En Uganda el sindicato de docentes UNATU (1) se ha asociado con una ONG y una empresa exportadora de café para crear varias zonas libres de trabajo infantil en la región del Nilo Occidental.
La primera zona existe desde 2015 en Erussi, uno de los municipios más pobres de Uganda, situado cerca de la frontera con el Congo, al noroeste del país. En esta región, los niños realizan principalmente actividades relacionadas con el trabajo doméstico, las actividades agrícolas y la venta en mercados. El sindicato UNATU ha formado a 120 docentes y a los 15 directores de las escuelas de Erussi en materia de lucha contra el trabajo infantil. Claudius Oketch, director de la escuela primaria de Oboth en Erussi dice: «Gracias a este proyecto, hemos mejorado el seguimiento que hacemos de los alumnos en nuestra escuela.Controlamos la presencia de los alumnos todos los días y sus resultados académicos, y actuamos en cuanto un alumno muestra el menor indicio de baja motivación.Antes de este proyecto, cuando los padres me preguntaban si sus hijos podían faltar a la escuela para ayudarles en el trabajo, respondía que sí.Ahora les explico que es inconcebible que un niño falte a la escuela para trabajar, aunque sea solo un día».
El proyecto ha creado clubs en las 15 escuelas de Erussi: clubs de música, de baile, de deporte, de debate… «Estos clubs atraen a la escuela a niños que nunca antes se habían planteado asistir.Ven los tambores, los juegos, los torneos y tienen otra imagen de la escuela», explica la hermana Mary Berocan, coordinadora del proyecto del UNATU en Erussi. Se han colocado paneles en los patios de todas las escuelas de Erussi en los que figuran mensajes positivos: «La educación es la mejor inversión», «Hablad de vuestros problemas con los profesores», etcétera. En ocasiones los docentes usan estos paneles para abrir un debate con los alumnos sobre alguno de los mensajes.
Eliminación del castigo físico
Gracias a los cursos de formación que imparte, el UNATU ha hecho que los profesores de Erussi entiendan que deben ser modelos para la comunidad: asistir de forma regular a la escuela, garantizar que sus propios hijos estén escolarizados y no recurrir a trabajadores infantiles domésticos en su domicilio. Uno de los resultados concretos que se ha observado en las clases es la eliminación del castigo físico por parte de los docentes. El Ministerio de Educación recomienda esta medida, pero los cursos de formación impartidos por el UNATU sobre el uso de medidas disciplinarias alternativas han ayudado a los docentes de Erussi a tomar la decisión de no recurrir a los golpes para castigar.
Son numerosos los socios (2) que apoyan este proyecto del UNATU a través de la Internacional de la Educación. Si el UNATU se centra en las medidas en el ámbito escolar, Kyagalanyi, uno de los compradores de café más importantes del Nilo Occidental, evita el trabajo infantil en las familias de los productores a los que compra el grano al ayudarles a mejorar la calidad de las cosechas, lo que aumenta los ingresos familiares y permite enviar a los niños a la escuela. Al erradicar el trabajo infantil entre sus productores, Kyagalanyi ha podido aumentar la parte de café que recibe el certificado «agricultura sostenible» de conformidad con UTZ (3). Este café se exporta a todo el mundo, en especial a Alemania. Kyagalanyi no solo se limita a erradicar el trabajo infantil en las plantaciones de café, sino que también exige a las familias de productores que envíen a todos sus hijos a la escuela. Los representantes locales de Kyagalanyi y los docentes de las escuelas de Erussi están en contacto para facilitar la integración en las escuelas de los hijos de las familias de productores.
El otro socio del proyecto, la ONG local CEFORD, ha ejercido una importante influencia dinamizadora en las comunidades, en especial mediante el desarrollo de pequeños grupos de ahorro y de crédito en los pueblos. Estos grupos generan ligeras mejoras en los ingresos familiares que, junto con el aumento del precio del café que venden a Kyagalanyi, permiten a los padres pagar las tasas de escolarización de sus hijos (matrícula, uniforme y material).
