Los educadores de la zona sur de los Países Bajos se han manifestado a favor de una mejora de los salarios y condiciones laborales tras organizarse actividades similares en el ámbito nacional y regional.
El 13 de abril, los/as educadores de escuelas primarias del sur de los Países Bajos fueron a la huelga para exigir mejores salarios y una reducción en su carga de trabajo. La protesta tuvo lugar en Eindhoven y Sittard, y he hizo que casi todos los centros escolares de las provincias de Brabante y Limburgo cerrasen.
Este acto en la región sur del país se produjo tras varias acciones de protesta nacionales y en las zonas norte y noroeste del país. También viene de la mano de la publicación del informe anual del Centro de Inspección Educativa Neerlandés titulado: « El estado de la educación».
El informe, presentado el 11 de abril, subraya varias crisis en la educación neerlandesa, incluido un descenso en los resultados académicos de los estudiantes. Aunque los Países Bajos siguen alcanzando unos resultados relativamente buenos, el rendimiento escolar se ha ido reduciendo gradualmente durante los últimos 20 años.
Exigencias transversales
Según el sindicato educativo Algemene Onderwijsbond(AOb), varias de las razones que explican esta situación son:
· El número cada vez mayor de alumnos/as con necesidades especiales en escuelas convencionales
· El incremento del número de problemas sociales que un centro educativo tiene que solucionar
· Los cambios reiterativos en el sistema y el currículum
· El número cada vez mayor de contratos temporales y flexibles para los/las docentes
· La falta de asignación de una financiación apropiada por parte de los comités escolares autónomos
Según el sindicato, estos problemas generan un aumento en la carga laboral de los/as docentes, muchos de los cuales acaban abandonando la profesión. Además, los sueldos docentes en la educación primaria llevan años a la zaga de otros. La escasez de docentes supone ahora un peligro evidente para la calidad de la educación.
Enfrentarse a los problemas
«El primer paso para poner freno a una caída mayor en la calidad de la educación consiste en hacer frente a la escasez de docentes a través de un aumento significativo de sus salarios y de una reducción de su carga laboral y del número de contratos flexibles», declaró la presidenta del AOb, Liesbeth Verheggen.