La educación es un derecho humano fundamental y un factor clave para el desarrollo sostenible. Sin embargo, para garantizar una educación de calidad para todas las personas, se requiere el reconocimiento y el apoyo a la profesión docente.
Así lo expresó José Olivera, presidente de la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria del Uruguay (Fenapes), en su Discurso del día 9 de junio ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), durante la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) de 2023, en representación de la Internacional de la Educación.
La Conferencia Internacional del Trabajo es la reunión anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la agencia tripartita de las Naciones Unidas que reúne a gobiernos, empleadores y trabajadores para establecer y supervisar las normas laborales internacionales.
Olivera citó la memoria del Director General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en la que se menciona 20 veces la palabra educación mientras que la palabra docente prácticamente no se menciona. "Ustedes saben, tan bien como yo, que sin docentes no hay educación, y menos aún de calidad", resaltó Olivera, recordando el papel crucial que han desempeñado los y las docentes durante la pandemia.
Asimismo, Olivera destacó la importancia del diálogo social y la participación de interlocutores sociales en el desarrollo de sistemas educativos eficaces y equitativos. En este sentido, valoró positivamente la creación del Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre la Profesión Docente, anunciada en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre la Transformación de la Educación de 2022. "Este primer paso expresa una voluntad política necesaria para dar prioridad a la educación pública, aumentando la financiación educativa e invirtiendo en la profesión docente", ha señalado Olivera.
Finalmente, Olivera instó a la OIT a desempeñar un papel activo en este Grupo de Expertos de Alto Nivel, así como a seguir defendiendo los derechos laborales y profesionales de los y las docentes en todo el mundo y garantizando a su vez el derecho de cada estudiante a docentes cualificados, planes de estudio integrales y entornos de formación adecuados.
"Para alcanzar estos objetivos se hace necesario que la OIT asuma un rol protagónico que garantice, en el marco del diálogo social, la existencia de espacios de participación e incidencia real de las organizaciones sindicales en la construcción de la política educativa pública; así como el respeto y el pleno ejercicio de las libertades sindicales, hoy vulneradas en un número creciente de países.", concluyó Olivera.