La IE ha publicado una respuesta a la edición de este año del Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo. Se trata de una publicación anual que sigue los avances realizados en la consecución de los seis objetivos de la Educación para Todos (EPT) acordados en Dakar en el año 2000. Este documento es elaborado por un equipo independiente, también conocido como “Equipo GMR”, que trabaja a las órdenes de la UNESCO. La edición de este año, “Llegar a los marginados”, fue presentada oficialmente en enero de 2010 en la sede de la ONU en Nueva York.
Principales conclusiones
Aunque el Informe de Seguimiento señala que se han registrado progresos hacia la consecución de los seis objetivos de la EPT, también reconoce que estos objetivos no se lograrán antes de 2015. El número de niños sin escolarizar se ha reducido en 33 millones en todo el mundo desde 1999. Sin embargo, 72 millones de niños siguen sin escolarizar, la mayoría de ellos en el África Subsahariana y en Asia Meridional y Occidental. Teniendo en cuenta la tendencia actual, al menos 56 millones de niños seguirán sin escolarizar en 2015.
Del mismo modo, si nos atenemos a las tendencias actuales no se logrará el objetivo de la EPT de mejorar en un 50% el índice de alfabetización de adultos. A pesar del constante progreso, 759 millones de adultos, 2/3 de los cuales son mujeres, siguen sin saber leer ni escribir. El informe advierte de que cerca de 710 millones de personas seguirán siendo analfabetas en 2015. La situación no es diferente con respecto a la del resto de objetivos de la EPT: tampoco se conseguirán los objetivos establecidos en torno a la igualdad de género, la educación de la primera infancia y las habilidades para la vida de jóvenes y adultos. Estas cifras deben servir también para alertar a gobiernos, donantes y otros actores de la educación y hacer que inviertan ya en educación.
Impacto de la crisis económica y reducción de las ayudas
El Informe de Seguimiento de la EPT de este año fue publicado durante la mayor crisis económica mundial desde la Gran Depresión. Los sistemas educativos de muchos de los países más pobres del mundo están empezando a sufrir ahora los efectos de una crisis originada en los sistemas financieros del mundo industrializado. Existe el riesgo inminente de que, tras diez años de avances, los progresos hacia los objetivos de la EPT se estanquen o incluso inviertan radicalmente su sentido, afectados por un crecimiento económico más lento, un aumento de la pobreza y las consiguientes presiones sobre los presupuestos públicos. Así, se confirma la tesis insistente de la IE de que la crisis económica pone en peligro los objetivos relacionados con el desarrollo humano, incluida la educación. No podemos usar esto como excusa para privar a una generación de jóvenes y adultos de su derecho fundamental a una educación de calidad.
El Informe revela que los desembolsos de las ayudas se están estancando. A pesar de un aumento general en los últimos diez años, que llegó a los 10.800 millones de dólares estadounidenses para la educación en 2007, más del doble que en 2002, el nivel de compromiso general se está estancando alrededor de las cifras de 2004, en torno a los 12.000 millones de dólares. Hoy en día, la educación representa el mismo 12% que en 1999-2000. La IE respalda la recomendación del Informe de aumentar la movilización de recursos y lograr que los donantes cumplan su palabra y aumenten sus compromisos de ayuda.
Especial atención a la marginación
Llegar a los alumnos marginados constituye asimismo una necesidad, ya sea a causa de la pobreza, de la ubicación rural en zonas lejanas, de su pertenencia a grupos étnicos minoritarios, por razón de lengua, discapacidad o cualquier otro factor. La IE apoya firmemente la recomendación de que los gobiernos deben hacer más por extender las oportunidades a los grupos de más difícil acceso, como las minorías étnicas, las familias pobres de las barriadas y las zonas rurales lejanas, los niños con discapacidad y aquellas personas afectadas por conflictos armados y por el VIH/SIDA.
Estos temas no se pueden abordar sin tener en cuenta el problema de la escasez de docentes cualificados. Harían falta 10,3 millones de maestros de primaria solamente para alcanzar el objetivo de la Educación Primaria Universal antes de 2015. Necesitamos estrategias nacionales y globales que sean valientes desde el punto de vista político, basadas en la sostenibilidad y la calidad. Los gobiernos deben invertir en la formación inicial y continua de calidad para docentes y el desarrollo profesional, piedras angulares de la educación de calidad. Por Dennis Sinyolo