El empoderamiento económico y político de las mujeres fue el tema central de las presentaciones de los ponentes principales de la tercera Conferencia Mundial de la Mujer de la Internacional de la Educación.
Reivindica tu espacio
«No nos quedaremos calladas nunca más». Según Ulrike Lunacek, antigua vicepresidenta del Parlamento Europeo, este es el lema de las mujeres actualmente. Lunacek fue la encargada de pronunciar el discurso de apertura en el primer día de la 3ª Conferencia Mundial de la Mujer de la Internacional de la Educación que se está celebrando en Marrakech, Marruecos, del 5 al 7 de febrero. La conferencia «Encontrar un camino dentro del laberinto: mujeres, educación, sindicatos y liderazgo» está siendo atendida por 300 participantes.
Según Lunacek, las mujeres necesitan el empoderamiento económico porque la pobreza las excluye de la posibilidad de hacer carrera.
Además, las mujeres son necesarias en los parlamentos y como líderes políticas porque es positivo para las vidas tanto de las mujeres como de los hombres. En todo el mundo, las mujeres solamente representan un 20 % del conjunto de parlamentarios y, en el caso de los ministros, solo uno de cada diez es mujer. Un dato interesante es que un 47 % de los Jefes de Estado son mujeres, aunque esto se debe al número de monarcas.
Valentía
«Las mujeres necesitan a los hombres como aliados», destacó Lunacek, «pero también necesitan su propio espacio para reforzarse a sí mismas, elaborar estrategias y progresar». Además, «reivindicar espacio requiere valentía», dijo.
Según ella, «la sociedad y los sindicatos también necesitan estructuras para apoyar a las mujeres, y también necesitamos cuotas». «A las mujeres que dicen que no quieren ser una mujer cuota, yo les diría "¿cuántos hombres están ocupando sus cargos simplemente por ser hombres y no porque son los mejores?" Necesitamos cuotas para que las mujeres accedan a puestos de liderazgo y mantenerlas en ellos, y para que las jóvenes vean modelos a seguir y podamos cambiar las cosas».
Asimismo, cree firmemente que ser líder es algo que las mujeres pueden disfrutar, porque «puedes hacer cosas con el poder que tienes, incluso aunque te arriesgues a fracasar, pero si no lo intentas nunca sabrás lo que podrías haber conseguido».
«Ansiar, reivindicar y tener espacio... Porque con ese espacio las mujeres podemos hacer del mundo un lugar mejor para todos», concluyó.
Encontrar su camino dentro del «laberinto»
La Presidenta de la Internacional de la Educación (IE), Susan Hopgood, también se dirigió a las asistentes: «Qué momento para celebrar nuestra tercera Conferencia Mundial de la Mujer de la IE, justo cuando acabamos de dejar atrás un año que muchos llamarían "un año de levantamiento en favor de los derechos de las mujeres en todo el mundo"», dijo. «2017 nos ha enseñado que las mujeres de todo el mundo se niegan a seguir calladas».
En su opinión, alcanzar la igualdad de género en el lugar de trabajo significa que las mujeres y los hombres tendrán las mismas oportunidades para su progreso profesional, para ejercer plenamente sus derechos humanos y para contribuir y beneficiarse del desarrollo económico, social, cultural y político.
La conferencia se centrará en la polémica pregunta de: ¿Por qué en 2018 sigue habiendo tan pocas mujeres en los puestos de liderazgo y de toma de decisiones en todos los sectores?
Techo de cristal
«El "techo de cristal" es una conocida metáfora para referirse a los obstáculos que impiden que las mujeres puedan progresar más allá de un cierto punto en su carrera profesional », explicó. «En realidad, muchas mujeres no sienten que el obstáculo a su progreso sea un techo de cristal, sino el efecto acumulativo de pequeños problemas a los que deben enfrentarse en su día a día, y que ralentizan su progreso profesional, o simplemente les impiden alcanzar el puesto de liderazgo más alto y puestos de toma de decisiones».
Complejidades
Por eso, la conferencia habla de un «laberinto»: «porque cuando pensamos en el camino hacia el liderazgo como un laberinto que las mujeres tienen que resolver (más que un techo de cristal que deben romper), vemos más claramente las complejidades y los retos a los que las mujeres se enfrentan cuando intentan progresar en sus carreras».
«El hecho de que haya mujeres que ocupan puestos de liderazgo demuestra que no existe un obstáculo absoluto al progreso profesional de las mujeres», insistió. «Sin embargo, hay ciertos obstáculos institucionales y sociales que crean el laberinto que las mujeres encuentran en sus carreras y que las fuerzan a negociar en el caso de que quieran progresar».
Pero «es hora de asegurarse de que este viento de cambio sigue soplando sin cesar por todo el mundo y que las mujeres son representadas plenamente en los cargos de liderazgo y de toma de decisiones en los sindicatos, en la educación y en la sociedad».
Una brizna de éxito en Marruecos
El representante del Ministerio de Educación de Marruecos, Cadi Ayyad, insistió en que las mujeres merecen organizaciones sistémicas para que puedan llegar al poder.
Asimismo, dijo que en Marruecos, un 54 % de las jóvenes están matriculadas en universidades, y un 60 % de ellas consiguen un título.
Sin embargo, citó tres elementos que impiden que las mujeres alcancen el éxito: el acceso a los idiomas, la alfabetización digital y su situación económica.
Más mujeres líderes
«Debemos transformar la situación financiera y social de las jóvenes», dijo. «Para 2030, un 60 % de los puestos de trabajo habrán cambiado en su esencia y brindarán una oportunidad para mejorar la posición de las mujeres en la sociedad. Sin embargo, actualmente menos de un 20 % de los puestos de liderazgo en las universidades están ocupados por mujeres». Según Cadi Ayyad, «ninguna de las 12 universidades públicas de Marruecos tiene una mujer como directora».
«O imponemos la igualdad o creamos los medios para permitir que las mujeres alcancen estos puestos de liderazgo para que nuestro país pueda avanzar», concluyó.
Deben aplicarse leyes positivas
Fatima Echaabi, en representación de las afiliadas de la IE en Marruecos, hizo hincapié en que los derechos de las mujeres son derechos humanos. «La igualdad de género es un proyecto para toda la sociedad, en la educación o en otros ámbitos como la política», dijo. «¿Cuántas jóvenes hacen realidad sus sueños? ¿Cuántas mujeres vemos en puestos de liderazgo?»
Reconoció que Marruecos ha realizado esfuerzos para que las niñas acudan a la escuela, incluso en las zonas alejadas, pero insistió en que hay numerosos obstáculos a la igualdad de género, y una «pared de hormigón», una mentalidad machista, enraizada en los comportamientos culturales y religiosos de Marruecos.
«El país dispone de leyes liberales y modernas sobre la igualdad de género y la lucha contra la discriminación de las mujeres, pero deben aplicarse», dijo.
«Solo un proyecto social basado en la igualdad de género y en la visibilidad de las competencias de las mujeres y de los hombres, conducirá a esta sociedad hacia el desarrollo y la justicia social», concluyó.
Conferencia
La 3ª Conferencia Mundial de la Mujer de la IE, «Encontrar el camino dentro del laberinto: mujeres, educación, sindicatos y liderazgo», se está celebrando en Marrakesh, Marruecos del 5 al 7 de febrero.