La condición y el papel del personal docente están en peligro debido al esfuerzo mundial por hacer que las escuelas razonen y funcionen como empresas privadas, incluso en algunos sistemas escolares que pueden parecer intactos al fervor de la reforma del mercado. Un artículo sobre la profesión publicado el mes pasado aborda, en diferentes contextos, el impacto de ese clima ideológico en la política educativa.
La revista en línea con sede en Zurich « on education», cuya actividad principal se centra en la investigación y el debate, ha dedicado a la profesión docente su último número « Teachers - Being in Control or Being Controlled» ( Maestros – Controlar o ser controlados). El Secretario General de la Internacional de la Educación, David Edwards, recibió una invitación para contribuir a esta edición.
En su artículo, titulado « quality education and professional teachers» (Una educación de calidad y docentes profesionales), Edwards sostiene que las relaciones son un elemento esencial de la enseñanza y que no se pueden sustituir por sistemas de gestión ni por tecnología. Incluye las «escuelas seguras» en ese contexto y afirma que: «La comunidad escolar es un tejido de relaciones. Estas relaciones se establecen entre estudiantes y estudiantes, docentes y docentes, pero también entre estudiantes y docentes. Una comunidad funciona mejor si es estable, sana y segura. Pero además de ser un entorno seguro físicamente, sin peligros ni acosos, la escuela también es un entorno seguro para ser quien se es, para pensar libremente, para debatir, para ser una persona creativa y no conformista».
La publicación completa incluye un editorial de introducción y seis artículos. Además del artículo de David Edwards, se pueden consultar los artículos siguientes:
« teacher (in) discretion in international schools» ((In)discreción del personal docente en las escuelas internacionales), de Adam Poole. Este artículo muestra cómo las escuelas internacionales o «internacionalizadas» no sujetas a reformas también se ven afectadas por ellas ya que operan en un entorno competitivo y sufren las presiones del mercado al igual que las instituciones «con ánimo de lucro». Según Poole, «desde el punto de vista del mercado, los padres ambiciosos de la clase media se posicionan, a sí mismos y a sus hijos, como clientes consumidores de educación».
« teacher agency and the digital; empowerment or control» (El poder de acción docente y el mundo digital; empoderamiento o control), de Barbara Schulte. Este artículo analiza el argumento de que internet como recurso proporciona una mayor equidad y calidad a la educación. La autora analiza, por ejemplo, el argumento de que la educación en línea permite a las escuelas rurales acceder a los mejores profesores, a pesar de que puede ser difícil y costoso atraer a docentes cualificados a esas zonas. Schulte sostiene que, aunque el acceso a la red tiene algunos efectos positivos, estas prácticas tienden a imponer la educación urbana en regiones que son fundamentalmente diferentes. Al hacerlo, estas prácticas podrían reducir el papel de los profesionales a la mera lectura de guiones desarrollados en otros lugares.
« control of teachers under conditions of low-stakes accountability» (El control del personal docente en condiciones de responsabilidad reducida), de Judith Hangartner. Este artículo muestra el impacto de la «nueva gestión pública (NGP)», incluso en los sistemas que valoran la autonomía profesional y no imponen evaluaciones rígidas del desempeño. La autora sostiene que las políticas de la NGP «han llegado a todos los rincones del mundo» y se han combinado con las tradiciones y los sistemas de gobierno locales. Según Hangartner, este fenómeno no solo se da en el mundo anglófono, «sino también en América Latina y Asia», donde la escolarización «ha pasado de ser un bien público a una mercancía que puede ser individualizada, privatizada y puesta en competencia».
« ideological disempowerment of teachers» (Desempoderamiento ideológico del personal docente), de Kwok Kuen Tsang. Este artículo, basado en un estudio realizado en Hong Kong, analiza el incremento de las tareas no pedagógicas, señala un aumento del «estrés y el agotamiento» y destaca que las desviaciones de la educación han hecho que los docentes se sientan «inútiles, frustrados y desmoralizados... Abrumados por el trabajo no pedagógico». Además de las cargas administrativas, el personal docente también tiene responsabilidades relacionadas con las actividades extracurriculares, que constituyen un «argumento de venta» para atraer más padres y estudiantes.
« manifestations of autonomy and control in a devolved schooling system: the case of New Zealand» (Manifestaciones de autonomía y control en un sistema de enseñanza descentralizado: el caso de Nueva Zelanda), de Nina Hood. Este artículo reconoce la relativa autonomía de la profesión docente en Nueva Zelanda, donde el personal docente está considerado como compuesto de «actores competentes del sistema educativo». No obstante, menciona los conflictos entre esas tradiciones y prácticas y la influencia del «movimiento global de reforma educativa (GERM)». Un gobierno anterior impuso normas nacionales, que fueron derogadas por el gobierno actual, pero siguen quedando huellas de dicho enfoque y de actitudes anteriores.
Si bien todos los artículos tratan sobre la profesión docente, analizan varios temas, en su mayoría relacionados con la «reforma» escolar, y utilizan experiencias diferentes según los países. Sin embargo, una característica común es que, independientemente de si los sistemas escolares están centralizados o descentralizados, de si se fomenta o no la autonomía docente o incluso de si los sistemas han estado sujetos a las últimas modas de la reforma educativa, el pensamiento y los métodos gerenciales han tenido un impacto a nivel mundial en la profesión docente.
Dado el arraigo y el alcance del dogma del mercado y de los enfoques de gestión privada en el ámbito educativo, el restablecimiento de la condición de la profesión docente requerirá mucho más que ligeras modificaciones en las reformas equivocadas. Una transformación tan profunda, que forma parte de una lucha más amplia por la dignidad humana y el respeto, debe incluir una desintoxicación masiva con el fin de liberar al personal docente, a los estudiantes y la propia misión de la educación de los mitos y los rituales del mercado.
Al final de su artículo, David Edwards ofrece otra visión y una esperanza, que requieren un compromiso y un esfuerzo sostenidos. Según sus palabras: «Es una lucha de los docentes, pero también de los estudiantes, de los padres y de las sociedades sanas, felices y democráticas. Y ahora más que nunca, los sindicatos de docentes reconocen que el sindicalismo no es una cuestión local. Es una lucha mundial. Las ideas, incluidas las malas, se extienden rápidamente y la profesión debe responder a ellas tanto a nivel mundial como regional y nacional».
Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.