El Saint Lucia Teachers’ Union (SLTU), junto con otros sindicatos de la educación, están ejerciendo presión sobre el gobierno para que negocie de buena fe y responda a las legítimas reivindicaciones de los educadores.
“Estamos en una situación en la que no contamos con un acuerdo colectivo”, afirmó el presidente del Saint Lucia Teachers’ Union(SLTU), JulianMonrose.
Los docentes y sus sindicatos en Santa Lucía desean avanzar en muchos temas, tales como:
Los profesores que evalúen exámenes deben ser remunerados por ello;
Muchos edificios escolares se encuentran en malas condiciones. Esto puede conducir a la enfermedad. Dichas instalaciones educativas necesitan reparaciones urgentes;
Aumentos salariales para los docentes; y
Una adecuada asignación de recursos públicos para las escuelas públicas y el sistema educativo.
En 2016 se produjo un cambio de gobierno y, desde entonces, el SLTU no ha podido participar en negociaciones reales y de buena fe.
En noviembre de 2017, el sindicato de la educación presentó una propuesta de negociación con respecto a las condiciones laborales de los docentes. En mayo de 2018, ante la ausencia de respuesta, insistieron en recibir una solución.
En agosto de 2018, se celebró una reunión entre las autoridades públicas y el SLTU, en la que los representantes sindicales tuvieron la oportunidad de presentar sus reivindicaciones. No obstante, no han recibido ninguna respuesta del gobierno.
En diciembre de 2018, el gobierno envió al SLTU una carta en la que pedía que renunciara a las negociaciones a cambio de un pago único de 1 000 dólares caribeños para cada docente. Los profesores rechazaron esa propuesta.
El 11 de marzo de 2019, el SLTU convocó a una huelga con el fin de protestar por la falta de negociación y exigir que se entablara una negociación real y adecuada.
El 12 de marzo, los docentes permanecieron masivamente alejados de la escuela, muchos de ellos se declararon enfermos.
“El 14 de marzo se organizó una reunión con las autoridades públicas como consecuencia de la huelga docente y pudimos exponer nuestras peticiones. El gobierno accedió a ponerse en contacto con nosotros en un plazo de tres semanas”, explicó Monrose.
Asimismo, Monrose hizo hincapié en que “todas las escuelas de la isla se vieron afectadas, los docentes se mantuvieron unidos en el esfuerzo y demostraron claramente que van completamenteen serio con respecto a sus reivindicaciones”, y concluyó que “confiamos en que, esta vez, el gobierno se pondrá en contacto con nosotros en el plazo previsto”.