el centro del plan educativo de las Naciones Unidas

publicado 12 julio 2024 actualizado 23 julio 2024
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NUEVA YORK – Apenas unos meses después de que un grupo de especialistas sobre la profesión docente de las Naciones Unidas publicara una serie de innovadoras recomendaciones, António Guterres, secretario general de la ONU, salía el pasado a miércoles a declarar que "el profesorado debe situarse en el centro de la educación" mediante lo que denominó "un plan de cuatro puntos ideado para poner fin a la crisis educativa mundial".

"Debemos apoyar a las mujeres y los hombres que están en primera línea del sector de la educación: el profesorado", afirmaba Guterres. "Tras la Cumbre sobre la Transformación de la Educación, el Grupo de Alto Nivel sobre la Profesión Docente ha elaborado una serie de recomendaciones concretas para garantizar que cada alumno y alumna tenga acceso a profesionales docentes con buena formación y las cualificaciones y el apoyo adecuados".

Las 59 recomendaciones del Grupo se publicaron en febrero y reclaman que los gobiernos incrementen la inversión en sus sistemas públicos de educación. Eso incluye medidas como proporcionar al profesorado una formación de calidad y opciones para su desarrollo profesional, garantizar sus derechos laborales y unas condiciones de trabajo dignas, implicar a los sindicatos docentes a la hora de elaborar políticas educativas, y confiar en el profesorado, respetándolos como colectivo y también por su experiencia profesional.

En su discurso, Guterres se hizo eco de las principales conclusiones del Grupo de Alto Nivel, entre ellas "la dramática escasez de profesorado —se calcula que existen solo 44 millones de docentes en todo el mundo—, y su precaria situación, ya que millones de ellos carecen del apoyo, las herramientas y la formación continua que necesitan".

Los otros ejes del plan de Guterres incluyen las siguientes medidas: poner fin al déficit de financiación del sector de la educación aplicando una mejor fiscalidad y un gasto público más eficiente (lo que ingresaría más de 115 000 millones de dólares al sector), acabar con la brecha de acceso que está dejando fuera del sistema escolar a millones de estudiantes (especialmente a las niñas y a las personas que viven en zonas de conflicto) y apostar por "una revolución dentro de los propios sistemas educativos que acabe con la excesiva dependencia de los exámenes y el aprendizaje memorístico y acentúe competencias como el pensamiento crítico, la capacidad de resolución de problemas o la tecnología ecológica y digital".

El plan de Guterres se presentó en Nueva York en un acto especial de las Naciones Unidas sobre la Transformación de la Educación al que asistieron adalides de la educación de todo el mundo. En ese mismo evento, el secretario general de la IE David Edwards, tras elogiar a Guterres y a la vicesecretaria general, Amina Mohammed, por su intervención, aprovechó para señalar que 45 organizaciones miembros de la IE de todo el mundo ya han aceptado el llamamiento del Grupo de la ONU para formar comisiones con sus gobiernos y dirimir cuestiones críticas como la financiación y la escasez de docentes en sus respectivos países.

"Es la primera vez en 60 años que se presta atención a la profesión docente a escala internacional: a su escasez de profesionales, a su bienestar y sus condiciones de trabajo, así como a sus horarios, herramientas y nivel de confianza, eso es, a los aspectos que el profesorado necesita para hacer su trabajo", sostenía Edwards.

Para concluir dicha sesión, Mohammed sugirió un aplauso para su amigo David Edwards “porque si bien nos ha pintado un arduo escenario respecto a la transformación de la educación, también nos ha ayudado a aportar soluciones y a integrar más al profesorado en este debate."