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Togo: Un sindicato de la educación aboga por mejorar las condiciones laborales y de vida del personal docente del sector privado

publicado 26 agosto 2020 actualizado 26 agosto 2020
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La Fédération des syndicats de l'Éducation nationale (FESEN) ha instado a los ministros de Educación a abordar el problema de la precariedad del personal docente del sector privado para “poner fin a su suplicio”.

El secretario general de la Fédération des syndicats de l'Éducation nationale(FESEN), Sénon Hounsime, se ha dirigido a los ministros de Educación primaria y secundaria, Educación técnica y Formación e Inserción profesional para insistirles en que “la FESEN otorga una gran importancia a la calidad de la enseñanza en Togo y, por lo tanto, también a las condiciones laborales y de vida del personal docente, tanto del sector público como del privado. Además, cuenta con el compromiso nacional e internacional del Estado togolés en el ámbito de la Educación para Todos”.

El sindicato está abierto a colaborar con las autoridades estatales y con la Union des Fondateurs des Écoles Privées Laïques de Togo para mejorar de forma tangible las condiciones laborales y de vida del personal docente de los establecimientos de educación privados y, por consiguiente, para fomentar la calidad de la enseñanza en Togo.

Hounsime ha explicado que, en el marco de la “Nueva escuela” que se ha fijado la política togolesa, se han definido una serie de “objetivos nobles”, entre los que destacan:

  • Una escuela democrática accesible para todos y todas;
  • Una escuela más rentable, que requiera la cualificación profesional del personal docente; y
  • Una escuela que promueva el desarrollo.

En el contexto de estos objetivos, la Nueva escuela reconoce la existencia de los establecimientos de educación privados. Este reconocimiento ha sido ratificado por las autoridades educativas, que los han clasificado como privados confesionales y aconfesionales. Para su apertura y funcionamiento, se han fijado una serie de condiciones.

Sin embargo, Hounsime ha señalado que “desde hace varios años, este tipo de centros han proliferado sin control amparándose en su condición de ‘privados’, con el principal objetivo de cosechar enormes beneficios”.

La privatización no regulada tiene un impacto negativo en la calidad de la educación

Hounsime también ha lamentado el hecho de que, en el sector de la enseñanza de Togo, cualquiera puede crear una escuela donde desee y contratar al personal que mejor le parezca, sin atenerse a las regulaciones en materia de empleo y trabajo:

“Actualmente, el perfil de las creadoras y creadores de escuelas es muy diverso: hombres y mujeres de negocios, transportistas, sastres, grupos de jóvenes diplomados y diplomadas e incluso notarios y notarias, abogadas y abogados, etc. En resumidas cuentas, puede observarse que todas estas mujeres y hombres entran en el sector de la educación animados por la perspectiva de ganar dinero más que por el ánimo de ayudar a la ciudadanía togolesa, ya sean docentes, alumnos o alumnas, a desarrollar su potencial tal y como defiende la Nueva escuela”.

Asimismo, ha insistido en que los salarios del personal docente suelen establecerse al antojo del empleador y que los contratos laborales “o no existen, o son insólitos, o se pisotean sin miramientos”. Para empezar, esta estrategia impide a las personas trabajadoras adquirir ningún tipo de antigüedad pero, además, ejerce presión sobre ellas, pues tienen claro que a la mínima reivindicación perderán su puesto de trabajo para el curso siguiente.

Conscientes de la situación insostenible que han creado, los propietarios y las propietarias de establecimientos privados están desarrollando una práctica de expoliación del alumnado, consistente en obligarlo a tomar clases de apoyo de varias sesiones semanales e interminables cursos durante las vacaciones.

El secretario del sindicato ha añadido que estas prácticas se han convertido en “un chantaje a un personal docente que se encuentra en una situación de supervivencia”. Por otra parte, ha observado que las sesiones que se obliga a tomar a niños y niñas no tienen siempre el objetivo de reforzar sus capacidades cuando tienen dificultades, sino darles las soluciones de las siguientes evaluaciones previstas por el o la docente.

Hounsime lamentó asimismo que el Estado se mantenga impasible ante estas condiciones precarias, agravadas por la crisis sanitaria originada por la pandemia de COVID-19, que provocó la suspensión de las actividades escolares: “Con el pretexto del cese de la actividad, el personal docente ha sido abandonado por los dueños de los establecimientos educativos privados y por el Gobierno, que ha hecho oídos sordos a sus gritos de socorro. Entre su personal hay cabezas de familia a quienes se ha privado durante tres meses de unos sueldos de por sí escasos, lo cual ha asfixiado económicamente a familias enteras”.

Hounsine ha insistido en el hecho de que la precariedad en que se ha instalado el personal docente “perjudica gravemente la calidad de la enseñanza a la que la ciudadanía togolesa tiene derecho. Esta precariedad es un buen reflejo de la depravación moral a la que se enfrentan los centros escolares”.

El Estado debe regular el sector de la educación, crucial para el desarrollo de Togo

Por último, Houndine ha concluido que: “Va siendo hora de que el Estado retome su rol regulador en este sector crucial para el desarrollo de la nación. Ha llegado el momento de que el Estado devuelva a los establecimientos educativos la reputación que merecen como formadores de la infancia de nuestro país”.

Las reivindicaciones de la FESEN son claras

Por todo ello, la FESEN se exige a las autoridades públicas togolesas que:

  • Se apliquen correctamente y sin excepciones el decreto de 10 de febrero de 1983 y sus subsiguientes textos, que rigen la enseñanza privada laica y abarcan la creación y las infraestructuras de estos centros, al personal docente y el perfil de los fundadores y las fundadoras de establecimientos de educación privados.
  • Se respete de manera efectiva el nivel de cualificación docente exigido por la legislación escolar. El Estado debe velar por que se desarrolle una base de personal docente cualificado.
  • El Estado controle las cláusulas que figuran en los contratos antes de que se firmen o renueven.
  • Se asigne un plazo a los centros que no respondan al mínimo de condiciones topográficas, sanitarias y escolares establecidos en la legislación existente para que cumplan la normativa.
  • El Estado profesionalice al personal docente de los establecimientos de educación privados mediante formaciones iniciales y continuas, tal y como describe en su Reforma. El objetivo es garantizar la formación permanente del personal para mejorar su perfil y garantizar la calidad de la enseñanza en Togo.
  • Se elabore un convenio interprofesional para el sector a partir del convenio colectivo interprofesional de Togo. En este convenio sectorial debe estipularse claramente la evolución de los salarios percibidos por el personal docente titulado en las universidades togolesas.