Por Odile Cordelier, secretaria nacional del Syndicat national des enseignements de second degré-Fédération syndicale unitaire (SNES-FSU/France), y vicepresidenta de la estructura regional en Europa de la Internacional de la Educación, el Comité Sindical Europeo de Educación (CSEE).
El comienzo del curso escolar 2012, preparado fundamentalmente por la administración anterior (el gobierno de Sarkozy), ha sido difícil para las escuelas secundarias debido a la falta de recursos y a los recortes de años anteriores.
Durante los cinco años de gobierno del presidente Sarkozy, desaparecieron treinta y cinco mil puestos en la enseñanza secundaria, de acuerdo con una política de no sustitución de uno de cada dos funcionarios.
Estos ingentes recortes han dejado a colegios e institutos en serias dificultades, que han afectado por igual a alumnos, personal docente y no docente. La combinación del número de alumnos y de recortes de puestos de trabajo (-6,550) ha dejado huella. El tamaño de las clases ha aumentado en muchos casos hasta 28 o 30 alumnos en los colegios y a 35 o más en bachillerato.
Esta política ha provocado una grave crisis en la contratación de personal, de ahí la necesidad de hacer una vez más que los empleos en educación sean atractivos.
Las medidas urgentes iniciadas en julio —incluida la creación de empleo— tomadas por el nuevo gobierno van por el buen camino, a pesar de su limitado alcance. Las decisiones que se tomen este otoño en cuanto a política educativa y presupuesto serán determinantes.
Circunstancias especiales: Elaboración de un nuevo marco legal y programa escolar Tras 10 años de políticas draconianas, fatales para el sistema educativo, el personal y los alumnos de la enseñanza secundaria buscan nuevas perspectivas.
Y sus expectativas son altas: restaurar la democratización del sistema educativo, combatir las desigualdades sociales y geográficas y la tan necesaria elevación de los estándares en la formación y las habilidades de todos los jóvenes. La futura Ley escolar concebida por el gobierno debe cumplir con estas aspiraciones.
En julio, el Ministerio Nacional de Educación inició una amplia consulta sobre qué se consideraba la «reconstrucción» del sistema escolar. Ésta se ha traducido en talleres a los que han asistido las organizaciones sindicales, las federaciones de padres, los movimientos educativos, las asociaciones y las figuras públicas.
Después se celebrarán una serie de negociaciones con los representantes del personal educativo. Este proceso debería desembocar en la aprobación de una nueva ley a principios de 2013.
Campaña: La Convención Nacional sobre Educación Secundaria Esta nueva ley reglamentaria deberá cumplir un objetivo primordial: dotar de nuevo de un futuro al sistema educativo. El personal de la enseñanza secundaria debe aprovechar esta oportunidad para expresar sus opiniones, exigencias y esperanzas, para que se tengan en cuenta en este nuevo marco legal. El SNES ha asumido su responsabilidad como sindicato mayoritario del sector y ha decidido dar forma y modelar este proceso.
Este es el objetivo de la Convención Nacional sobre Educación Secundaria comenzada en septiembre por el SNES junto con otros dos sindicatos, el SNEP (profesores de educación física y deportes) y el SNUEP (profesores de formación profesional).
La campaña consiste en dar la palabra al personal educativo para que puedan elaborar listas de exigencias en los establecimientos escolares.
Durante la primera quincena de octubre, se elaborarán síntesis regionales y provinciales y se nombrará a los delegados que participarán en la jornada nacional de síntesis, que se celebrará en París el 25 de octubre.
Ese día se clausurará la Convención Nacional sobre Educación Secundaria y, a principios de noviembre se publicará un informe sobre la convención nacional para su distribución general y publicidad en los medios.