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Hyunsu Hwang, KTU

El prólogo del Informe sobre el Desarrollo Mundial 2018 redactado por el presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim, me ha sorprendido. Empieza: “La educación y el aprendizaje elevan las aspiraciones, generan valores y, principalmente, enriquecen la vida de las personas. El país en el que nací, la República de Corea, es un buen ejemplo de cómo la educación puede desempeñar estas importantes funciones” (pág. xi). Estoy de acuerdo con la primera frase, pero tengo serias dudas con respecto a la segunda. No estoy seguro de cuándo Jim Yong Kim se marchó de Corea y desconozco qué tipo de experiencia tuvo en la escuela, pero parece haber un gran abismo entre su descripción de la educación coreana y la de la mayoría de los coreanos.

¿Constituye la educación coreana un buen modelo? Yo estudié aquí durante 16 años, desde la enseñanza primaria hasta la universidad, y llevo más de 20 años dando clase. Durante todo este tiempo nunca he conocido a nadie, ya sea profesor o estudiante, que haya dicho que el sistema educativo coreano se caracteriza por una gran calidad y eficiencia. La mayoría de los padres dicen que la escuela fue para ellos un período verdaderamente estresante, y ahora es más estresante todavía porque tienen que gastarse mucho dinero en la educación privada de sus hijos e hijas. A decir verdad, la mayoría de la gente no está satisfecha con la educación de este país. Por eso leer en el Informe sobre el Desarrollo Mundial un elogio sobre la educación coreana me ha incomodado. La situación real es completamente distinta a la que describe el Banco Mundial.

La educación en Corea ha sido con frecuencia elogiada a escala internacional. Suele considerarse un modelo acertado que sirve de referente a otros países. Tal como Jim Yong Kim menciona en su prólogo, hay personas que llegan incluso a decir que la educación ha sido uno de los principales motores del rápido crecimiento económico coreano. No obstante, nunca he leído ningún artículo de investigación objetivo que establezca una correlación estrecha entre la educación coreana y el desarrollo económico del país. Ese desarrollo económico podría deberse más bien a otros factores, como por ejemplo a la voluntad de las personas para superar la pobreza y al desarrollo económico impulsado por el Estado.

Los elogios internacionales a la educación coreana se deben principalmente a los resultados que obtiene Corea en las pruebas del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA). Los estudiantes de Corea se sitúan en la parte más alta de la clasificación, junto con sus homólogos de Finlandia, aunque la educación coreana es totalmente distinta a la educación finlandesa. Si la educación consiste en última instancia en “enriquecer la vida de las personas”, entonces la educación coreana no es educación. Los resultados de las pruebas de PISA no reflejan la calidad de la educación. Para eso es preciso examinar lo que hay detrás de los resultados.

La característica más significativa de la educación en Corea es la existencia de una rivalidad encarnizada. La carrera hacia las mejores universidades empieza ya en el jardín de infancia. Las escuelas de enseñanza primaria y secundaria son como un campo de batalla en el que lo que de verdad importa es obtener los mejores resultados en los exámenes. Pero no basta con sacar buenas notas: lo importante es que “mis” notas sean mejores que las de los demás y que yo consiga superar los resultados de mis compañeros. La rivalidad en la escuela es verdaderamente feroz.

En la cúspide de esta educación centrada en los exámenes está la decisiva prueba nacional, el su-neung, un examen para el ingreso a la universidad. Es una prueba que dura ocho horas y que los estudiantes pasan en un solo día. Es tan importante que, durante el tercer período de la prueba, cuando los estudiantes están pasando el examen de comprensión de inglés, está prohibido que vuelen aviones sobre la península coreana. El resultado es determinante para la vida de los estudiantes. Se trata de un evento sumamente importante, no solo para los estudiantes sino también para sus familias. Los resultados del examen no solo determinan la universidad a la que podrán asistir los estudiantes sino también la profesión que desempeñarán y, posiblemente, incluso con quién se casarán. Las universidades coreanas tienen un sistema jerarquizado. A pesar de que los gobiernos anteriores trataron de reducir la rivalidad introduciendo un sistema de acceso a la universidad más diversificado, el su-neung sigue siendo vital para entender la educación pública en Corea. Diane Ravitch lo menciona en una serie de blogs: poner demasiado énfasis en los resultados de los exámenes “distorsiona de forma peligrosa el proceso educativo”, estimulando “la picaresca, haciendo que la enseñanza gire en torno a los exámenes y reduciendo el tiempo que se dedica a las asignaturas que no entran en el examen de acceso a la universidad”. Esto es exactamente lo que sucede en las escuelas coreanas.

En Corea hay muchísimos tutores privados. Los centros de enseñanza privada, o hagwon, son fundamentales para entender el sistema educativo coreano. Alvin Toffler, uno de los futuristas más famosos del mundo, los mencionó cuando vino a Corea del Sur:

“La cosa más incomprensible sobre Corea es que su educación está retrocediendo. Los estudiantes coreanos pasan 15 horas en la escuela y en los hagwon para adquirir unos conocimientos que no serán necesarios en el futuro o para desempeñar empleos que ni siquiera existen. Están desperdiciando un tiempo precioso”.

