Las prácticas pedagógicas que consisten en agrupar al alumnado en función de sus aptitudes o de su rendimiento académico, conocidas como "agrupamiento por aptitudes", "agrupamiento por rendimiento académico", "agrupamiento en función del nivel académico en todas o en la mayoría de las materias" (tracking, streaming), "agrupamiento más flexible en función del nivel académico en la mayor parte de las materias" (banding), o "agrupamiento en función del nivel académico en cada una de las materias" (setting), están muy extendidas y son de larga data en todo el mundo. Sin embargo, numerosos estudios les atribuyen repercusiones negativas para el alumnado, especialmente aquellos de entornos socioeconómicos modestos, minorías étnicas y pueblos indígenas.
A día de hoy, a pesar de la enorme cantidad de datos contrastados que demuestran que el agrupamiento por aptitudes es más perjudicial que beneficioso —algunos se remontan a hace casi un siglo—, estas prácticas persisten con notable obstinación. ¿Qué caracteriza al agrupamiento por aptitudes para que se haya arraigado tanto en la práctica pedagógica? Y, lo que es más importante, ¿cómo podemos organizarnos para acabar con una práctica que es injusta y perjudicial para el alumnado?
Según el estudio PISA de 2018, por término medio, el 54 % del alumnado de los países de la OCDE estudia en centros educativos que practican el agrupamiento del alumnado, al menos, para algunas asignaturas. En mi país, Nueva Zelanda, estamos muy por encima de ese porcentaje, ya que un 83,5 % del alumnado estudia en este tipo de establecimientos, lo cual nos convierte en el tercer país con el porcentaje más alto de la OCDE. En este artículo hablo de algunas iniciativas que estamos emprendiendo para acabar con esta práctica. Pero antes de entrar en materia, permítanme repasar rápidamente algunos datos por si todavía hay personas con alguna duda. A continuación, hago referencia a varios estudios que apoyan mis argumentos. Les animo a visitar los enlaces. Sin duda, les harán reflexionar.
Datos contrastados contra el agrupamiento por aptitudes
Si nos centramos exclusivamente en el rendimiento académico medible, son numerosos los estudios que concluyen que, en general, el agrupamiento del alumnado por aptitudes, en todos los niveles, no tiene ningún beneficio estadísticamente significativo. Aunque en algunos estudios se indica un beneficio ínfimo para el alumnado de alto rendimiento, el impacto negativo de este tipo de agrupamiento para el alumnado de menor rendimiento es significativo y supera con creces los escasos beneficios que tiene para los estudiantes más avanzados. Por el contrario, se ha demostrado que la introducción de grupos de rendimiento mixto ha logrado mejoras en el rendimiento académico general.
Sin duda, mucho más importante que cualquier medición académica es el impacto social y psicológico que el agrupamiento por aptitudes tiene en el alumnado. Los estudiantes que se incluyen en los grupos inferiores, incluso a edades muy tempranas, toman conciencia muy rápido de lo que esto significa para ellos. En Nueva Zelanda, estos agrupamientos se conocen comúnmente entre el alumnado como " cabbage classes", haciendo referencia al modo irreflexivo con el que se imagina que funcionan estos grupos (el significado coloquial de " cabbage" es "bobo").
En un artículo de 2017, Becky Francis y sus compañeros defienden que el agrupamiento por aptitudes suscita una " profecía autocumplida" según la cual el alumnado de las aulas con un rendimiento bajo se identifica con un nivel de expectativas bajo para ellos mismos y su aprendizaje y lo interiorizan. Como es de esperar, esto tiene efectos desastrosos en el autoconcepto del alumnado, en la confianza en sí mismos y, en última instancia, en su rendimiento académico. Muchos estudiantes simplemente se rinden y se desvinculan del sistema educativo porque piensan que no sirven para estudiar.
El agrupamiento del alumnado por aptitudes suele ser subjetivo o basarse en datos discutibles, lo cual anima a pensar que las decisiones de estas agrupaciones reflejan sesgos a favor o en contra de determinados grupos sociales. Por ejemplo, un grupo de investigación de la Universidad de Auckland descubrió una correlación entre las expectativas del profesorado sobre la capacidad del alumnado y su origen étnico. El grupo identificó expectativas más altas para los estudiantes asiáticos y pākeha (neozelandeses blancos), y expectativas más bajas para los estudiantes autóctonos maoríes y pasifikas.
