El Segundo Congreso Mundial de la Internacional de la Educación reunido en Washington D.C. (Estados Unidos) del 25 al 29 de julio de 1998:
1. Se indigna ante la situación de las mujeres de Afganistán. Deplora que las ONG hayan sido forzadas a abandonar ese país, dejando así las mujeres afganas en una dramática situación.
2. Condena sin reservas el régimen político impuesto por los talibanes, régimen oscurantista y antidemocrático que ninguna costumbre o religión podría justificar.
3. Ofrece su apoyo incondicional a las mujeres afganas, así como a las niñas, que no tienen derecho a expresarse, ni a beneficiarse de servicios sanitarios o de un empleo, ni a tener acceso a la educación, y que están forzadas a vivir como si fueran invisibles.
4. Saluda particularmente el valor y la abnegación de las docentes afganas que, a costa de su vida, mantienen clandestinamente lugares escolares para las niñas.
5. Pide a las organizaciones internacionales, a los países democráticos y a todas las ONG:
a. que no reconozcan un régimen de "apartheid" basado sobre el sexo;
b. que hagan todo lo posible para que la asistencia humanitaria sea accesible sin discriminación a todas las mujeres afganas.
6. Pide a todas las organizaciones afiliadas que ejerzan presiones directas o indirectas para hacer respetar la Declaración Universal de los Derechos Humanos en Afganistán y, particularmente, afirmar los derechos de las mujeres y el derecho a la educación para todos y todas.