Independientemente de la intención de su comentario, me gustaría centrarme en esta parte: “Los estudiantes coreanos pasan 15 horas en la escuela”.¿Es eso cierto? Los horarios de los estudiantes de las escuelas primarias pueden ser distintos de los de las escuelas secundarias, pero los estudiantes de secundaria pasan una media de entre 13 y 15 horas en la escuela, normalmente hasta las 10 p.m. Comen y cenan en la escuela. Los horarios escolares se dividen en tres partes: clases regulares de 8:30 a.m. a 4 p.m.; clases extras por la tarde, de 4 p.m. a 6 p.m.; y un tiempo de estudio personal por la noche, de 7 p.m. a 10 p.m. Algunos estudiantes de secundaria acuden a un hagwon o tienen un tutor privado en casa para seguir estudiando después de las 10 p.m. Suelen acostarse a las 1 a.m. o 2 a.m. En la escuela, muchos estudiantes se quedan dormidos en clase por la falta de sueño.

Corea del Sur es famosa por registrar la tasa más alta de suicidio y la tasa más baja de fertilidad de todos los países de la OCDE. En 2015, la OCDE señaló que Corea del Sur había registrado por decimoprimer año consecutivo la tasa más alta de suicidio de los países desarrollados (OCDE, 2015, pág. 57). El suicidio es también la principal causa de muerte entre los estudiantes. Las principales causas del suicidio entre los estudiantes son el estrés y la intensa presión de los exámenes y los resultados. Los estudiantes coreanos de secundaria con tendencia al suicidio señalaron que los factores más estresantes en su vida eran las dificultades de su elección profesional, el bajo rendimiento académico, la enorme cantidad de trabajo académico y la falta de descanso (Lee et al. 2010). Además se ha determinado que la obtención de los resultados del examen de acceso a la universidad es uno de los principales desencadenantes de los intentos de suicidio.

Por otra parte, la baja tasa de natalidad de Corea ha sido uno de los grandes problemas de la sociedad coreana. Y está yendo a peor. Varios indicadores relacionados con la fertilidad muestran que el problema está alcanzando niveles catastróficos. ¿Por qué las parejas coreanas no tienen hijos? La mayoría de los coreanos piensan que una de las principales razones de la baja fertilidad es el sistema educativo. Sabemos muy bien cuán difícil es criar niños en esta sociedad. Los padres coreanos tienen que dedicarse en cuerpo y alma a la educación de sus hijos y tienen que gastarse además una parte importante de sus ingresos mensuales en la educación privada de sus hijos [1]. Por eso muchas parejas jóvenes no quieren tener hijos.

Bajo los regímenes militares coreanos, las escuelas eran simplemente centros de propaganda donde el gobierno militar dictatorial exigía a los educadores que inculcaran sus ideologías. Los docentes no estaban autorizados a hablar sobre estos regímenes, y la mayoría de los docentes acataban lo que los gobiernos dictaban. No obstante, el 28 de mayo de 1989 los docentes se reunieron para poner en marcha el primer sindicato nacional de docentes, negándose a seguir desempeñando el papel de marionetas controladas por la dictadura. Así pues, establecieron el Korean Teachers and Education Workers’ Union (KTU). El gobierno militar decretó inmediatamente la ilegalidad del KTU. Cientos de miembros fueron arrestados y encarcelados por el régimen, y más de 1.500 docentes fueron despedidos por haberse afiliado al sindicato y defender a los docentes, a los alumnos y a los padres. En 1999, tras una década de lucha, el KTU fue reconocido como sindicato legal. El KTU ha hecho un gran esfuerzo, junto con la Internacional de la Educación, para traer una educación de calidad para todos.

Más tarde, el 24 de octubre de 2013 el antiguo gobierno de Park Geun-hye anuló el registro del KTU porque el sindicato no había enmendado sus estatutos para prohibir que los trabajadores despedidos y desempleados siguieran afiliados al mismo. Esto constituye una vulneración de las normas internacionales del trabajo. La OIT ha criticado reiteradamente estas exclusiones, insistiendo en que “instó al Gobierno a derogar las disposiciones por las que se prohíbe a los trabajadores despedidos o desempleados seguir afiliados a un sindicato u ocupando puestos de responsabilidad en el mismo”. El Comité de Libertad Sindical (CLS) de la OIT ha solicitado al Gobierno, con un tono mucho más enérgico, “garantizar que el KTU recupere su legalidad sin demora”. Pero el Gobierno sigue negándose a aceptar la decisión de la OIT. La expresidenta Park Geun-hye fue sometida a juicio político y destituida por el Tribunal Constitucional a raíz de un escándalo de corrupción. Actualmente está en la cárcel. Hace poco salió a la luz que la deslegalización del KTU había sido una maniobra política dirigida por la presidenta destituida y por sus aliados de la Administración.