Como muestro en el siguiente apartado, esta tendencia tiene un origen muy arraigado en la colonización y garantiza resultados negativos para los grupos ya marginados. En resumen, el agrupamiento por aptitudes refuerza las desigualdades sociales y económicas —es una herramienta pedagógica que se emplea para perpetuar la marginación de las poblaciones marginadas y garantizar que los privilegiados conserven sus privilegios. Por eso, algunos miembros del sector de la educación de Nueva Zelanda nos hemos unido para organizarnos y erradicar esta práctica.
El legado colonial del agrupamiento por aptitudes en Nueva Zelanda
El streaming y el agrupamiento por aptitudes son una característica persistente del sistema educativo de Nueva Zelanda desde la colonización del país en el siglo XIX. En estos dos modelos de agrupación, al igual que en otros lugares, se aplican suposiciones relativas a las "capacidades innatas" para segregar al alumnado según criterios étnicos y de clase social. Aunque puede parecer arcaico para el público moderno, es importante darse cuenta de que las prácticas de agrupación en las aulas actuales están íntimamente vinculadas (vínculo que nosotros en Nueva Zelanda llamamos "whakapapa") con estas ideas antiguas.
Aotearoa (Nueva Zelanda) fue colonizada entre principios y mediados del siglo XIX. Como todos los proyectos coloniales, este se acompañó y se justificó con hipótesis y creencias racistas sobre la inferioridad de los pueblos "no blancos". Estas ideas de supremacía blanca alimentaron posteriormente la concepción y el establecimiento del sistema educativo tal como lo conocemos a día de hoy.
La cultura maorí guarda un profundo respeto por el conocimiento. A principios del siglo XIX, el pueblo maorí adoptó rápidamente la alfabetización y las técnicas de impresión europeas. A mediados del siglo XIX, el nivel de alfabetización era significativamente más alto entre la población maorí que entre los colonos europeos. A mediados de la década de 1930, se publicaban más de cuarenta periódicos maoríes.
A pesar de esta evidente pasión por el aprendizaje, el gobierno colonial intentó desde el principio suprimir la lengua maorí y controlar el acceso de los maoríes a la educación. El streaming y el agrupamiento por aptitudes guardan una conexión con este pasado. Un breve análisis de algunos comentarios oficiales, que tomo prestados aquí de la formidable investigación de la Dra. Hana O'Regan sobre el whakapapa del streaming, permite demostrarlo:
1862. "Una educación refinada o una cultura intelectual elevada" no sería adecuada para los maoríes porque "por naturaleza están más capacitados para el trabajo manual que mental" ( informe del inspector de escuelas a la Cámara de Representantes).
Años 1880. El Te Aute College gradúa a los primeros licenciados maoríes en la década de 1880, pero la institución es presionada para que abandone el plan de estudios y enseñe agricultura.
1915. "En lo que respecta al Ministerio, no se anima a los jóvenes [maoríes] que desean acceder a las profesiones doctas. El objetivo es, si es posible, dirigir su atención a las ramas de la industria para las cuales los maoríes parecen más adecuados" ( Inspector de escuelas nativas en el informe anual).
1931. "La educación debería permitir al joven maorí convertirse en un buen agricultor y a la joven maorí a ser una buena esposa de agricultor" ( director de educación).
Teniendo en cuenta este pasado, seguramente no sorprenda que se siga dando por sentado el agrupamiento por aptitudes, al mismo tiempo que siguen aumentando los datos contrastados de su perjuicio para el alumnado maorí. Los debates sobre estas prácticas ya llevan tiempo circulando por los entornos educativos de Nueva Zelanda. Aunque la idea de que desaparezcan las prácticas del streaming y del agrupamiento por aptitudes puede parecer poco probable, el NZEI Te Riu Roa participa en un proyecto que, en nuestra opinión, podría ofrecer la mejor oportunidad para acabar con esta práctica de forma definitiva.
