El sistema educativo se ha convertido en un tema de debate en el discurso político francés de los últimos seis meses: con las elecciones presidenciales y las consultas sobre la situación del sistema educativo en una sociedad en crisis, es el futuro de las generaciones venideras lo que está en juego cuando se aborda el tema de la educación.
La crisis económica requiere una mejor preparación de los futuros ciudadanos, así como soluciones audaces para lograr el reto de la democratización académica, que se ha debilitado en Francia. La enseñanza primaria es una prioridad para que los niños empiecen a aprender lo antes posible.
Un oficio muy profesional Este desafío no puede asumirse sin los docentes, que trabajan incansablemente por darle a la enseñanza en las aulas una dimensión más compleja. ¿Cómo pueden progresar los estudiantes a través de la lógica, no solo de simples tareas, sino del pensamiento y de la construcción del conocimiento? ¿Cómo podemos ocuparnos de los alumnos más débiles, del fracaso escolar y del rechazo a aprender? ¿Cómo se pueden integrar los nuevos conocimientos de los que la escuela debe hacerse cargo: aprender una lengua viva, nuevas tecnologías, desarrollo sostenible? ¿Cómo se puede integrar de forma óptima a los niños con discapacidades?
¿Qué hay que hacer? Esta lista da una idea de los dilemas profesionales a los que los docentes se enfrentan todos los días. En Francia estas dificultades se ven agravadas por el ejercicio solitario de la profesión, donde los docentes se ven obligados a lidiar con estas dificultades, a veces hasta el punto del decaimiento y el malestar personal.
El peso cada vez mayor que se ha dado a las evaluaciones en los últimos cinco años ha hecho que parezca que la profesión se reducía a aplicar una lógica de «diagnóstico-remedio» a cada alumno en cada caso. Pero demasiada evaluación implica menos aprendizaje.
Condiciones laborales más difíciles Los docentes tienen que enfrentarse a una profesión cada vez más compleja en condiciones cada vez más difíciles y con clases más grandes. Las políticas aplicadas en los últimos años en Francia estaban guiadas por normas con poca visión de futuro y las sucesivas medidas y reformas iniciadas por el Ministerio Nacional de Educación eran sinónimo de abnegación.
Este año el sistema de enseñanza primaria se enfrenta a 4.600 recortes de empleo, entre ellos, el cierre de 1.407 clases, 1.949 docentes especializados menos, con la eliminación de 864 puestos de sustitución, 100 instructores de formación, 103 consultores educativos y 460 puestos de apoyo a la educación prioritaria. En cinco años se han recortado cerca de 80.000 puestos en la educación nacional.
Según la OCDE, Francia está a la cola de los países miembros en lo que respecta al ratio personal-estudiante (5 a 100), muy por detrás de Portugal, Grecia y España, pero también de Suecia, Bélgica y Austria, países donde la tasa fluctúa entre 6 y 10.
En 2011, la OCDE también señaló que el país invirtió un 14 por ciento menos que la media en los países miembros de la OCDE y que los salarios reglamentarios de los profesores de primaria y secundaria con al menos 15 años de experiencia disminuyeron entre 1995 y 2009.
A pesar de esta horrible retahíla, los docentes han seguido haciendo su trabajo. A pesar de las dificultades, se ha escolarizado a los niños discapacitados de acuerdo con la ley de 2005. En 2011, había 210.395 alumnos con discapacidad en las aulas frente a los 153.361 de 2006.
Los docentes de primaria empezaron a enseñar lenguas extranjeras, inicialmente como un programa introductorio y luego como cursos completos, pero sin recibir la formación correspondiente para la tarea. Otro ejemplo es el de las nuevas herramientas digitales. Con el plan de TI para todos de 1985 y el plan digital rural de 2009, el Estado actuó tarde y sin apoyos suficientes.
Esta deficiencia no evitó que los docentes transformaran sus prácticas apoyándose en la autoformación y en los intercambios con sus compañeros. Además, las encuestas de opinión* mostraban que una amplia mayoría de la población francesa confía en su escuela y en los docentes.
Ayude a los docentes a ayudar a los alumnos Las reformas son necesarias para que el sistema educativo avance. Hay que crear más puestos, pero se necesitan medidas más directas en relación con la mejora de las prácticas educativas. Según el SNUipp-FSU, sindicato principal de la enseñanza primaria, la formación, el trabajo en equipo y «más alumnos que clases» son tres requisitos fundamentales para hacer que los colegios progresen junto con los docentes.
La formación es esencial, porque los docentes tienen que estar preparados profesionalmente para poder enseñar mejor.
Los maestros de primaria imparten todas sus clases en aulas individuales. Además del conocimiento de su disciplina, para la que los profesionales necesitan conocimientos avanzados, la formación es necesaria para aclarar las cuestiones de la certificación y el traslado de esos conocimientos para que puedan usarse en clases con niños de tres a once años.
En esta dimensión profesional se necesitan programas de posgrado que preparen a los futuros docentes para las oposiciones nacionales (nivel M1) y para incorporarse a la profesión (final del M2). También es necesario compartir los resultados de los estudios con los docentes durante su carrera y ayudarles a reflexionar y a mejorar sus prácticas de trabajo.
Por último, los maestros deben trabajar en equipo para huir de la soledad de su profesión. Es muy útil tener distintas perspectivas sobre los estudiantes, sus logros y sus dificultades. La presencia de «más docentes que clases» contribuye innegablemente a la riqueza y a la inventiva educativas frente a las dificultades encontradas.
El sector está repleto de posibilidades para que los docentes organicen el esquema y los contenidos de su trabajo.
Todo esto requiere decisiones institucionales, ya que el voluntariado tiene sus límites. Hay que dar a la enseñanza un nuevo impulso y los docentes deben disponer de las herramientas que necesitan para desempeñar su trabajo adecuadamente.
*Encuesta interactiva de Louis Harris: Los franceses y su percepción de la enseñanza primaria, agosto de 2012