En la velada de homenaje al culminar su mandato de ocho años como Directora General, Irina Bokova fue nombrada Miembro de Honor de la Internacional de la Educación. Es la segunda persona externa a la IE en recibir esta distinción.
Durante el homenaje a Irina Bokova, en el que diplomáticos, dignatarios y personal de la UNESCO se congregaron para dar oficialmente su adiós a Bokova, el viernes 10 de noviembre, la Directora General desde hace dos mandatos se sentó por última vez junto a Fred van Leeuwen, Secretario General de la Internacional de la Educación (IE), en la sede de la UNESCO, en París.
Su entrega a la educación de calidad y su estrecha colaboración con la IE le valieron su elección como Miembro de Honor de la organización. La única persona que ostenta esta distinción es el ex Primer Ministro australiano, Bob Hawke.
Van Leeuwen dio las gracias a Bokova por hacer de la UNESCO una ardiente defensora de la educación, algo que no siempre sucedió con sus predecesores.
“Usted es la primera Directora General de la UNESCO en dejar claro que la responsabilidad de la educación incumbe a los Estados y que la educación no es un bien de consumo; le estamos muy agradecidos por ello”, afirmó van Eulen. “Pensamos que el logro del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 y sus metas han sido, en gran medida, logros [de la UNESCO]… No nos cabe duda de que usted ha estado al frente de esta batalla”.
Además, van Eulen le dio las gracias por su compromiso con la profesión docente y por su voluntad de devolver al primer plano la importancia de la educación para el refuerzo de los lazos socioculturales.
Durante su debate sobre el futuro de la educación, Bokova relativizó la importancia que se presta a la tecnología como solución a los problemas vividos en las clases.
“Siempre he defendido que nada puede sustituir a un buen docente, porque los niños y niñas necesitan orientación, todo el mundo necesita orientación”.
Bokova abandonará sus funciones el 15 de noviembre, para ceder el puesto a Audrey Azoulay, que resultó elegida Directora General de la UNESCO el 10 de noviembre de 2017, para un mandato de cinco años.