Enfrentado a la eliminación del apoyo gubernamental, el sindicato de docentes Opetusalan Ammattijärjestö, una de las organizaciones miembro de la Internacional de la Educación, decidió revisar su estrategia en materia de asuntos internacionales con el fin garantizar la continuidad de sus actividades de cooperación para el desarrollo en el futuro.
Delosproyectosfinanciadospor el Ministerio de Asuntos Exteriores a la autofinanciación
Al explicar la forma en que el sindicato Opetusalan Ammattijärjestö (OAJ) llevaba a cabo anteriormentelos proyectos de cooperación para el desarrollo (CD), la directora de la unidad organizativa de OAJ, Jenni Arnkil, dice que “la labor general de CD de su organización se basaba en una estrategia en materia de asuntos internacionales en la que los proyectos estabanfinanciados por el Ministerio de Asuntos Exteriores. Esto significa que cuando el Ministerio aprobaba un proyecto de CD, aportaba el 85% de su financiación y el 15% restante era financiado por la propia organización que lo solicitaba”.
Este sistema logró resultados significativos. Arnkil señala: “OAJ ha estado realizando un trabajo bilateral de CD desde los años 80 basado en este sistema. Hemos desarrollado proyectos, por ejemplo, con los sindicatos de los docentes de Gabón, Kazajstán, Kirguistán, Malí, Mozambique, Namibia, Togo y Zimbabue”.
Arnkil insistió en que “lacontribución de la Internacional de la Educación ha sido importante para nosotros, ya que nos ha orientado acerca de los posibles socios y nos ha ayudado adesarrollar y ejecutar los proyectos”.
La dedicaciónde las cuotas de afiliación al trabajo deCD
Un evidente cambio políticollevó a OAJ a adoptar un nuevo enfoque para financiar las actividades de CD. En 2015, el Partido del Centro, el Partido de la Reforma Azul y el Partido de la Coalición Nacional formaron un nuevo gobierno finlandés, querecortó la financiación destinada a la CD en aproximadamente un 40% y asignó el dinero restante a organizaciones de CD más grandes. OAJ solicitó financiación en 2016 y 2018, pero no obtuvo fondos para ningún proyecto. “En 2018, prácticamente no hemos podido emprenderen absoluto proyectos de CD”, deploraArnkil.
Es por eso que OAJ decidió buscar un nuevo enfoque. “Hemos estado considerando diversas posibilidades y escenarios desde 2018”, dice Arnkil. “Queremos encontrar nuevas formas de hacer las cosas y es importante ampliar nuestra perspectiva con respecto la labor de solidaridad. Comenzamos a actualizar nuestra estrategia en materia de asuntos internacionales y la presentamos a los órganos de toma de decisiones del sindicato en la primavera de 2019. En mayo de 2019, nuestro Consejo, la máxima autoridad en la toma de decisiones del sindicato, aprobó la nueva estrategia. El objetivo es aumentar gradualmente la cantidad utilizada para la labor de solidaridad y responsabilidad global hasta el 0,7% de nuestras cuotas de afiliación. Esperamoslograrlo en un par de años. También estamos buscando la manera de cooperar con otras organizaciones/operadores de este ámbito”.
Esto está en línea con la Resolución sobre la cooperación para el desarrollo adoptada en el Segundo Congreso Mundial de la Internacional de la Educación (IE), celebrado en Washington D.C., Estados Unidos, en 1998. Esta resolución en particular pide a las organizaciones miembro de la IE que asignen por lo menos un 0,7% de sus ingresos a la ejecución de programas de cooperación para el desarrollo.
“Ahora también estamos lanzando un nuevo plan de acción para el trabajo de CD”, indica Arnkil. “Tendremos nuestra planificación presupuestaria para 2020 en otoño, y eso, por supuesto, corroborará la nueva estrategia”.
Arnkilconcluye señalando que “en la estrategia se ha hecho hincapiéen quenuestra labor de solidaridad y responsabilidad globaldebe centrar su atención en el fortalecimiento de la educación y los derechos sindicales. En combinación, esto significa que la forma más importante de ejecutar el trabajo será, evidentemente, el fortalecimiento de los sindicatos de los docentes”.