La complementariedad de las acciones del UNATU, Kyagalanyi y CEFORD, así como la implicación de las autoridades locales en cada fase del proyecto, han contribuido a sensibilizar a las comunidades respecto del valor de la educación. El UNATU invitó a los representantes de las autoridades locales, a miembros de asociaciones de padres y a los comités de gestión de las escuelas a todos los cursos de formación. Los docentes sienten el apoyo de este nuevo impulso en favor de la educación. Adole Kelemente, maestro en la escuela primaria de Kelle en Erussi dice: «Al implicar a cada actor, el proyecto nos ayuda a convencer a los padres que se resisten a enviar a sus hijos a la escuela, ya que sienten la presión de toda la comunidad.La formación del UNATU me ha permitido mejorar mis competencias en comunicación y desarrollar mejores argumentos para dialogar con los padres que se niegan a enviar a sus hijos a la escuela».
Incremento del 17 % de la escolarización
Los resultados del proyecto son muy concretos: la escolarización ha aumentado un 17 % entre 2015 y 2019 en las 15 escuelas que participan en el proyecto en Erussi, al tiempo que la tasa de abandono escolar se ha reducido considerablemente. La cantidad de miembros del UNATU también ha aumentado un 23 % durante el mismo periodo en Erussi. «Antes de este proyecto, la gente pensaba que el sindicato tenía motivaciones egoístas, lo veían como una organización a la que solo le preocupaban los problemas de los docentes y que solía estar implicada en las huelgas. El proyecto sobre el trabajo infantil ha cambiado esta imagen, la gente entiende que también luchamos por la educación de calidad, por el bienestar de los niños», dice Mori Samuel Sidoro, representante del UNATU en el Nilo Occidental. El UNATU también destaca una mejora en el pago de los salarios y de las cotizaciones sindicales (a través del sistema de retención en nómina de la cotización sindical), vinculada a la mejora de las relaciones entre los delegados del UNATU y las autoridades educativas locales, que celebran el éxito del proyecto.
El resultado satisfactorio del proyecto de Erussi ha animado a UTZ a implicar a los mismos socios en el desarrollo de una zona libre de trabajo infantil en Zombo, un distrito cercano a Erussi. El UNATU ya ha formado a 90 docentes de 12 escuelas de Zombo en materia de lucha contra el trabajo infantil. El director de la escuela primaria de Okeyo explica: «Todos los lunes por la mañana, los docentes y los alumnos de mi escuela recorren las calles del pueblo mientras cantan sobre los beneficios de la escuela e invitamos a los niños que nos ven por la calle a que se unan y a que vengan a la escuela. Ya hemos conseguido que decenas de niños vengan a la escuela gracias a estas marchas». El UNATU celebra este éxito, pero no deja de observar que algunas clases superan los 200 alumnos, lo que impide que se imparta una educación de calidad. El sindicato solicita enérgicamente a las autoridades nacionales que aumente la cantidad de escuelas y de docentes.
En Erussi las autoridades locales empiezan a hacerse cargo de garantizar la sostenibilidad del proyecto, incluso cuando no colabore con ellos ningún otro socio extranjero. Collins Orom Jalacida, dirigente del consejo municipal de Erussi indica: «Hemos creado un comité contra el trabajo infantil formado por todas las personalidades de Erussi.Se ha adoptado un reglamento local para sancionar el trabajo infantil y organizamos todos los años una semana de acciones de sensibilización sobre la importancia de la educación. Si seguimos trabajando en esta línea algunos años más, tendremos unos índices de alfabetización y empleo altos, y conseguiremos un mejor nivel de vida que disuadirá a las personas de caer en el alcohol y las drogas, que causan estragos en Erussi.Este proyecto está transformando mi comunidad».
- Uganda National Teachers Union.
- Fundación Fair Childhood del GEW, AOb, Mondiaal FNV.
- UTZ es un programa de certificación de la sostenibilidad del café, el cacao y el té.