En una entrevista con el sindicato noruego UEN descubrimos el apoyo que el Movimiento Pedagógico ha recibido desde diversas organizaciones en todo el mundo.
Preguntas planteadas a Rune:
- ¿Por qué decidió su sindicato apoyar esta iniciativa? ¿Cuáles son las características más interesantes de este proyecto?
- ¿De qué manera cree que este proyecto puede ser útil en otros países?
La cooperación al desarrollo entre el UEN y los sindicatos de América Latina ya existía a finales de los años 80 y antes del nacimiento del movimiento pedagógico. Se trataba de una cooperación principalmente bilateral con varios sindicatos de docentes de la región, también era así en otros países nórdicos. Durante la cooperación bilateral con los sindicatos de la región nos hemos enfrentado a numerosos desafíos, como la duplicación de proyectos y la falta de coordinación.
A raíz de la aplicación de las políticas neoliberales en sus países respectivos, los sindicatos de la región ha invertido mucho tiempo en oponerse y frenar la puesta en marcha de estas políticas, concretamente la privatización, la descentralización y la comercialización de la educación pública, así como la desprofesionalización permanente del personal docente. Por tanto, el movimiento favoreció la protesta y la movilización como herramientas claves de oposición a los ataques contra la educación pública, lo cual minó el papel del movimiento sindical en aquella época.
La creación/el nacimiento del movimiento pedagógico dio lugar a un cambio en la manera en que funcionan los sindicatos de América Latina y abrió el camino hacia una nueva etapa. El movimiento pretende desarrollar las capacidades de organización y desarrollo de políticas de los sindicatos de la región con el objetivo de que puedan proponer políticas educativas alternativas que promuevan una educación pública de calidad para todos y la igualdad social, ya que ambos constituían un punto débil o, al menos, un desafío para ellos. El movimiento ha ayudado a los sindicatos a desarrollar una visión y objetivos comunes, lo cual, a su vez, ha reforzado la unidad entre los sindicatos de la región.
La puesta en marcha del movimiento pasó por un proceso consulta colectiva con una gran presencia femenina y de las redes educativas. Ello permitió crear un espacio de autorreflexión sobre los obstáculos y las oportunidades para la práctica educativa crítica. Además, el movimiento está ayudando a reconstruir un tejido social dañado y a crear lazos de solidaridad.
"El comité regional y la coordinación de la IE han desempeñado un papel crucial en la puesta en marcha de un movimiento sólido en la región", dijo Rune.
Movimiento inspirador
Rune destacó que, en cierta manera, todos los movimientos sindicales del mundo se enfrentan a los mismos retos, ya sea la privatización, la desprofesionalización, la autonomía profesional, el desarrollo de políticas, por nombrar algunos. El movimiento pedagógico podría servir como una fuente de inspiración para otros sindicatos del mundo en términos de estructuras sólidas como, por ejemplo, el comité regional que trabaja tanto y con tanta devoción. Rune hizo hincapié en que una de las características principales del movimiento pedagógico es que sigue esforzándose continuamente en demostrar la relación innegable entre las condiciones de trabajo, los problemas profesionales y una educación pública de calidad, para que todos los actores involucrados entiendan que las condiciones de trabajo –tan ignoradas hasta el momento por los responsables políticos– tienen una influencia decisiva en las políticas y las reformas educativas.