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Photo: Koshiro K/Shutterstock
Photo: Koshiro K/Shutterstock

FIFA 2022: Tarjeta roja para multinacional patrocinadora por despreciar el derecho a la educación

publicado 25 noviembre 2022 actualizado 30 noviembre 2022
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Si bien las empresas de tecnología educativa no suelen patrocinar torneos deportivos mundiales, actualmente podemos observar cómo Byju's —uno de los patrocinadores oficiales de la Copa Mundial de la FIFA— no para de exhibir su logotipo en todos los campos de fútbol de Catar. Estamos hablando de la multinacional de tecnología educativa más valorada del planeta, una empresa cuya reputación está siendo gravemente dañada y que, al parecer, no está exenta de problemas financieros. ¿Es posible que Byju's esté aprovechando el Mundial para recuperar su reputación y generar nuevos ingresos en los mercados internacionales? Eso parece. Paralelamente, en Catar sigue vigente la polémica sobre las múltiples violaciones a los derechos humanos que se han acometido durante los preparativos del torneo.

El ‘decacornio’ de la tecnología educativa

Desde que se creó en 2011, Byju's ha experimentado un asombroso crecimiento económico en el mercado. Gracias a su exitoso modelo de suscripción freemium para descargar aplicaciones y videotutoriales educativos (primero lanzado en la India y después a otros mercados), esta empresa rápidamente alcanzó un valor de 22.000 millones de dólares. Según sus propios datos, su modelo de negocio ha captado a más de 100 millones de estudiantes de 120 países y 7 millones de suscriptores anuales.

Desde entonces, esta multinacional india ha sido producto de varias asociaciones y adquisiciones comerciales. Eso ha hecho que haya podido ampliar su portafolio de servicios y ahora se dedica también a la preparación de exámenes y a la compra de plataformas de realidad virtual, inteligencia artificial y juegos educativos para instituciones de educación superior y otros centros de enseñanza. La mayoría de sus adquisiciones tuvieron lugar en 2021 por un coste estimado de 2.800 millones de dólares.

Byju's no es una start-up educativa al uso: ha crecido gracias a las generosas inyecciones de financiación de sus inversores para acabar convirtiéndose en una “ gran empresa de tecnología educativa”, con la ambición de transformar la educación a largo plazo. En palabras de su fundador, Byju Ravendreen, “Byju's está imaginando y rediseñando la forma en que los estudiantes aprenderán, desaprenderán y reaprenderán en el futuro”. “Nuestra aspiración es construir algo que dure décadas”, añade.

El enorme valor económico de Byju’s convierte a esta empresa no solo en un “unicornio” de más de 1.000 millones de dólares, sino en un “decacornio”, esto es, una multinacional valorada en más de 10.000 millones de dólares. Este colosal valor de mercado parece haberla colocado en una posición dominante que le permitirá iniciar una expansión internacional aún más rápida.

El hecho de que Byju's esté patrocinando la Copa del Mundo es una importante estrategia inversora para hacer crecer la marca hacia su objetivo futuro. De hecho, en los paneles publicitarios que pueden verse sobre el terreno de juego —junto a McDonald's, Budweiser, Coca-Cola, Visa y otras marcas mundiales—, la marca Byju's reivindica ser “el futuro del aprendizaje”. Tras haber patrocinado varios campeonatos de críquet en la India, Byju's se ha gastado supuestamente entre 30 y 40 millones de dólares para convertirse en patrocinador oficial del Mundial 2022. Eso la convierte en la primera empresa tecnológica educativa presente en todos los partidos este torneo.

Una marca ‘tóxica’

Byju's, por su parte, está recibiendo un inmenso alud de críticas.

¿ Las acusaciones? Un modelo de negocio que busca captar a las familias con bajos ingresos, vender el producto ejerciendo presión, utilizando publicidad engañosa y, en definitiva, contribuyendo a agravar las desigualdades educativas. La multinacional india también retrasó 18 meses la publicación de su último informe financiero, un documento que revela importantes irregularidades en los ingresos de la empresa y el impago de algunos de sus inversores.

Otra acusación: justo antes del inicio del Mundial, Byju’s anunciaba que despedía a miles de empleados a la vez que recaudaba 250 millones de dólares de beneficios y anunciaba que 2022-23 iba a ser su “mejor año en términos de ingresos, crecimiento y rentabilidad”. Entre dichos inversores se encuentra Qatar Investment Authority, el fondo soberano del Estado de Catar con el que Byju's se asoció a principios de 2022 para “lanzar un nuevo negocio de tecnología educativa y erigir un centro de investigación y desarrollo de vanguardia en Doha”.

Ahora, mientras se asegura estratégicamente una buena estabilidad financiera y un sólido crecimiento a largo plazo, Byju's se presenta en la Copa del Mundo como una “inspiradora” marca global.

“La mayoría de estos patrocinios no suelen dirigirse solo a las personas consumidoras, sino principalmente a las inversoras”, reconocía un comentarista acerca del patrocinio de Byju’s. “Después de todo, ser patrocinador de la FIFA aumenta siempre la estatura global de una empresa”. “Creo que la intención de Byju’s es más la de ganar credibilidad internacional como marca financiera que como marca educativa”, añadía.

Lavar su reputación

El patrocinio de Byju’s en la Copa del Mundo es una jugada arriesgada. El torneo está envuelto en controversias, especialmente en lo que respecta a las condiciones abusivas de las personas trabajadoras inmigrantes durante los preparativos del campeonato, así como a otras cuestiones relacionadas con los derechos humanos. David Wearing, investigador experto en relaciones internacionales, explicaba que “tanto el gobierno catarí, como las marcas que patrocinan el Mundial, siguen beneficiándose de la continua explotación de la mano de obra migrante, que es la que está haciendo posible el torneo”.

A principios de este año, una coalición de organizaciones protectoras de los derechos humanos pidió a los patrocinadores del Mundial que presionaran a la FIFA para que compensara económicamente a las personas que trabajaban para la realización del torneo y les exigió que pusieran remedio a los abusos cometidos contra estos y sus familias. Al igual que la mayoría de los demás patrocinadores oficiales, Byju's no respondió a estas peticiones ni ofreció ningún tipo de apoyo público.

A pesar de estas polémicas, Byju's parece ver los juegos como una oportunidad para aumentar su “capital reputacional”. Según el investigador en comunicación y medios Michael Skey, los megaeventos deportivos como la Copa del Mundo son oportunidades perfectas para países y marcas de lavar su reputación, lo que se conoce como sportswashing en inglés.

En efecto, invertir en grandes torneos deportivos es una oportunidad de oro para generar vínculos positivos con los clientes, alcanzar una exposición mundial y desviar la atención de opiniones negativas o desfavorables. En definitiva, aumentar la reputación es clave para asegurar el capital de los inversores. En el caso de Byju’s, su lavado reputacional y el desvío de la atención de sus problemas económicos parecen ir de la mano del deporte. Es decir, Biju’s está obteniendo ventajas mercantiles gracias a la explotación de la mano de obra migrante y a las numerosas violaciones de los derechos humanos que se están perpetrando en Catar.

Los ejemplos mencionados anteriormente son pruebas preocupantes de cómo las grandes empresas de tecnologías educativas pueden aprovechar escenarios polémicos para afianzar su reputación global, lograr un buen crecimiento de mercado y aumentar su rentabilidad.

Si la educación es un derecho humano fundamental, este tipo de empresas deben garantizar el respeto a este derecho y demostrar que sus acciones van más allá de la obtención del lucro a toda costa.

Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.