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La Internacional de la Educación se suma a la iniciativa a favor de la educación sobre el cambio climático

publicado 22 septiembre 2020 actualizado 16 julio 2024
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La Internacional de la Educación (IE) y la Confederación Sindical Internacional (CSI) se han sumado al llamamiento de organizaciones civiles mundiales, regionales y nacionales, en su mayor parte de defensa del medioambiente, en respuesta a la iniciativa climática de EarthDay.org. El objetivo es convencer a los gobiernos de que den prioridad a la alfabetización climática en las escuelas y de que garanticen una educación sobre el cambio climático, de calidad y basada en la ciencia, como parte de la educación cívica.

La campaña tiene por objeto convertir la educación sobre el cambio climático en una prioridad para los gobiernos cuando se reúnan en la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 26), que se celebrará en noviembre de 2021 en Glasgow.

La carta declara que “llevamos décadas sin proporcionar al alumnado de educación primaria y secundaria una verdadera educación climática y ambiental de calidad ni unas competencias cívicas. Este hecho ha socavado los esfuerzos por resolver las crisis climáticas y otros problemas ambientales importantes, además de obstaculizar la creación de una economía verde mundial y la generación de empleo para el futuro”.

En el comunicado de prensa en el que se anuncia la iniciativa, el secretario general de la IE, David Edwards, señaló que “nuestro Congreso Mundial, celebrado el año pasado, aprobó una resolución que exigía que los sistemas educativos garanticen una educación integral sobre el cambio climático; esto no está sucediendo y debemos remediarlo”.

Es esencial lograr que las nuevas generaciones tomen las mejores decisiones en cuanto a su forma de vivir, trabajar y participar en la adopción de decisiones gubernamentales.

Edwards hizo hincapié en que “la educación sobre el cambio climático forma parte de un reto educativo más amplio. Los docentes y las docentes deben ser libres, como profesionales, de enseñar con base en hechos en lugar de basarse en opiniones. Se les debería permitir y animar a despertar el interés del alumnado en cuestiones fundamentales, como el futuro humano y ambiental de nuestro planeta, y a estimular y desarrollar en él las aptitudes necesarias para el debate y para la capacidad de compromiso”.

Como conclusión, Edwards señaló: “La ciudadanía activa determina su destino en las democracias. Los ciudadanos y ciudadanas son agentes, no meros espectadores que dan fe de la influencia y el impacto de otros”.