Los docentes y las docentes de Kosovo se han unido a los funcionarios y las funcionarias de la Administración en una huelga general por un salario digno. Desde el inicio de la huelga, el 25 de agosto, el Union of Education, Science and Culture of Kosova (Sindicato de Educación, Ciencia y Cultura de Kosovo), organización afiliada a la Internacional de la Educación, ha sido el blanco de reiterados ataques del Gobierno, que se niega a negociar con las personas que los docentes han elegido para representarlos. El personal educativo de Kosovo, desde la educación de la primera infancia hasta la educación superior, se mantiene firme en sus reivindicaciones.
“Los esfuerzos del Gobierno encaminados a socavar a los sindicatos van en contra de los principios básicos de la democracia. Los docentes y las docentes en Kosovo tienen todo el derecho de hacer huelga y exigir un salario digno. Denunciamos todos los esfuerzos desplegados para intimidar a los docentes y las docentes y a su sindicato y para ejercer presión sobre ellos, y pedimos al Gobierno de Kosovo que entable un diálogo social real y constructivo con el Sindicato de Educación, Ciencia y Cultura de Kosovo”, declaró David Edwards, secretario general de la Internacional de la Educación.
Campaña de intimidación contra los docentes y las docentes en huelga
La gran mayoría de las instituciones educativas de Kosovo se han sumado a la huelga. El Gobierno ha puesto en marcha una campaña para intimidar a docentes y sindicalistas, que pone a los padres y madres en contra de los educadores y las educadoras y retrasa el pago de los salarios de los trabajadores y las trabajadoras en huelga.
Rrahman Jasharaj, presidente del Sindicato de Educación, Ciencia y Cultura de Kosovo, también ha sido víctima de una campaña de difamación. El 2 de septiembre, Elvis Hoxha, asesor del primer ministro Kurti, publicó alegaciones en las que denunciaba que Jasharaj había sido miembro de un partido en la década de los noventa. La acusación provocó que el líder sindical recibiera insultos y ataques en las redes sociales. Después de que la sociedad civil reaccionara enérgicamente, Elvis Hoxha retiró las acusaciones y se disculpó públicamente. Sin embargo, los ataques no cesaron. El 5 de septiembre, mientras visitaba una escuela en Pristina, el presidente Jasharaj fue agredido físicamente por el abuelo de uno de los alumnos de la escuela.
Después de que el intento de desacreditar al líder sindical fracasara, el Gobierno trató de crear dudas en torno a la situación financiera del sindicato. En dos ruedas de prensa, el ministro de Finanzas acusó al sindicato de irregularidades financieras, a pesar de la existencia de informes de auditoría que indicaban lo contrario.
El Sindicato de Educación, Ciencia y Cultura de Kosovo ha emprendido acciones legales contra estos ataques. Los educadores y las educadoras de Kosovo continúan mostrándose firmes y exigen sus derechos, para lo que cuentan con el apoyo pleno de la Internacional de la Educación.