El KTU ha hecho grandes esfuerzos a favor de la educación de calidad para todos los estudiantes de Corea. Ha estado luchando contra la educación centrada en la rivalidad, las gratificaciones, las pruebas estandarizadas y demás programas de educación neoliberal. Antes de su establecimiento en 1989, la escuela era un lugar para los sobornos: era muy normal que los padres dieran una cierta cantidad de dinero a los docentes para que estos favorecieran de alguna manera a sus hijos, y también era normal que los docentes aceptaran los sobornos de los padres. El KTU rechazó categóricamente esta injusticia en las escuelas.

El recuadro 10.1 (pág. 192) del Informe sobre el Desarrollo Mundial muestra el porcentaje de sindicalización de los docentes en diversos países, y establece que menos del 20% de los docentes de Corea están sindicalizados. No obstante, entre el KTU y la Korean Federation of Teachers Association (KFTA), dos organizaciones afiliadas a la Internacional de la Educación, en realidad más del 50% de los docentes de Corea están sindicalizados. Y elKTU es el sindicato más poderoso de Corea. En 2014, en las elecciones nacionales para superintendentes a nivel provincial, en 13 de las 16 provincias salieron elegidos ex dirigentes sectoriales del KTU y académicos afines al KTU. Estos resultados demuestran que las políticas progresistas del KTU (como por ejemplo  que se sirvan comidas gratuitas en las escuelas, fomentar un aprendizaje colaborativo centrado en los estudiantes, así como el movimiento escolar innovador) cuentan con el apoyo de la población. Los comentarios de un periódico muy conservador sobre este resultado señalaban: “Esto es una victoria del KTU”.

Conclusión

La educación surcoreana se ha venido considerando como un buen modelo educativo que otros países deberían seguir. Pero esta noción se basa en una serie de mitos generalizados al respecto.

Me gustaría desvelar la verdad acerca de la educación en Corea. Los estudiantes no están contentos en la escuela porque la educación está centrada en la rivalidad. La enseñanza en el aula se basa en la memorización y en el aprendizaje mecánico. Debido a la falta de horas de sueño, muchos estudiantes duermen en el aula durante los descansos e incluso durante las clases. Debido al estrés excesivo, el acoso escolar y la violencia son muy habituales en la escuela. Hace unos meses, una estudiante de secundaria se suicidó, dejando una nota que decía: “Odio la escuela”.

Los padres y los docentes están descontentos con el sistema educativo. Los padres tienen que gastarse una parte considerable de sus ingresos en la educación privada de sus hijos. Los docentes no pueden centrarse solo en la enseñanza; tan pronto como llegan a la escuela, tienen un montón de tareas administrativas pendientes. La disciplina de los estudiantes es muy importante en la escuela y en el aula, y el comportamiento que se espera de los estudiantes excede a veces su margen de tolerancia. La enseñanza resulta en ocasiones muy difícil porque los estudiantes están exhaustos y porque algunos de ellos se muestran indiferentes en el aula. Durante las clases de las asignaturas “menores”, que no se evalúan en el examen de acceso a la universidad, algunos alumnos “listos” se ponen a estudiar las asignaturas importantes, como por ejemplo inglés o matemáticas, que sí entran en el examen.

Nuestro sindicato de docentes, que ha protestado contra las políticas educativas centradas en la rivalidad, está deslegalizado por haber permitido que unos cuantos docentes despedidos mantuvieran su afiliación sindical. Pero esa deslegalización ha hecho que 60.000 docentes pierdan su representación sindical. La libertad profesional y política de los docentes está sumamente limitada.

Estas son las razones que deberíamos examinar más detenidamente en el marco de la educación coreana. Esta es la realidad detrás de los resultados de los exámenes.

Hyunsu Hwang es profesor de inglés de 10º curso en una escuela de enseñanza secundaria de Corea del Sur, y también trabaja como director internacional del sindicato Korean Teachers and Education Workers' Union (KTU). Tiene un Master en Estudios Profesionales (MPS) sobre derechos laborales y de los trabajadores por la Universidad del estado de Pennsylvania.

Referencias

Lee, Seung-yeon, Jun Sung Hong y Dorothy L. Espelage. 2010. An ecological understanding of youth suicide in South Korea. School Psychology International 31 (5): 531-46.

OECD (2015), Panorama de la salud: indicadores de la OCDE, publicación de la OECD, París. http://dx.doi.org/10.1787/health_glance-2015-en (en inglés)

[1] Las estadísticas del Gobierno demuestran que “los estudiantes que se gastan mensualmente 500.000 wones o más en educación privada representan el 15,1%, lo que supone un aumento del 0,8% con respecto a 2014”. Medio millón de wones equivale aproximadamente a 500 USD. Si los ingresos de un padre (o una madre) se sitúan en un promedio de 3 millones de wones, 500 USD representan una sexta parte de sus ingresos mensuales. En realidad, la mayoría de los padres se gastan más en la educación privada de sus hijos, por lo general más de una quinta parte de sus ingresos mensuales. http://kostat.go.kr/portal/eng/pressReleases/11/1/index.board?bmode=read&bSeq=&aSeq=352520&pageNo=2&rowNum=10&navCount=10&currPg=&sTarget=title&sTxt

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