Tras la devastadora explosión en el puerto de Beirut, la Internacional de la Educación ha expresado su solidaridad con los habitantes de la capital libanesa, en particular con el personal docente y el alumnado.
La Internacional de la Educación y sus organizaciones afiliadas han reaccionado rápidamente al devastador impacto de la explosión ocurrida en Beirut el 4 de agosto, en la que se calcula que más de 200 personas perdieron la vida y muchos miles resultaron heridas.
“Junto con nuestros afiliados y afiliadas de todo el mundo, nos solidarizamos plenamente con el personal docente y con la población de Beirut que se está recuperando de la terrible explosión”, ha expresado el secretario general de la Internacional de la Educación, David Edwards.
Una crisis tras otra
Manal Hdaife, de la Public Primary School Teachers’ League(PPSTLL), ha agradecido inmediatamente a la federación sindical internacional sus firmes palabras de solidaridad. Hdaife es miembro del comité subregional de la Internacional de la Educación para los países árabes.
“Tras la explosión, no podemos describir la magnitud de la catástrofe que ha sufrido Beirut, al igual que las escuelas y el sector educativo en general”, declaró, “como si nuestro país no tuviera suficiente con la crisis económica y la crisis sanitaria derivada de la pandemia de la COVID-19”.
Hdaife también deploró enérgicamente la incapacidad del Gobierno libanés para asignar fondos a las escuelas durante los dos últimos años, a raíz de lo cual las escuelas públicas libanesas no han podido reparar los daños que puedan haber sufrido al tiempo que luchan para garantizar las necesidades básicas”.
E informó asimismo que la oficina principal de la PPSTLL, situada cerca del Ministerio de Educación, ha sufrido graves daños. El sindicato está esperando una evaluación de los daños y el coste de la reconstrucción de su oficina.
Rodolphe Abboud, secretario general del sindicato de docentes Teachers Syndicate of Lebanon(TSL), otra de las organizaciones nacionales afiliadas a la Internacional de la Educación, destacó el impacto de la explosión. “Las consecuencias de la explosión son muy dolorosas para los libaneses en general y para el pueblo de Beirut en particular, sobre todo para aquellos que ya estaban sufriendo una crisis económica asfixiante. Esta catástrofe ha agravado su sufrimiento”.
Impacto de la pandemia y la explosión en la educación
Al tiempo que solicitaba apoyo, el líder del sindicato de educación señaló que este incidente se produjo cuando los educadores se encontraban luchando contra la pandemia mundial. El sector de la educación en el Líbano, especialmente el sector privado, que representa el 70% de la educación en el Líbano, “se ha estado enfrentando a una importante crisis derivada de la pandemia del coronavirus y de la crisis económica y financiera, lo que ha provocado el despido de docentes en muchas instituciones educativas”, señaló.
La “dolorosa explosión ha exacerbado la situación y ha destruido muchas escuelas de Beirut, dificultando la reanudación de la enseñanza y destruyendo los hogares de docentes que viven en Beirut y que carecen de los medios económicos para reparar sus viviendas”.
El Union Center y el Teachers’ Fund Center, que son, respectivamente, un fondo de apoyo al personal docente y un centro gestor de indemnización y jubilación del personal docente, situados en la zona afectada, también sufrieron importantes daños de infraestructura.
Solidaridad internacional
La Internacional de la Educación se pondrá en contacto con los sindicatos de educación locales para determinar la mejor manera de ayudar a la población afectada, especialmente al personal docente y a su alumnado, y tratará de garantizar que la educación sea prioritaria en el marco de la ayuda financiera procedente de la comunidad internacional.
Las organizaciones afiliadas de la Internacional de la Educación también han expresado su preocupación y mostrado su disposición a ayudar a la población de Beirut y a sus compañeros y compañeras del sector educativo.
La organización no gubernamental francesa Solidarité laïque–de la que es miembro SNUipp-FSU, organización afiliada a la Internacional de la Educación– ha pedido donaciones para ayudar a los residentes de Beirut y a las víctimas de esta catástrofe industrial sin precedentes.