El Segundo Congreso Mundial de la Internacional de la Educación, reunido en Washington D.C. (Estados Unidos) del 25 al 29 de julio de 1998:
1. Considerando que la IE reconoce la importancia vital que tienen todos los niveles de educación, desde la enseñanza preescolar, primaria, secundaria, técnica y superior, para el desarrollo físico, social e intelectual de los niños y jóvenes de ambos sexos;
2. Reconociendo el excelente trabajo que hacen las mujeres en profesiones humanitarias tales como la educación y la atención de la salud;
3. Tomando nota que el trabajo que hacen las mujeres en todos los campos, incluída la educación, ha sido siempre subestimado;
4. Confirmando que tradicionalmente en los niveles iniciales de la educación la mayoría de los docentes han sido mujeres y que los datos estadísticos y la investigación siguen demostrando este hecho en muchos países del mundo, más allá del ingreso nacional o del salario docente;
5. Tomando nota que los datos sobre la enseñanza primaria confirman tendencias mundiales que muestran la creciente feminización de este segmento, el más amplio de la profesión docente, cualquiera que sea la región o el nivel de ingresos;
6. Tomando nota que la proporción de mujeres que enseñan en escuelas técnicas y profesionales va también en aumento, según datos de la OIT y la UNESCO;
7. Preocupado, sin embargo por la fuerte tendencia a la compartimentación de la enseñanza técnica y profesional, con un gran porcentaje de mujeres docentes concentrado en las llamadas disciplinas "femeninas";
8. Tomando nota que, a pesar del aumento continuo del personal académico femenino en las instituciones de la enseñanza superior sigue habiendo un desbalance en la distribución jerárquica, y que la mayor parte de los puestos mejor pagados, más seguros y prestigiosos de profesor titular y profesor adjunto, los cuales sirven de trampolín para los puestos de dirección, sigue siendo patrimonio masculino;
9. Tomando nota, asimismo, que las docentes están concentradas en los puestos peor pagados y menos estables de conferenciante y a menudo profesora a tiempo parcial y profesora adjunta;
10. Observa que, contrastando con el progreso en el ámbito escolar, la proporción de mujeres en los más altos niveles centrales y regionales, en los puestos de dirección de la enseñanza primaria y secundaria (funcionarios ministeriales, jefes de departamento de Educación, inspectores, y otros) es muy baja;
11. Tomando nota que la investigación ha revelado que las estructuras internas de promoción discriminan a las mujeres directa o indirectamente y perjudican la evaluación de las posibles candidatas a causa de prejuicios sutiles pero enraizados, que sostienen que las mujeres en posiciones directivas puedan carecer de autoridad, sentirse abrumadas por los problemas disciplinarios de estudiantes o docentes, o sufrir las presiones de los padres o el público en general;
12. Teniendo en cuenta todos los argumentos mencionados y preocupado porque muchos niños y niñas vienen creciendo en familias que no tienen una imagen masculina positiva y en escuelas en donde rara vez ven a hombres trabajando en colaboración con mujeres como docentes o que no ven un número igual de mujeres y hombres en los puestos administrativos, considera necesario analizar las consecuencias que trae todo esto en el aprendizaje de niños y niñas, especialmente, en materia de estereotipos sociales, prejuicios de género y la elección de carrera;
13. Preocupado por el trato inadecuado que dan las autoridades encargadas de la contratación a estos asuntos y la poca investigación que se ha hecho en este campo;
14. El Congreso insta a la IE y a sus organizaciones afiliadas a:
Poner en marcha estrategias para eliminar toda forma de discriminación contra las mujeres que trabajan en la educación:
a. considerando el impacto sobre las mujeres docentes de todos los aspectos de las políticas de educación y sindicales;
b. trabajando para erradicar la desigualdad en materia de condiciones de trabajo y/o salario que perjudica a las mujeres, o perjudique a hombres y mujeres, como podría ser el caso en sectores altamente feminizados, como la primaria o la educación de la primera infancia;
c. promoviendo la inclusión de mujeres en las comisiones de contratación y promoción;
d. investigando el impacto sobre las mujeres docentes de reglas discriminatorias referidas a las pensiones de retiro; por ejemplo: la edad a la que pueden retirarse con todos los beneficios, y que resulta de las diferencias en las trayectorias de carrera comparadas con las de sus colegas masculinos;
e. realizando estudios con la OMS y otras agencias intergubernamentales relevantes, para establecer la correlación existente entre malestares ligados al estrés que reportan las mujeres docentes y los crecientes episodios de cáncer mamario.
Emprender y promover investigaciones para:
f. identificar los factores de contratación, de formación docente, de las condiciones de trabajo y de la situación de los/as docentes, que desalientan a los hombres a entrar y permanecer en la carrera;
g. desarrollar políticas tendientes a lograr un mejor balance entre hombres y mujeres en todos los niveles educativos;
h. actuar en colaboración con la OIT sobre los factores que influyen en el deterioro de la condición de los docentes, que se propaga en todo el mundo. Este análisis debe considerar, eventualmente, cuál es el tipo de relación que existe entre el aumento de la feminización de la profesión y el deterioro de los salarios y la condición de los docentes de ambos sexos;
i. desarrollar indicadores dinámicos, desglosados por nivel de educación y cargos de responsabilidad, para medir el grado de feminización de la profesión, como guía para políticas y acciones futuras;
j. trabajar con la OIT y otras agencias intergubernamentales apropiadas para verificar enfermedades relacionadas con el estrés que reportan hombres y mujeres del sector educativo y promover el desarrollo de políticas relacionadas a las condiciones de servicio;
k. analizar qué consecuencias tiene (si hay alguna) para los estudiantes la feminización creciente de la profesión, las ventajas y desventajas que aparezcan en este estudio deben servir de base para los debates y la acción del Comité sobre la Condición de la Mujer y el Consejo Ejecutivo de la IE.