La Internacional de la Educación se ha unido al National Union of the Teaching Profession (NUTP) con el fin de ayudar a los estudiantes malasios de comunidades desfavorecidas y marginadas a acceder a las clases en línea, que resultan esenciales durante la pandemia de COVID-19.
Así pues, el Centro de Caridad del NUTP proporciona a los alumnos herramientas y recursos para la enseñanza y el aprendizaje a distancia. Se trata de un servicio fundamental, puesto que más del 30% de los alumnos en Malasia no disponen de acceso a herramientas como ordenadores, teléfonos inteligentes o a Internet. Esto restringe su acceso a las clases en línea durante la pandemia de COVID-19, según el NUTP.
El Centro de Caridad del NUTP se creó para prestar ayuda a los padres a la hora de obtener herramientas para sus hijos, permitiéndoles participar en sesiones de enseñanza y aprendizaje desde casa.
El Centro de Caridad contribuye a reducir la brecha digital
“La crisis de COVID-19 no es solo una crisis sanitaria o económica, sino también humana y educativa”, puntualizó el secretario general Harry Tan. “A través de esta iniciativa, el NUTP tiene por objeto ayudar a los alumnos a estudiar durante la pandemia y evitarel abandono escolar”.
Desde la puesta en marcha de la iniciativa, la NUTP ha logradoofrecer a más de 50 alumnos ordenadores portátiles o de sobremesa (equipados con al menos las aplicaciones de Windows 7) o teléfonos inteligentes con acceso a aplicaciones como WhatsApp y Zoom Meeting.
La Internacional de la Educación: el diálogo con los sindicatos de docentes es necesario para evitar el abandono escolar
La oficina regional de la Internacional de la Educación para Asia y el Pacífico (EIAP, por sus siglas en inglés) se sumó a la iniciativa del NUTP y proporcionó ordenadores de sobremesa, mochilas y material de papelería a un centro escolar que acogía a alumnos de la comunidad indígena OrangAsli. El director delcentro, SyedZulkafliSyed, comunicó al NUTP y a la Internacional de la Educación que más del 40 por ciento del alumnado de la comunidad de OrangAslide esa escuela provenían de entornos extremadamente pobres y no podían acceder a las clases en línea debido a que carecían de ordenadores yconexiones a Internet.
Por otra parte, el coordinador regional jefe de la EIAP, Anand Singh, puso de relieve que, si bien el gobierno de Malasia afirma fomentar el uso de herramientas digitales para garantizar que la enseñanza y el aprendizaje no se vean afectados, “la pandemia de COVID-19 intensifica las brechas digitales, rural-urbanas y de género”.
En la mayoría de los países de la región de Asia y el Pacífico, “el sistema de educación pública cuenta con una infraestructura deficiente, muchos estudiantes carecen de las herramientas necesarias para acceder al aprendizaje en línea, como ordenadores o teléfonos inteligentes, y demasiados estudiantes, sobre todoprovenientes de sectores marginados de la sociedad y de las zonas rurales, no disponen de acceso a Internet en la mayoría de los casos”, añadió.
Los gobiernos deben encontrar maneras, en consulta con los docentes y sus sindicatos, de reabrir las escuelas al tiempo que garantizan la salud y la seguridad de los docentes y estudiantes. De lo contrario, aumentará el número de niños no escolarizados, junto con el trabajo infantil, la desigualdad de género y el abandono escolar, advirtió Singh.