Mejorar los niveles de aprendizaje en la escuela es el principal desafío al que se enfrenta el sistema educativo indio, cuyos malos resultados se exacerban por la crisis de aprendizaje. Para lograrlo, el papel del personal docente es crucial.
Sin embargo, la escasez de docentes con la cualificación y la formación pertinentes sigue siendo un reto importante para el sistema de educación pública del país. En la actualidad, hay 9,5 millones de docentes en la India para enseñar a 250 millones de estudiantes ( UDISE+, 2021-22). Esto corresponde, de media, a un docente por cada 26 estudiantes. Es decir, la India cumple aparentemente la ratio de alumnado por docente del 30:1 recomendada en la política nacional de educación de 2020.
No obstante, la distribución de los docentes en las escuelas no es uniforme. El 73% de las escuelas posee el número necesario de docentes, mientras que alrededor del 27% de las escuelas no cumplen la mencionada radio ( UDISE, 2017-18).
Además, alrededor del 7% de las escuelas indias solo tienen una persona docente ( UDISE+, 2021-22). La mayoría de estas escuelas están situadas en la India rural. Según el Ministerio de Educación, durante 2021-22, de los 6,3 millones de puestos aprobados para la enseñanza escolar, solo 5,3 millones de docentes están en activo, es decir, el 16% de los puestos de docencia están vacantes en la India.
Además, existen otros problemas, relacionados con la naturaleza del nombramiento de los docentes, sus cualificaciones profesionales y sus salarios.
En torno al 85,5% de los docentes en la India tiene un contrato indefinido y el 14,5% posee contratos a corto plazo, de los cuales el 1,4% están contratados a tiempo parcial ( UDISE, 2017-18).
Alrededor del 11% del profesorado de primaria y primaria superior carecen de la formación necesaria ( UDISE, 2017-18). Es importante señalar aquí que la Ley sobre el Derecho a la Educación de 2009 dispuso como plazo para que las personas docentes aprobaran el examen de aptitud el 1 de marzo de 2019.
Una de las razones de este resultado es la falta de financiación para la contratación y la formación de docentes. Durante demasiado tiempo, los gobiernos de los distintos Estados de la India han cubierto sus necesidades contratando a docentes interinos, con o sin las cualificaciones profesionales requeridas, y con un salario bajo. Por todo ello, para mejorar la situación educativa de la enseñanza escolar, es imperativo invertir en el personal docente. Esto requiere atribuir una asignación presupuestaria sustanciosa al sector.
En la actualidad, el Gobierno (federal y estatal en conjunto) destina el 4,6% del PIB del país a la educación en todos los niveles, y alrededor del 3% a la educación escolar ( Ministerio de Educación, 2022). La India, como signataria de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, se ha comprometido a alcanzar la meta de una educación de calidad para todas y para todos (Objetivo de Desarrollo Sostenible 4). Estamos a medio camino del plazo marcado para lograrla, por lo que la India necesita acelerar sus avances para alcanzar los objetivos.
Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.