El trabajo de la Internacional de la Educación y sus afiliadas sobre las ciencias y el sector editorial abiertos se expuso en la conferencia de este año de la Sociedad de Educación Internacional Comparada (CIES).
El eje conductor de los eventos organizados por la Internacional de la Educación en la reunión anual de la Sociedad de Educación Internacional Comparada (CIES) celebrada en Ciudad de México del 25 al 29 de marzo fue la privatización de la educación superior y, concretamente, cómo incrementar el acceso a la investigación y conseguir que la ciencia sea más abierta para todos y todas.
El evento congregó a numerosos investigadores y partes interesadas de la sociedad civil y sirvió para que la IE mostrara su trabajo titulado «Rediseñar la educación global: diálogo norte-sur».
Como se indica en la Declaración política de la IE sobre Acceso abierto en la investigación y la educación para adultos y superior, la educación pública se sirve de la difusión más amplia y accesible del trabajo de los eruditos y la investigación educativa. Por desgracia, los editores comerciales funcionan con márgenes de beneficios elevados, que bloquean la investigación y la arrinconan en muros de pago, mientras exigen a los investigadores e investigadoras que suscriban sus derechos de autor y aprovechan los resultados de estudios que, en gran parte, pagan los contribuyentes.
Preocupación por Elsevier
Las prácticas de Elsevier, la editora de temas académicos más grande del mundo, despiertan preocupación. En una encuesta reciente a miembros del sector de la investigación y de la educación para adultos y superior, las afiliadas de la IE manifestaron su preocupación por los precios elevados y las prácticas de limitación del acceso abierto. Sus intereses motivados por su propio beneficio son cada vez más cuestionados por universidades, miembros de la sociedad civil y bibliotecas a través de boicots y otras medidas.
Acceso equitativo
En un taller y panel titulado Cómo desbloquear el acceso equitativo a la investigación, la IE expuso este importante asunto ante la CIES. Investigadores, sindicatos educativos y otros miembros de la sociedad civil participaron en un debate crítico sobre estos asuntos. Todos los participantes coincidieron en que deben cuestionarse los imperativos en favor de un acceso más amplio y equitativo a la investigación, para el beneficio de la investigación y la sociedad en su conjunto.
En su presentación, Jon Tennant, investigador independiente y activista por el libre acceso a la ciencia, expuso una visión general de las prácticas empresariales de Elsevier/RELX Group. Señaló que «están monopolizando no solo los resultados de las investigaciones, sino todo el proceso y la infraestructura de la investigación y su evaluación». Animó a los participantes a ser «valientes y apoyar a las instituciones de investigación en su lucha para recuperar juntos la titularidad de la infraestructura de la investigación».
El Director Ejecutivo de la Asociación Canadiense de Docentes Universitarios, David Robinson, aportó una perspectiva sindical sobre el significado de la ciencia accesible para los investigadores académicos. Además, destacó cómo los sindicatos «pueden desempeñar un papel significativo en el avance de las políticas de acceso abierto a través de la negociación de un lenguaje de acuerdo colectivo para proteger la libertad académica, los derechos de propiedad intelectual y el derecho a la publicación».
América Latina
Gustavo Fishman, de la Universidad de Arizona, también compartió sus análisis sobre el amplio uso del acceso abierto en la comunicación académica en América Latina. Esto proviene de «un fuerte sentido tradicional de la misión pública de las universidades, una presencia débil de los editores comerciales y la expansión acelerada de las capacidades investigadoras de la región», afirmó.
Rosario Rogel-Salazar, de la Universidad Autónoma del Estado de México, explicó que, en México, la Ley de acceso abierto se aprobó en 2014. Fomenta que los investigadores e investigadoras compartan sus estudios e implica a las instituciones para que desarrollen políticas que implementen el acceso abierto y promuevan una cultura basada en la apertura y la capacidad de compartir. Tras destacar los avances de México, reconoció que, no obstante, «la ley no siempre se aplica , y los investigadores e investigadoras de México están sufriendo también al no disfrutar de un acceso equitativo a la investigación en inglés».
Acción conjunta
Todos/as los y las panelistas estuvieron de acuerdo en que es esencial llevar a cabo una acción conjunta y animaron a los/as participantes a publicar solo en revistas de acceso abierto y reflexionar de manera crítica sobre su papel como potenciales editores en revistas que no apoyan el acceso abierto.
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