Con objeto de apoyar a los sindicatos de la educación tras la pandemia de la COVID-19, la Internacional de la Educación ha creado el Fondo de Solidaridad COVID-19, cuyos recursos provienen de numerosas organizaciones afiliadas solidarias, y ha recibido solicitudes de financiación de actividades por parte de otras organizaciones miembros.
La Internacional de la Educación ha movilizado a la comunidad sindical docente de todo el mundo para transmitir su solidaridad a aquellos a quienes la pandemia ha perjudicado más.
Según la Internacional de la Educación, tanto docentes como personal de apoyo son esenciales para crear unos sistemas educativos públicos inclusivos, gratuitos y de calidad
“Quiero agradecer la generosidad de las organizaciones afiliadas que han contribuido al Fondo de Solidaridad, ya que ahora tenemos la capacidad de aceptar las solicitudes de asistencia técnica y económica de las organizaciones afiliadas que desean desempeñar un papel decisivo a fin de que los sistemas de educación públicos salgan reforzados de esta crisis”, ha indicado el secretario general de la Internacional de la Educación, David Edwards.
Asimismo, Edwards ha añadido lo siguiente: “Esta crisis, por grave que sea en todo el mundo, nos ofrece la oportunidad de recordar la importancia de los servicios públicos y el papel destacado que desempeñan las profesoras, los profesores y el personal de apoyo para crear unos sistemas educativos públicos inclusivos, gratuitos y de calidad”.
Ayudar a las organizaciones afiliadas a hacer frente a los problemas inmediatos y a largo plazo originados por la pandemia
La Internacional de la Educación ha creado el Fondo de Solidaridad COVID-19 para ofrecer asistencia técnica y económica a las organizaciones afiliadas que se han visto afectadas por la pandemia de la COVID-19. El objetivo de este fondo consiste en ayudar a dichas organizaciones a hacer frente a los problemas inmediatos y a largo plazo originados por la pandemia y en apoyar sus iniciativas en el marco de sus actividades sindicales para garantizar que los derechos del personal educativo se respeten y que los sistemas de educación públicos salgan reforzados de la crisis.
Si bien es cierto que las dificultades a las que se enfrentan los sindicatos de la educación ya existían antes de la crisis de la COVID-19, estos obstáculos no han hecho sino agravarse.
Especialmente en tiempos de crisis, los Gobiernos tienden en mayor medida a ignorar los mecanismos de diálogo social.
Además, se ha instado a los docentes a enseñar a distancia, lo que en muchos casos no ha funcionado o se ha traducido en un incremento de su carga de trabajo.
Asimismo, cabe destacar que cuando la educación y el aprendizaje a distancia funcionan, agudizan la brecha social entre los alumnos, beneficiando a los mejores estudiantes y a aquellos que proceden de entornos más favorecidos.
Por otra parte, la privatización de la educación está aumentando a consecuencia de la crisis de la COVID-19 y las empresas están ejerciendo una gran presión para que se adopten sus soluciones de educación a distancia.
Durante la reunión virtual de la Red de Cooperación para el Desarrollo, celebrada el 12 de mayo, los socios en el ámbito de la cooperación para el desarrollo explicaron que las actividades propuestas debían suspenderse temporalmente. Después, comentaron que estaban listos para adaptar los proyectos previstos para responder lo mejor posible a las necesidades urgentes de sus socios.
Sin embargo, esto no supone en modo alguno que la federación internacional de sindicatos de la enseñanza vaya a sustituir a las ONG humanitarias o a los Gobiernos, que son quienes han de garantizar una educación de calidad para todo el mundo de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 4.
Tipos de actividades que se promueven para apoyar a los sindicatos de la educación
El Fondo de Solidaridad pretende ayudar a las organizaciones educativas a representar mejor a sus afiliados, apoyando la elaboración de sus políticas, su promoción y sus iniciativas en materia de desarrollo de su estructura organizativa.
Este fondo puede contribuir, por ejemplo, a concienciar a los miembros mediante el asesoramiento y la comunicación.
También tiene el fin de ayudar a las organizaciones afiliadas a la Internacional de la Educación a desempeñar en su totalidad la función que les corresponde en el diálogo sobre las políticas educativas, por ejemplo, ayudando a realizar investigaciones y estudios o a proponer políticas educativas que aporten solidez a los sistemas educativos cuando se reabran las escuelas.
El Fondo de Solidaridad también puede fomentar las iniciativas centradas en el desarrollo de la estructura organizativa, por ejemplo, ayudando a los sindicatos de la educación a reforzar las capacidades de sus miembros actuales y a organizar campañas de captación para atraer a miembros nuevos. Estas medidas pueden consistir en apoyar a las organizaciones afiliadas para que incorporen bases de datos de sus afiliados.
También deberá incluirse la asistencia jurídica a los miembros que sean víctimas de acoso por razones de género, a los que hayan sido expulsados de las escuelas o a los que hayan despedido por la crisis de la COVID-19.
Invitamos a las organizaciones afiliadas a la Internacional de la Educación que necesiten este tipo de asistencia a que presenten sus solicitudes hasta el 30 de septiembre de 2020 como máximo. Todas las solicitudes se someterán a un proceso de análisis y aprobación completo, equitativo y transparente.
La Internacional de la Educación analizará las solicitudes en colaboración con los socios en el ámbito de la cooperación para el desarrollo y las oficinas regionales.
Asimismo, la IE insta a los sindicatos a presentar solicitudes conjuntas con objeto de incrementar la unidad sindical, para beneficio de todos los sindicatos.