Fred Jarvis, que dirigió el sindicato de docentes National Union of Teachers (NUT) como secretario general de 1975 a 1989, ha fallecido a los 95 años. Su servicio al sindicalismo y a la educación comenzó mucho antes de su labor en el NUT como líder y en otras competencias, y continuó hasta su muerte.
Kevin Courtney y Mary Bousted, secretarios generales conjuntos del National Education Union(la organización fusionada y sucesora del NUT) declararon: “El compromiso de Fred con el NUT y el NEU tras su fusión con la ATL en 2017 fue pródigo. Siguió asistiendo a todas las conferencias anuales y participando en la labor del sindicato hasta el final. Muchos extrañaremos a Fred, pero muchos también le recordaremos por la notable contribución durante toda su vida a la educación y al movimiento sindical”.
Jarvis fue el líder del NUT cuando el Parlamento aprobó, durante el Gobierno de la primera ministra Margaret Thatcher, la transformación más radical de la educación después de la Segunda Guerra Mundial: la Ley de Reforma Educativa de 1988. Esta ley socavó la Ley de Educación de 1944, que incluía la responsabilidad por parte de las autoridades locales de una educación primaria y secundaria integral y gratuita, y amplió las oportunidades y la igualdad en el sistema escolar. Había sido una parte fundamental del consenso de la posguerra respaldado por los principales partidos políticos.
La reforma de 1988 modificó profundamente las prioridades, las estructuras y la gobernanza de la educación. Sembró las semillas de muchos cambios posteriores, desde pruebas académicas a exámenes de selección y tablas de clasificación. Además, la ley rebajó la condición de los docentes al eliminar gran parte de su criterio, en particular respecto a los planes de estudios, y al impedir que los sindicatos de educación pudieran negociar directamente con sus empleadores.
En su homenaje, el secretario general de la IE, David Edwards, ha expresado: “Fred Jarvis, en sus más de seis décadas de servicio a la educación y al sindicalismo, luchó por la educación pública universal como parte central de la construcción de sociedades más justas y libres. Fue uno de los primeros líderes sindicales y de la educación en comprender y articular los peligros que entrañan para la educación y los docentes las reformas modernas y equivocadas. Las reformas siguen en pie, pero él contribuyó a transformar el debate para que sean cada vez más cuestionadas”.
“Jarvis fue un sindicalista visionario, un auténtico internacionalista y líder de la educación. Se le echará de menos, pero sus contribuciones seguirán ayudando a configurar el futuro de la educación”.