Un sindicato alemán se ha unido a la campaña Leave No One Behind (que nadie se quede atrás), que lucha por la evacuación inmediata de los abarrotados campos de refugiados de las fronteras exteriores de la UE. La campaña alega que la situación de los refugiados ha empeorado con la crisis del COVID-19.
La solidaridad no puede terminar en las fronteras nacionales
El sindicato Gewerkschaft Erziehung und Wissenschaft (GEW) apoya la campaña Leave No One Behind, liderada por Global Citizen, que arroja luz sobre la difícil situación de los refugiados que han quedado expuestos a la pandemia en los campos de refugiados de Europa.
Cerca de 42 000 refugiados viven en los campos de las islas griegas, donde cualquier intento por contener o incluso ralentizar un posible brote de COVID-19 fracasaría, de acuerdo con la presidenta de GEW, Marlis Tepe.
“La solidaridad no puede terminar en las fronteras nacionales, sino que aplica a todos independientemente de su origen, religión, edad, género o condición de residencia”, insistió. “Los derechos humanos son indivisibles”.
El GEW respalda la solicitud de la sociedad civil de que los campos de refugiados se evacuen de inmediato y se facilite ayuda humanitaria.
Además, Tepe criticó la suspensión del derecho de asilo y la indecisión de los gobiernos de la UE sobre la posibilidad de aceptar a aquellos que necesitan de su protección. Afirmó que las condiciones en estos enclaves ya eran catastróficas incluso antes de la pandemia de coronavirus.
Trampas mortales
Los campos de refugiados en Grecia amenazan con convertirse en “trampas mortales”, de acuerdo con Pro Asyl, una organización no gubernamental alemana que defiende los derechos de refugiados y migrantes en Alemania y Europa. Los campos están totalmente saturados, apenas hay acceso al agua y la infraestructura médica y de higiene es de todo punto insuficiente. Básicamente, las medidas de protección esenciales (como mantener una distancia de seguridad con otros y lavarse las manos con frecuencia) son inviables aquí.
Admitir refugiados
Tepe instó al Gobierno Federal alemán a cumplir su promesa y aplicar su decisión del 9 de marzo de admitir hasta a 1 500 niños especialmente vulnerables. Aunque no sería ni mucho menos suficiente, añadió, GEW exige a las autoridades públicas que se comprometan a ofrecer inmediatamente más ayuda a los refugiados para garantizar su protección.
La líder del GEW también enfatizó la voluntad de 141 localidades y ciudades alemanas que habían creado una alianza para convertirse en “refugios seguros”, defendiendo que #WeHaveSpace (tenemos espacio). La iniciativa Can't wash my hands(no puedo lavarme las manos) (en alemán) también ofrece a los interesados una plataforma de acción e intercambio para apoyar las solicitudes y actividades de los campos.