A medida que la ya frágil situación en la frontera entre Ucrania y Rusia se sigue deteriorando, la Internacional de la Educación pide una desescalada inmediata de las tensiones y una solución diplomática para garantizar la paz a largo plazo.
La declaración de David Edwards, secretario general de la Internacional de la Educación, es patente: "Los educadores de todo el mundo apoyamos a nuestros compañeros y compañeras, estudiantes y a todo el pueblo de Ucrania y exigimos una solución pacífica a las tensiones actuales. Denunciamos cualquier intervención militar en Ucrania y pedimos a la comunidad internacional que emplee todos los medios diplomáticos para desescalar el conflicto. La vida y el futuro de millones de personas inocentes están en juego".
En un comunicado emitido hoy, el CSEE, la estructura regional de la Internacional de la Educación en Europa, ha expresado su solidaridad con las organizaciones miembro de Ucrania: el Trade Union of Education and Science Workers of Ukraine (TUESWU) y el Free Trade Union of Education and Science of Ukraine (VPONU).
Nos unimos a esa solidaridad y pronunciamos nuestro compromiso inquebrantable con los miembros de nuestra organización que están en peligro. Cualquier intervención militar rusa dentro de las fronteras ucranianas no solo constituiría una clara violación del derecho internacional, sino que tendría consecuencias absolutamente devastadoras en términos de pérdida de vidas humanas. Los estudiantes, el personal docente y toda la población de Ucrania tienen derecho a un futuro sin violencia ni guerra. El mundo debe ponerse de su lado y redoblar sus esfuerzos para garantizar la paz en el país y en el continente.