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Los docentes celebran mundialmente la ciencia como un pilar de la libertad y la prosperidad humana

publicado 22 abril 2017 actualizado 18 abril 2017
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Los sindicatos de la educación de todo el mundo se unen hoy a la Marcha por la Ciencia, con el fin de celebrar la investigación científica, la libertad académica y la libertad de pensamiento.

En su declaración para conmemorar la Marcha por la Ciencia, del 22 de abril, la Internacional de la Educación (IE) declara su apoyo a la misión de la Marcha por la Ciencia, cuyo propósito es "defender una ciencia adecuadamente financiada y públicamente accesible como pilar de la libertad y la prosperidad humanas", y "unir a un grupo diverso, no partidista para defender una ciencia que persigue el bien común".

El valor de la investigación

Solidarizándose con este amplio movimiento, la Internacional de la Educación se suma a la Marcha por la Ciencia para defender la investigación científica y la libertad académica tras los recientes ataques en contra de dichas libertades que han tenido lugar, sobre todo, en Estados Unidos, y destaca los siguientes aspectos:

·         La investigación debe ser libre. Los investigadores deben ser libres para iniciar y llevar a cabo investigaciones sin temor a posibles represalias, y siempre deben estar protegidos contra cualquier presión que coarte o altere sus hallazgos. La investigación es una labor que resulta esencial para el bienestar humano y social y, como tal, debe ser perseguida en el sentido más amplio para que contribuya a aumentar el conocimiento en todos los ámbitos de estudio. No obstante, la investigación solo puede contribuir a mejorar las perspectivas del planeta y los intereses humanos colectivos cuando se garantizan dos libertades fundamentales: la libertad de investigación y la libertad académica.

·         La democracia requiere que el conocimiento científico se encuentre públicamente disponible como un bien común mundial. El Estado debe tomar medidas para alcanzar la realización progresiva de la democracia científica promoviendo debates y proporcionando oportunidades para el intercambio de conocimientos entre los investigadores y los interlocutores civiles. Para lograr este objetivo, el Estado debe garantizar la libertad intelectual de la investigación y la autonomía profesional en el campo científico por encima de las políticas públicas. El objetivo de la IE y de sus afiliados es que la formulación de políticas públicas se base en evidencias y no que las evidencias se basen en las políticas públicas.