La Internacional de la Educación (IE) celebra el éxito de las fuerzas sindicales y democráticas en Israel que han obligado al primer ministro Netanyahu a paralizar la adopción de legislación controvertida que habría socavado gravemente la democracia en el país.
La movilización sin precedentes, tras la convocatoria de una huelga general por los sindicatos israelíes apoyada por empleadores, universidades, académicos, estudiantes e importantes segmentos de la sociedad, fue histórica y tuvo impacto. El Gobierno decidió cambiar el curso tras solo 10 horas de huelga.
“Tras el comunicado del Primer Ministro, anuncio el fin de la huelga general, que convoqué esta mañana. Doy las gracias a todos los socios que se han movilizado (…). Juntos conseguiremos que el Estado de Israel vuelva al buen camino”, dijo Arnon Bar-David, presidente de Histadrut, la principal central sindical del país.
En caso de aprobarse, la legislación propuesta limitaría seriamente el poder del Tribunal Supremo y otorgaría al Parlamento control directo sobre el nombramiento de jueces. Un poder judicial imparcial e independiente es fundamental para mantener la integridad de las instituciones democráticas y proteger los derechos fundamentales de la ciudadanía.
David Edwards, secretario general de la IE, elogió la victoria sindical: “Felicito a los sindicatos y la sociedad civil israelíes por haber frenado las amenazas de autoritarismo mediante su movilización sin precedentes. Al defender los derechos de los trabajadores, los sindicatos defienden uno de los cimientos de la propia democracia. Al defender un poder judicial independiente, defienden un control esencial del futuro de su democracia”.