La Internacional de la Educación ha condenado enérgicamente los violentos ataques contra estudiantes y profesores de la Universidad Jawaharlal Nehru de la India y ha manifestado su apoyo a las reivindicaciones de los estudiantes en favor de una educación de calidad asequible y del derecho a la libertad de expresión.
La Universidad Jawaharlal Nehru (JNU) de Nueva Delhi ha sido el epicentro del activismo estudiantil en el país desde noviembre de 2019. Los estudiantes y el personal universitario han protestado contra la subida de cerca del 300% de las tasas de matrícula y alojamiento por parte de la administración de la JNU y contra la decisión del Gobierno de revocar el artículo 370 en Cachemira. También han pedido la derogación de la Ley de Ciudadanía (Enmienda), que discrimina a los musulmanes. La universidad se paralizó por completo cuando los estudiantes y el personal boicotearon las clases, los exámenes y las inscripciones para el semestre de invierno.
Hasta la fecha, el vicerrector Jagadesh Kumar y la administración de la JNU se han negado a dialogar con los estudiantes y el personal, lo cual ha hecho que la situación empeore y además va en contra de la Recomendación de la UNESCO relativa a la situación del personal docente de la enseñanza superior (1997). La Recomendación estipula claramente que el personal docente de la enseñanza superior ha de tener el derecho y la oportunidad de criticar el funcionamiento de las instituciones de enseñanza superior, incluidas las suyas propias. Además, la Recomendación establece que los principios de colegialidad incluyen “la política de participación de todos los interesados en las actividades y estructuras internas de toma de decisiones y la creación de mecanismos consultivos”.
El 5 de enero, los estudiantes y miembros del personal de la JNU organizaron una protesta pacífica para exigir una educación de calidad asequible para todos y el cese de los incidentes violentos en el campus. Durante la protesta, una turba de entre 50 y 60 personas enmascaradas consiguió traspasar los dispositivos de seguridad de la universidad, acceder al campus y atacar con piedras, barras de hierro y ladrillos a los estudiantes y miembros del personal que participaban en la protesta. La agresión dejó a más de 39 manifestantes gravemente heridos y las instalaciones universitarias quedaron destrozadas.
Internacional de la Educación: solidaridad con los estudiantes y el personal de la JNU
La Internacional de la Educación emitió una declaración en la que condena enérgicamente la agresión contra las personas que se manifestaban pacíficamente en el campus y expresa asimismo su solidaridad con las reivindicaciones de los estudiantes y el personal universitario. David Edwards, secretario general de la Internacional de la Educación, destacó que los recientes ataques dirigidos a universidades de la India “hacen que cada vez sea más difícil para los estudiantes, el personal y sus organizaciones expresar sus opiniones sobre las políticas gubernamentales, la política y las cuestiones socioeconómicas, en particular su derecho a exigir el acceso a y la provisión de una educación de calidad asequible para todos”.
La Internacional de la Educación hace un llamamiento al Gobierno de la India para que:
- realice una investigación independiente y exhaustiva sobre las agresiones violentas y lleve a los culpables ante la justicia;
- destituya inmediatamente a Jagadesh Kumar del cargo de vicerrector de la universidad por su reiterada incapacidad para mantener un entorno académico seguro;
- garantice que las universidades defiendan los valores democráticos y los derechos humanos para todos;
- presione a la administración de la JNU para que dialogue con el sindicato de estudiantes y el sindicato de profesores de la JNU y encuentre una solución a sus demandas.
NTEU: las universidades desempeñan una función especial en la democracia
El sindicato australiano de educación superior, el National Tertiary Education Union (NTEU), también ha condenado la violencia en la JNU. “Los recientes acontecimientos que se han producido en la Universidad Jawaharlal Nehru plantean serias preocupaciones sobre la integridad de la institución y su compromiso con la búsqueda del conocimiento y la defensa de su función como comunidad de académicos”, escribió el secretario general del NTEU, Matthew McGowan, en una carta dirigida al vicerrector de la JNU, el catedrático Jagadesh Kumar.
Reafirmando que “las universidades desempeñan una función especial en la democracia” y que “son instituciones democráticas que deben funcionar al margen de los debates y contiendas políticas que las rodean”, McGowan insistió en que ningún tipo de violencia tiene cabida en una universidad. Cuando esa violencia está inducida por motivos políticos, raciales o religiosos, y cuando existen indicios de que la administración de la universidad ha condonado o permitido esa violencia, se pone en tela de juicio la legitimidad de una institución, explicó el secretario general del NTEU.
El NTEU también expresó su preocupación por los acontecimientos que están teniendo lugar en la India en general. El sindicato australiano instó al vicerrector de la JNU y al Gobierno de la India a condenar estos ataques en aras de una democracia fuerte y dinámica, y a tomar todas las medidas necesarias para llevar ante la justicia a los autores de estos ataques.
Enérgicas medidas policiales contra las protestas en el campus
En diciembre de 2019, los estudiantes organizaron varias protestas contra la controvertida Ley de Ciudadanía (Enmienda) en la Universidad Musulmana de Aligarh y la Universidad Jamila Milia Islamia. Las protestas fueron violentamente reprimidas por el Cuerpo de Policía de la India. La Commonwealth Students’ Association (CSA) condenó la represión.
En una declaración publicada el 31 de diciembre de 2019, la CSA expresó su apoyo a la marcha solidaria organizada por estudiantes y exalumnos del St. Xavier’s College de Calcuta, capital del estado indio de Bengala Occidental. El objetivo de la marcha era arrojar luz sobre el duro trato que recibieron los estudiantes de la Universidad Jamia Millia Islamia y la Universidad Musulmana de Aligarh a manos del Cuerpo de Policía indio durante las protestas pacíficas.