Acabar con el agrupamiento por aptitudes en Nueva Zelanda
Piripi Prendergast, director de Tokona te Raki, el colectivo para el futuro de los maoríes, describe el proyecto como "en parte un grupo de reflexión y en parte un grupo de trabajo". A principios del 2020, el Mātauranga Iwi Leaders Group, un grupo de dirigentes de la educación que representan a las tribus maoríes de todo el país, y el Ministerio de Educación de Nueva Zelanda, se pusieron en contacto con el colectivo Tokona te Raki para pedirles que establecieran un equipo con vistas a elaborar un plan que acabara con el streaming y el agrupamiento por aptitudes en Nueva Zelanda.
El colectivo Tokona te Raki ya era consciente de los efectos perjudiciales de estas prácticas en la juventud estudiante maorí. Su extraordinario informe de 2019, He Awa Ara Rau, se basó en una enorme cantidad de datos para realizar un seguimiento de las trayectorias educativas y profesionales de más de 80 000 jóvenes maoríes. Las conclusiones del informe dan mucho que pensar. Descubrieron que el sistema educativo de Nueva Zelanda "todavía arrastra un legado racista en el que la cultura maorí se considera un obstáculo para el éxito y la población maorí es dirigida hacia las profesiones no cualificadas". Según ellos, "estos resultados no son ninguna casualidad, más bien se han visto influenciados por el racismo histórico que corrompe la educación".
En 2021, Tokona te Raki creó un "equipo de diseño" formado por expertos de todo el sector educativo, que empezó a reunirse periódicamente desde finales del año. Su trabajo tiene como objetivo la publicación de un "plan rector" a finales de 2022 para acabar con el streaming y el agrupamiento por aptitudes en Nueva Zelanda. Dado el nivel de arraigo de estas prácticas, el equipo no se hace ilusiones sobre el reto al que se enfrenta. Una de las ideas claves de su trabajo es que el cambio debe producirse a través de la movilización de todas las partes del sector educativo de forma intencionada y coordinada. Ello implica trabajar con los estudiantes, los padres y madres y las comunidades para que entiendan por qué el cambio es tan importante; trabajar con el profesorado para desarrollar y difundir prácticas alternativas; dotar a los centros educativos de tiempo libre y oportunidades de desarrollo profesional para apoyar el cambio; contar con direcciones escolares que se impliquen en el cambio, así como con la participación y el apoyo activos de los organismos educativos de toda Nueva Zelanda.
Cabe destacar que el equipo encargado de diseñar el plan incluye representantes de los dos sindicatos de la educación más importantes del país: el New Zealand Educational Institute Te Riu Roa (NZEI Te Riu Roa) y la Post Primary Teachers Association (PPTA). La participación de los sindicatos es esencial para que el plan tenga éxito. Algunos de los ideólogos políticos más poderosos del país siguen apoyando firmemente el streaming y el agrupamiento por aptitudes, por lo que el trabajo para erradicar estas prácticas debe basarse en el poder de la pertenencia sindical y no articularse como una política descendente, pues podría ser fácilmente rechazada. Frente a una práctica tan persistente, es el poder de la acción colectiva lo que marcará la diferencia en la campaña para acabar con el agrupamiento por aptitudes en Nueva Zelanda.
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El Día Internacional de los Pueblos Indígenas se conmemora anualmente el 9 de agosto para sensibilizar sobre los derechos de los pueblos indígenas de todo el mundo. El tema de este año, El papel de las mujeres indígenas en la preservación y transmisión del conocimiento tradicional brinda la oportunidad de reconocer y reflexionar sobre las diferentes formas en que los sistemas educativos tienen un impacto en los derechos de los pueblos indígenas, en particular de las mujeres y las niñas. Para ello, la Internacional de la Educación presenta una serie de blogs que recogen las voces y los puntos de vista de los pueblos indígenas y sus aliados de todo el mundo. La serie explora las distintas formas de trabajar de las y los expertos, activistas, investigadores y docentes del ámbito de la educación indígena para garantizar una educación de calidad centrada en los sistemas de conocimientos indígenas.
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