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La UNESCO mantendrá una sesión extraordinaria de la Reunión Mundial sobre la Educación 2020 (RME 2020) el 22 de octubre, centrada en la educación en el mundo actual y post COVID-19. Coorganizada por el Gobierno del Reino Unido, supondrá una ocasión para que dirigentes políticos, responsables políticos y actores de la educación a nivel mundial acuerden medidas prioritarias a escala global para la recuperación de la educación y el progreso del Decenio de Acción para el Desarrollo Sostenible.

Este segmento de alto nivel de la RME 2020 estará precedido por un segmento técnico que tendrá lugar en línea el 20 de octubre y que contará con la participación de la secretaria general adjunta de la Internacional de la Educación, Haldis Holst. El evento brindará una oportunidad estratégica para que los Estados miembros y la comunidad internacional mantengan y amplíen su compromiso con la educación como la inversión más decisiva para una recuperación y un futuro sostenibles, un hecho que se pondrá de relieve en particular durante el Diálogo de Dirigentes de la serie de sesiones de alto nivel del 22 de octubre.

El aprendizaje a distancia es un sustituto débil

La crisis social y económica mundial sin precedentes causada por la pandemia de COVID-19 y que ha afectado a todos los países, comunidades y familias, ha puesto de manifiesto la fragilidad e interdependencia del mundo. Según la UNESCO, en el apogeo de la pandemia se cerraron escuelas, universidades y otras instituciones de enseñanza en más de 190 países, lo cual interrumpió la educación de 1600 millones de estudiantes y dejó a cientos de millones de niños, niñas y jóvenes sin la posibilidad de continuar su aprendizaje. La formación práctica para el desarrollo de aptitudes quedó interrumpida en gran medida.

Existe una creciente evidencia de que, incluso las mejores soluciones de aprendizaje a distancia no son más que sustitutos débiles de las interacciones en el aula y que es posible que millones de estudiantes desfavorecidos no regresen a la escuela. En otras palabras, el avance hacia el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4) para lograr una educación de calidad y un aprendizaje permanente se verá ralentizado, estancado o incluso revertido.

La educación corre el riesgo de quedar eclipsada

Con el mundo centrándose en las respuestas inmediatas en materia de salud pública, economía y bienestar social, la educación corre un riesgo considerable de quedar eclipsada a pesar de su papel como motor poderoso y eficaz de la recuperación económica a corto plazo y del desarrollo sostenible y la transformación a largo plazo. Resulta preocupante que la financiación de la educación, incluida la ayuda internacional, pueda verse reducida drásticamente debido a la contracción del PIB, las prioridades de financiamiento para la recuperación económica y la reducción de la ayuda oficial al desarrollo. Todo esto podría exacerbar la crisis del aprendizaje anterior a la COVID-19 y provocar que millones de niños, niñas y jóvenes queden excluidos de los sistemas educativos, reduciendo con ello sus posibilidades de obtener en el futuro un empleo y medios de subsistencia dignos.

Colaboración de la comunidad educativa internacional

En respuesta a esta situación, la comunidad educativa internacional se ha unido, movilizado sus activos y su experiencia y se ha involucrado en una serie de campañas e iniciativas conjuntas.

La UNESCO lanzó la Coalición Mundial por la Educación en marzo, al inicio de la crisis. Su objetivo es ayudar a los países a garantizar la continuidad del aprendizaje durante el cierre de los establecimientos educativos debido a la COVID-19 y acompañar a los países hacia una reapertura segura.

Reuniendo la experiencia del sistema de las Naciones Unidas y de los socios del ámbito educativo, el secretario general de la ONU, António Guterres, publicó en agosto un extenso informe de políticas: Educación durante la COVID-19 y más allá. El informe proporciona una serie de recomendaciones a los Estados miembros sobre las respuestas políticas durante el cierre y la reapertura de los establecimientos educativos, así como sobre la protección de la financiación de la educación durante la recuperación.

El Foro Global sobre la Educación, cuyo objetivo es reunir a donantes y socios para reivindicar la necesidad de garantizar la financiación de la educación, se reunió el 10 de septiembre. Durante la 75ª sesión de la Asamblea General de la ONU, el 25 de septiembre, se llevó a cabo un evento de alto nivel para compartir con los Estados miembros las medidas recomendadas y las buenas prácticas a adoptar durante las interrupciones educativas.

Objetivos de la RME 2020 y resultados esperados

La sesión extraordinaria de la Reunión Mundial sobre la Educación 2020 (RME 2020) aprovechará este impulso para extraer lecciones de las asociaciones regionales y globales establecidas para responder a la COVID-19 y de los resultados de los procesos anteriores. Asimismo, servirá como plataforma para que líderes mundiales y responsables políticos de alto nivel acuerden:

  • Un conjunto de acciones prioritarias globales a poner en práctica de aquí a finales de 2021 para la recuperación y el fortalecimiento de los sistemas educativos nacionales, centrándose en los siguientes cinco temas considerados esenciales respecto a la COVID-19 y la recuperación: proteger la financiación nacional e internacional de la educación; la reapertura de los establecimientos educativos de manera segura; la inclusión, la equidad y la igualdad de género; el replanteamiento de la enseñanza y el aprendizaje; y aprovechar la conectividad y las tecnologías equitativas para el aprendizaje.
  • Modalidades de trabajo para fortalecer la coordinación, la uniformidad y la efectividad de la implementación del ODS 4-Educación 2030, con miras a presentar un mecanismo de cooperación educativa global mejorado, a ser adoptado en la próxima RME en 2021.

Resultados

Los resultados concretos esperados de la RME 2020 son:

  • Un acuerdo sobre las acciones prioritarias para acelerar el progreso hacia el ODS 4 en el marco de la COVID-19 y más allá.
  • Los compromisos de los dirigentes políticos de alto nivel para cumplir con estas acciones críticas para finales de 2021.
  • Una hoja de ruta para mejorar el mecanismo de coordinación global del ODS 4-Educación 2030.

Estos resultados se verán reflejados en la Declaración RME 2020. Se invitará a los líderes gubernamentales y la comunidad educativa internacional a asumir sus compromisos —políticos, financieros y/o técnicos— en relación con las acciones prioritarias acordadas. El progreso y el cumplimiento de estas acciones y compromisos serán revisados en la siguiente sesión ordinaria de la RME prevista en 2021.

El proyecto de declaración está disponible (en inglés) aquí.

Para obtener información adicional sobre la reunión, visite el sitio web oficial del evento.

El informe de políticas de la UNESCO: Educación durante la COVID-19 y más allá, está disponible aquí.